Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Se entiende que el PRI intente colocar a su candidata al gobierno en la coalición Va Por México o en solitario.
Gobierna desde hace ¡toda la vida! Y de ahí han salido presidentes, regentes, gobernadores, senadores, diputados, secretarios de Estado… todos del ¡PRI!
En estos tiempos no es real suponer que con cualquier candidato (ta) se gana una elección, cuando toda la maquinaria del Estado -federal- se echó a andar desde hace 4 años para que la derrotada en 1917, Delfina Gómez, gane y se siente en el salón del gobernador ubicado en Palacio, en la plaza de los Mártires.
Sin descalificar a Alejandra del Moral, quien seguramente es conocida en los 1125 municipios de la entidad por entregar las “tarjetas color de rosa” que, según el gobernador Alfredo del Mazo, han servido y mucho, para apoyar la economía de las mujeres. Quizá sea cierto y quizá se sobrevalora el efecto del programa.
La memoria de los políticos es corta.
Luis Donaldo Colosio fue colocado en esa dependencia por Carlos Salinas de Gortari y confiaba plenamente en el triunfo del sonorense. Lo habría logrado. Sus discursos, copia fiel de los que pronunciaba Martin Luther King, calaron hondo en la población y en Salinas. ¿Estaba arrepentido? Probablemente no. Sin embargo, tuvo que salir al quite y decirle a los priístas: “no se hagan bolas, el candidato es Luis Donaldo”.
Pasados los años, los tricolores confiaron en que quien ocupara la Secretaría de Desarrollo Social sería el candidato idóneo para recuperar la Presidencia de la República. Decidieron que José Antonio Meade Kuribreña, quien había pasado por las secretarías de Relaciones Exteriores y Hacienda, sería el adecuado. Había repartido dinero a manos llenas. Era el gobierno de Enrique Peña Nieto, en el que se tomaron programas inventados por Andrés Manuel López durante su paso por la jefatura de gobierno del entonces Distrito Federal.
Si bien es cierto Meade era el mejor calificado profesional y políticamente, la campaña nunca prendió y terminó en el nada honroso tercer lugar después de Andrés Manuel López y Ricardo Anaya.
¿Qué le hace suponer al señor Del Mazo Maza que la historia no se repetirá con Alejandra del Moral?
Es verdad, como nunca en esta administración se han destinado billones de pesos a los “programas sociales” y con ese dinero el presidente de la República construyó y fortaleció su estructura electoral. Prueba de ello son los 20 gobiernos que detentan militantes de Morena. Las dos terceras partes del territorio nacional están gobernadas por los y as guindas.
Si el PRI “tiene manos para proponer a la candidata” rumbo a los comicios del próximo año y decidió por quien fue derrotada en las pasadas elecciones por la que volverá a ser su rival, podría ir en solitario y, como lo reconocen los tricolores, los azules y los amarillos, es necesaria la alianza para frenar a Morena.
¿>Aceptarán Marko Cortés y Jesús Zambrano la candidatura de Del Moral?
¿La apoyarán con lo que tengan de fuerza electoral?
Son preguntas que deberá responderse el propio gobernador. Y nadie más.
EL bienestar rosa no garantiza los votos suficientes para su triunfo. El gobernador olvidó cómo le fue en los comicios en donde resultó electo. Con la millonada -se habla de mil millones y más- que costó su campaña, la diferencia que le sacó a Delfina Gómez apenas rebasó el 3 por ciento.
Y Andrés Manuel López no estuvo en la boleta ni era Presidente de México.
La Joya de la Corona electoral está en riesgo. ¿Acaso doña Alejandra tendrá los arrestos para conservarla?
La división entre priístas es notoria. La ruptura de la coalición, está a un tris de consumarse.
La incertidumbre acompañará a los tricolores durante los siguientes meses y hasta junio del próximo año.
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