ALFREDO MEJÍA MONTOYA
A escasos días del inicio del quinto año de gobierno, están ocurriendo eventos que en el pasado prácticamente era imposible que sucedieran. El pueblo como simple espectador observa cómo el régimen está cambiando de uniforme; cómo su color guinda institucional pasa al color verde olivo; de forma de iniciar la sucesión presidencial mediante destapes de candidatos al de corcholatas; de afirmar que tenemos un país seguro; a negar que la dependencia más importante del gabinete SEDENA, fue hackeada en sus archivos; de no tener políticas públicas definidas a convertirse en el vocero del partido oficialista desde la tribuna mayor del país, en sus matinales a cargo del erario federal, esto es, dinero público; de no ejercer el cargo de titular del ejecutivo a ser el líder nuevamente de su partido, que es lo que más le gusta, gastarse el dinero que no es suyo, en sus campañas.
Un cambio trascendente viene a ser el hecho de que López obrador afirmaba que no había masacres y crímenes tumultuarios, expresaba que la delincuencia organizada (DO) solo se enfrentaba entre ella por los territorios, lo cual no es verdad, en las masacres van incluidos integrantes de la sociedad civil y algunos con cargos públicos.
Respecto de los crímenes de este narco-régimen ya van 18 alcaldes, 31 regidores y 11 síndicos y decenas de personas de la sociedad civil, como daño colateral.
En cuanto a la información abierta en los SEDENA LEAKS, de acuerdo a la coyuntura en que fueron transmitidos y confirmandos o negados, da cabida a que podrían haber dado otra información a confirmar, sin embargo con los sedena leaks se descubre que los Municipios ya han sido dominados y controlados por la DO, y no sólo eso, ya están en disputa con otras organizaciones similares y en términos genéricos han quedado aislados, sin policía y sin recursos, la población ya convive y los identifica plenamente. Y el gobierno federal no solo se queda impávido, sino, simplemente, no hace nada por liberar a ciertos municipios controlados ya por la DO. En cuanto a las Entidades Federativas, también se observa en el SEDENA LEAKS, que la corrupción y la invasión de la DO está creciendo exponencialmente en sus líneas de mando principales, tales como: Tamaulipas, Veracruz, Morelos, Zacatecas, Guerrero con su gobernador de facto, Michoacán, Sinaloa, Guanajuato, Colima, entre otros.
En ese orden, es viable sugerir que el titular del ejecutivo en México ya depende de la DO para el ejercicio de sus funciones en materia de política pública de seguridad y desde palacio nacional la estrategia de abrazos, no balazos, no ha funcionado ni funcionará y tal parece que la intención es conformar un narco estado, al no combatirlo, ni ejercer sus atribuciones de proporcionar seguridad pública a la ciudadanía, al contrario los atrapa y los libera, como sucedió en Culiacán con Ovidio Guzmán. López Obrador titular del ejecutivo previa cita va y se reúne con la madre del Chapo donde el mensaje que envió, trastoco el trasfondo de los intereses de la DEA y FBI; que los delincuentes protegen al Estado y este les otorga amnistía; que se portan bien; que hay que protegerlos porque son seres humanos, etcétera.
Con base en lo anterior, el peligro es latente y quizá hasta inminente, de que la DO pueda incrustar un representante dentro del organigrama del Estado Federal, en los niveles estatales y municipales puede decirse que ya lo está. Dando un demoledor golpe a la democracia, desprestigiándola y denigrando. Ya que el objetivo de ésta es representar, construir y mejorar nuestra república, ha caído en el dilema del mantenimiento de la organización misma, su supervivencia en cuanto a organización y, con ello, la salvaguarda de las relaciones de poder existentes perdiendo el papel de mediador, de procuradores de equilibrio ante las demandas muchas veces enfrentadas, aún las de la delincuencia, sobre todo porque López Obrador ha olvidado o ignorado para lo que fue elegido.
Por consiguiente, ello despertó el instinto básico del poder de la naturaleza humana, una última línea de defensa, alimentar mediante promesas etéreas a la ciudadanía, apelando a los instintos, a las profundidades de la naturaleza humana, a los sentimientos, en base a arengas apasionadas y gastados discursos subliminales, aludiendo la culpa a sus antecesores.
Lo más grave que está ocurriendo, es la presencia de la oclocracia que cada día se expone más, siendo la degradación de la democracia. Oclocracia, en su planteamiento con los antecedentes de López, es en cuando que las decisiones no las toma el pueblo sino la muchedumbre, como sucedió en la consulta del NAICM en Texcoco y de la Planta de Constellation Brands en Mexicali, donde fue la muchedumbre la que voto, llamándole muchedumbre a personas sin escrúpulos que actúan como grupo de choque que tiende proteger los intereses y deseos del gobernante en turno, en el caso, los del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En el caso, resulta ser la delincuencia organizada y la muchedumbre, que es manipulada esta y manipuladora la primera por el poder de las armas y por algunos actores políticos, donde deciden sin información suficiente lo que creen que le conviene al Estado, estando ya presente la oclocracia, esto es, el gobierno de la gente de la calle, o sea, un régimen en el cual se constata el debilitamiento del liderazgo político, teniendo estos que recoger las sugerencias de la muchedumbre para mantenerse en el poder.
Sabemos que, en los sistemas democráticos representativos, las elecciones son el mecanismo central de la toma de decisiones políticas. Los votantes cada vez son más escépticos en cuanto a la efectividad de la democracia y su capacidad para ser representados debidamente. Una de las razones para este escepticismo se debe a que los sistemas democráticos han postergado a un grupo social cada vez más amplio de ciudadanos que carecen de conocimiento político.
México ha sido uno de esos casos, casi de laboratorio, pero el temor de que ganara otra vez el partido tricolor, no creyeron más en dicho grupo político, que se caracterizó en ser brutalmente corrupto y con una impunidad que asusta, por ello los votantes fueron caldo de cultivo de otra plataforma ahora partido oficialista, que no se aleja mucho al régimen anterior, aunado con la colaboración electoralmente de la DO.
Claro que todo tiene su origen y su campo de cultivo, y es por ello por lo que, desde el desconocimiento de lo político, de la falta del saber de cómo funcionan los sistemas políticos y los regímenes de gobierno, surgen el rencor y la ignorancia, lo que lleva a una supuesta voluntad popular que no busca sino satisfacer los deseos de quien la manipula; que no razona, que se deja guiar al abismo, de una nación que no sabe mirar al futuro.
Futuro que es una de las premisas de la democracia, no ver el pasado, más que solo para no repetir los mismos errores de los actores políticos; estar en el presente y proporcionar bienestar a la ciudadanía y; siempre mirar al futuro para que los servicios públicos sean más eficientes y eficaces para las nuevas generaciones, que la generación presente está utilizando la infraestructura y servicios de las generaciones pasadas. En esta administración es casi nula esa infraestructura, y la que se construyó sin terminar al final del día, resulta ser más caro y más gasto, al no generar sustentabilidad en cada una de ellas.
La práctica de gobernar para un grupúsculo que apoya los intereses del titular del ejecutivo resulta inoperante y si corruptor de la democracia, es por ello, que no se debe permitir que exista un narco estado, que está creciendo exponencialmente y en el bunker central de palacio solo se hacen reuniones y López solo solicita datos numéricos, pero no se toma ninguna acción. No combatir a la DO es corrupción; apoyar sus acciones por omisión, es corrupción y; deliberadamente no habla de los crímenes que la DO realiza y no afrontar la realidad existente en el país, es corrupción. Entonces vienen a ser iguales a los del pasado que tanto tiempo combatió en sus campañas.
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