El Potro Gutiérrez sigue con una racha sin perder, pero fue incapaz de sacar ventaja en casa. Ahora los cementeros están contra las cuerdas y no le queda más que ir por todo a la Sultana del Norte. El triunfo será su obligación ante unos Rayados que no vieron mal un empate en la capital. Ahora en casa y con su gente buscarán sacarle provecho a su segundo lugar general. 0-0 final.
Cruz Azul fue sorprendido de inicio. Los norteños propusieron el juego, demostraron que no iban a defenderse en Santa Úrsula y hasta Vucetich mandó una alineación ofensiva con Germán Berterame y Rodrigo Aguirre al frente. Eso no lo esperaban los capitalinos, quienes de inicio tardaron en descifrar el estilo del rival.
En uno de los ataques de la visita, Luis Romo fue derribado por el portero Jesús Corona debido a una salida a destiempo con el puño. La jugada fue aparatosa, el mediocampista quedó derribado, pero el árbitro no marcó falta y el VAR tampoco le avisó sobre un posible penal. Todo siguió.
Los celeste hizo lo suyo y empujó a los suyos con el famoso «ole». La Pandilla se desorganizó y mostró sus peores minutos. Eso despertó a la escuadra vestida de azul. Los cementeros tuvieron el balón y generaron las más claras. Ignacio Rivero incluso pudo abrir el marcador, pero se la perdió. El charrúa no supo definir cuando estaba frente a la Sabandija Andrada. El empate no se movió para el descanso.
En el complemento los celestes entraron con un bajo rendimiento y eso le pesó. Monterrey quiso recomponer y lo logró, pero Berterame no salió en su mejor noche y Aguirre pasó desapercibido. Funes Mori volvió a jugar después de más de 50 días, pero tampoco pudo ser determinante.
Cruz Azul necesitaba algo más que un chispazo para irse con ventaja a la Sultana del Norte, pero el poste se lo impidió a Nacho Rivero. Fue todo. La Máquina no pudo en el Azteca ante Rayados y tendrá que ir al norte por todo.