Punto de Vista
Jesús Michel Narváez
Inexplicablemente me quedé sin internet.
Sin, presuntamente, fallas en la conexión.
Una persona, de nombre Ricardo Pérez, respondió a mi llamado al 050 y, con la atención correcta, me atendió.
La explicación: es una falla de intermitencia.
Tendremos que acudir a su domicilio para checar el cableado.
Lo extraño de todo es que, desde hace unos días, trabajadores de Telmex iniciaron el “cambio” de cables y, sí, se iniciaron las intermitencias.
Al mismo tiempo, durante una semana, cuando menos 10 llamadas al fijo y otras tantas al celular -número de contacto- me hicieron desde las oficinas de la telefónica para indicarme que cambiarían el modem y que un servicio de paquetería haría entrega del nuevo aditamento y debería entregar el actual.
Conociendo cómo se las gastan en la empresa de Carlos Slim Domit -aunque el papá sea el memo, mero, entregué un modem que habían dejado cuando hicieron el anterior cambio.
¡Qué bueno que lo hice!
Conecté el nuevo y encendió un foco rojo, además de tres verdes.
Sin haber leído el manual -porque, usted sabe: ¡hágalo usted mismo!-, observé que no me daba acceso a internet. Lo desconecté y lo reporté.
Me obsequiaron un folio: 49314528 e informaron que revisarían de manera remota la falla y que, con voces femeninas agradables, ”no se preocupe, todo quedará resuelto”.
Pasaron días y nada.
Seguimos trabajando con el modem anterior y sin mayores problemas, más allá que de repente indicaban las computadoras…¡inténtelo más tarde!
Me llamaron ayer. Una mujer con melodiosa voz me preguntó: ¿el titular de la línea? Asentí.
“Le informamos que avanzamos en el servicio”.
¡Qu{e bueno!, respondí.
Por ello le pedimos que encienda el modem nuevo para monitorearlo y corregir la falla.
Accedí.
Lo encendí.
Y una hora después, quedé sin conexión a internet.
En la computadora aparecía estar conectado. Intenté una y otra vez acceder a Misión Política y a mi correo personal.
Negadas las respuestas.
Por la noche, después de aplicar los protocolos: apaga la computadora, desconecta la corriente durante 30 segundo y enciéndela, seguí sin internet. Insisto: el pc señalaba tener buena conexión.
Y nada.
En el trabajo nuestro -de mi esposa y mío- estar desconectados de internet es aprender a amar a Dios en tierra ajena.
¿Cómo bajar las informaciones de los colaboradores de Misión Política?
¿Cómo enterarnos del acontecer nacional y mundial?
¡Imposible!
El señor Pérez me dijo, después de minutos en el auricular fijo, tiempo en que llevó revisar remotamente la falla, que mañana (hoy) acudiría un técnico para revisar todo el cableado -que hasta esta tarde estaba correcto- para corregir lo que, confirmó con el monitoreo, era una falla.
¿Y mientras qué hago?
El silencio dijo más que mil atentas palabras. Mientras me quedé sin internet en mi correo personal y en el de Misión Política. ¿Coincidencia?
Y me pregunto con seriedad: ¿Alguien está molesto, irritado o enojado por lo que publicamos en Misión Política que es capaz de utilizar su influencia para crearnos problemas?
No lo dudo.
La lucha por la libertad de expresión, sigue y seguirá.
E-mail:jesusmichelmp@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: misionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por RADIO CAÑÓN en el 760 de AM.
