La Gravedad del Hackeo

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

¿Y si los hackers fueron contratados por narcotraficantes o el crimen organizado?

No es una pregunta retórica ni ociosa.

La capacidad financiera con que cuentan los criminales y la impunidad con la que actúan “gracias” a la política de abrazos y no balazos, debe ser analizada por los expertos cibernéticos y refutar, si se puede, la afirmación de que el grupo Los Guacamayos, es extranjero y no responde a los intereses locales.

Tomar el tema casi a chunga como lo hizo ayer el presidente de la República, no es la forma en abordarlo cuando se trata de algo que puede representar un riesgo para el país.

Solamente hay que imaginar si los hackers fueron capaces de penetrar la seguridad de la Defensa Nacional qué no podrían hacer con Pemex, Banco de México, Bolsa Mexicana de Valores, sistema financiero y bancario en general y con instituciones en las que se resguardan datos estratégicos y clasificados.

El hackeo a la Sedena evidencia que en México se ha dejado al garete la ciberseguridad y que entidades como Pemex, en donde se cancelaron los antivirus, por citar un ejemplo burdo pero real, lo que evidencia la poca importancia que le da este gobierno a los ataques cibernéticos que podrían, incluso, hacer estallar pozos por tener en sus manos planos, proyectos y programas financieros.

Pemex ya fue hackeado hasta en tres ocasiones. Algunos bancos de los más grandes, también han sido objeto de ataques cibernéticos.

Si en la iniciativa privada no prestan atención a este problema, es muy suyo y de nadie más.

Dejar que las instituciones mexicanas, las del Estado, sean vulnerables porque no se quieren invertir en protecciones que den seguridad, es una irresponsabilidad.

Presuntamente el sistema de cómputo del INE es “súper seguro” y, sin embargo, ha sido hackeado, aunque poca importancia tiene toda vez que el Padrón Electoral se vende en Tepito gracias a que alguna persona que trabaja para algún partido político lo obtiene cuando le es entregado por la propia institución.

Evidenciar la debilidad en materia de seguridad en sistemas de cómputo, como ocurrió con la Secretaría de la Defensa Nacional, abre las puertas a los ciberterroristas a realizar sus acciones en otras entidades cuyas medidas de seguridad sean aún menos robustas.

Porque se tiene que suponer que la Defensa, la Marina, la Guardia Nacional, las secretarías de Gobernación, Seguridad Pública, Hacienda, entre las más importantes, cuentan con información clasificada en diversos rubros y por tanto sensibles para el desarrollo e incluso la soberanía nacional.

Como nota periodística sí es importante saber el estado de salud del presidente de México, más es el interés superior de la Nación. Si fallece por alguna de sus múltiples enfermedades, las instituciones resisten. Si las instituciones son violadas y sus informaciones son de seguridad nacional, aunque viva el Presidente el país podría desmoronarse.

Si los criminales, cuyas bases de operación se encuentran en México y se expanden por el mundo entero, participaron en el hackeo contra la Defensa Nacional, estarían en capacidad de cogobernar, en principio, y de gobernar más adelante.

Lo ocurrido no s para escuchar canciones de Chico Che. 

Es para preocupar a todo el sistema político, económico y social del país.

Hay que tomar con seriedad y conceder la gravedad que tiene el ataque de Los Guacamayos.

E-mail:jesusmichelmp@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: misionpolitica y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por RADIO CAÑÓN en el 760 de AM.

 

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