ALBERTO MENA MALLEN
Conforme avanza este gobierno de la 4T, las quejas por todo se acumulan día a día y no hay funcionario que responda adecuadamente a las mismas, ya que, al generar divisionismo, se provocan soluciones parciales y dirigidas hacia grupos preferenciales que presionan a sus gobernantes para que los atienda primero que a otros.
Y en este caso, los primeros que hay que voltear a ver son los electores adoctrinados de Morena, quienes hasta el momento sostienen a la administración pública y al partido que cada día se enrarece más en su interior, por haberse adelantado a la sucesión presidencial y donde hasta ahora, contienden tres “corcholatas”, como los nominó el presidente de la República, mismos que no cuentan con un historial transparente, pero si muchas quejas que se hacen a un lado por parte de los morenistas, incluso hasta por el primer mandatario.
El transitar de estos personajes de la administración pública y de la política está lleno de dudas y hechos que no les permite ser los mejores candidatos, ya que tienen “cola que les pisen”, por su trayectoria durante años, además de que no han demostrado con hechos que pueden llevar a buen puerto un gobierno tan complejo y tan difícil por lo que tendrán pelea por parte de sus oponentes, en caso de que sea un buen o varios elemento el que elijan.
El hecho de que hayan sido destapados a mitad del actual gobierno ha permitido a sus seguidores darse hasta con la cubeta y desgraciadamente existen ya circunstancias, que se han presentado con anterioridad, que permite a los analistas señalar que algo parecido va a suceder con lo que fueron las “tribus” del PRD, donde se enfrentaron unos y otros.
Poco a poco, conforme avanzaban los meses del actual gobierno, se han presentado un sinfín de quejas por todos lados, y uno que es distintivo de la falta de respuesta fue el de la carencia de medicamentos para niños y personas con cáncer, a quienes se les dio la vuelta infinidad de ocasiones, y es fecha de que aún siguen las quejas por no haber una adecuada atención al respecto.
Mientras, hay más muertos por esta situación. También se agregan quejas por falta de medicamentos en el sistema de salud, situación que lleva 4 años y aun no se resuelve.
Desgraciadamente la 4T solo habla de quejas que se presentaron en administraciones pasadas y es un argumento que se presenta casi todos los días, pero no hay planes y programas que verdaderamente sirvan, por ejemplo, para combatir la inseguridad y la violencia que ya está desbordada en el territorio nacional. De acuerdo a AMLO, todo va muy bien y con cifras a la baja, mientras la realidad continúa contrastando sus “otros datos”.
Una queja que se repite constantemente es la militarización del país, donde la 4T argumenta que no es tal y como lo afirman sus contrincantes políticos, sino que es para evitar la corrupción que imperó durante los pasados gobiernos, pero que hasta el momento no hay sanción alguna para los deshonestos, o no se informa adecuadamente, que es un obscuro símbolo distintivo de la transformación.
Muchas de las quejas las dejan a un lado y no importa de qué magnitud sean, ya que a más de un año de la inundación que provocó muertes en Tula, Hidalgo, y de la promesa de que se atenderían, es hora de que no hay solución al problema, ya que se olvidaron de los damnificados quienes todavía comentan que no han sido atendidos hasta el momento.
Existe un sinfín de quejas en dependencias federales porque carecen de lo más mínimo, hasta de personal, tal vez debido a una mala administración o por la ya famosa austeridad franciscana que implemento la 4 T, al hacer recortes presupuestales a muchas de ellas y de dirigir los recursos públicos hacia las obras morenistas que se chupan los dineros de todos los mexicanos, y con la duda de que nadie sabe si serán útiles o no.
Con relación al aeropuerto Felipe Ángeles, ya se ha demostrado con el tiempo de que no se hicieron las cosas en forma adecuada, porque está subutilizado, lo que conlleva a gastos de operación que salen de las arcas públicas, además de que todo se hizo con prisa, tan es así que las comunicaciones hacia esa terminal aérea aún no concluyen, lo que provoca gastos excesivos a quienes tienen que volar desde ahí.
Muchos padres de familia se quejan de las políticas y acciones implementadas por las autoridades educativas, que por cierto cumplen más con la lealtad al primer mandatario, que con el profesionalismo que deben de tener quienes encabecen este sector, ya que, la incompetencia permite gastos innecesarios y muchos enojos de quienes padecen esta situación.
Igualmente hay muchas quejas de los ciudadanos desplazados de sus lugares de origen como consecuencia de la violencia y la inseguridad en las mismas, ya que se tienen que gastar sus ahorros y pocos recursos que poseen para poder estar a salvo, ya sean en otras localidades o con familiares que los acogen por un tiempo. Cuando regresan a sus casas, ven con tristeza que han sido despojados de sus pertenencias por el crimen organizado o por ladrones y no hay apoyo de sus gobiernos.
Y algo de lo que desde hace mucho se han quejado los automovilistas, es el deterioro -o baches-, que existen en vialidades y carreteras, y a pesar de que se ha prometido programas que lo solucionen, continúan con hoyos que se perpetúan en las mismas calles y que por ello hace que los propietarios tengan que gastar dinero extras para reparar sus vehículos, y tal vez, en la 4T están conscientes de ello con el argumento de que esto genera movilidad económica y empleos.
Otro punto de quejas se relaciona con los médicos, quienes han sido violentados cuando atienden a pacientes en tierras lejanas, rurales o que no tienen apoyos para ello, mientras el gobierno se queja de que son unos ingratos, poco profesionales y que por ello contrató a galenos cubanos que, si atenderán a la población de estos lugares, -quienes han sido acusados de ser personal que busca adoctrinar a sus pacientes a favor de la 4T.
En fin, hay que acostumbrarse a las quejas sin respuesta o sin solución.
fermallen@gmail.com
