Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Sin rodeos y sin entender bien lo que analizará el Pleno de la Corte y, por supuesto, sentenciará el próximo lunes, el presidente López decidió amenazar a los jueces “corruptos” y dar a conocer sus nombres esta mañana.
Aunque se presume tener un cuerpo de asesores liderados por Lázaro Cárdenas Batel y contar con una Consejería Jurídica que, por cierto, ya no está en Palacio Nacional sino en otro, el de Covián, el presidente tiene “otros datos” y da por hecho que la prisión preventiva oficiosa es la llave para abrir la celda y encarcelar a medio mundo. Ignoro si está enterado de que existe la otra figura. La de prisión preventiva justificada.
De acuerdo con hasta esta semana oficiales, porque conforme hay detenidos cambia cotidianamente, en las prisiones del país hay 213 mil reclusos, de ellos, 97 mil se encuentran detenidos bajo la figura de prisión preventiva justificada y solamente 7 mil, de los 213, están con prisión preventiva oficiosa.
Y un magistrado, presidente de uno los tribunales colegiados del primer circuito, informó que de los últimos “ninguno ha sido liberado”.
Según el huésped temporal del Virreinal Inmueble, que es del país, de todos los mexicanos y no de su propiedad, “los jueces liberarían a diestra y siniestra, si ya lo hacen, se agravaría el problema. Si el Poder Judicial estuviese moralizado, entonces no tendríamos nada de qué preocuparnos, pero el Poder Judicial sigue siendo el Poder Judicial de tiempos atrás, caracterizado por la corrupción”.
Y por ello, hizo el anuncio: “Mañana (es decir hoy 31 de agosto) voy a dar a conocer todos los casos que tenemos así, porque van a resolver sobre este asunto y a lo mejor pues los ministros están hasta arriba en el pináculo, pero y qué pasa en la vida diaria”.
Como es del conocimiento público, el ministro Luis María Aguilar, será el ponente del proyecto en el que se propone la desaparición de la prisión preventiva oficiosa por ser inconvencional y el asunto está agendado para resolución del lunes 5 de septiembre. Aunque la discusión estaba programada para el martes pasado, en apariencia por respeto al 4º. Informe de gobierno que entregará mañana, por escrito, al Congreso de la Unión, se pospuso.
Del proyecto, dice: “Viene esa nueva reforma promovida por los potentados”, al subrayar que es un proyecto que protege a los delincuentes.
Su postura es injerencista en la independencia del Poder Judicial Federal. A los jueces que pierden el rumbo, se les acusa en el Consejo de la Judicatura Federal, única instancia para sancionar incluso con prisión preventiva justificada. Y el presidente hará públicos los nombres de los togados en su mañanera, que equivale a romper el principio de inocencia y conlleva la exhibición ante el “juzgador del pueblo” para asestar el golpe mortal que matará al acusado antes de iniciado el proceso.
Si cumple su palabra, porque la incumplido decenas de veces, pondrá en riesgo la integridad física de los juzgadores, con la pretensión de que los 7 ministros y las 4 ministras reculen en la propuesta que se discutirá el lunes.
No busco ser irrespetuoso, pero supongo que los presuntos corruptos deben estar escuchando a Chico Che y justamente la pieza que difundió en su show hace unas semanas para mostrar cómo estaba temblando por las quejas de Estados Unidos y Canadá para celebrar consultas por las violaciones al T-MEC.
Si los jueces están escuchando la misma música, lo que mostraría el mal gusto, estarían imitando al inquilino y no tendrá por qué molestarse.
Y tiene el colofón: va a limpiar el Poder Judicial de la Federación… y uno preguntaría cuándo lo hará con el Poder Ejecutivo Federal.
Tan, tan… y mira cómo tiemblo…
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