DEL CINE Y LAS LEYES
El Portero del Perdón
HORACIO ARMANDO HERNÁNDEZ OROZCO
“Trautmann” (“The Keeper”) película biográfica británico-alemana dirigida por Marcus H. Rosenmüller, protagonizada por el actor alemán David Kross (Bert Trautmann), Freya Mavor (Margaret Friar), John Henshaw (Jack Friar), Harry Melling (sargento Smythe), Gary Lewis (Jock Thomson) y Butz Ulrich Buse (rabino Altmann); se estrenó en el Festival de Cine de Zúrich de 2018.
Corre el año de 1945, y meses antes de que acabe la Segunda Guerra Mundial, un prisionero de guerra alemán se enamora de una joven inglesa, pero obviamente los prejuicios siempre están latentes.
Basada en hechos reales narra el romance entre Bert Trautmann y Margaret Friar, que vivieron una historia de amor en la que tuvieron que luchar contra los prejuicios, la hostilidad pública y la tragedia.
LA CAPTURA
En 1945, el paracaidista alemán Bert Trautmann es capturado mientras combatía en los bosques cerca de Kleve. Transferido a un campo de prisioneros de guerra británicos en Lancashire, él y sus camaradas son mantenidos bajo estrictas condiciones y obligados a trabajar para reparar el daño que su país ha causado en el área circundante.
Un prisionero de guerra, también conocido como enemigo prisionero de guerra, es un soldado, piloto o marino que es hecho prisionero por el enemigo reclutarlo para jugar como portero, pues el equipo está punto de descender.
Para Jack Friar no sólo fue sobornar al comandante sino lidiar con su familia y aunque la guerra terminó recientemente con la derrota de la Alemania nazi, los otros jugadores están enojados porque se les pide que jueguen junto a un hombre de un país con el que estuvieron en guerra hasta hace poco, pero con pocas opciones aceptan salir al campo.
Una serie de buenas actuaciones hacen que los jugadores acepten lentamente el lugar de Bert en el equipo.
LA REPATRIACIÓN
Cuando St Helens Town llega a su partido decisivo de descenso al final de la temporada, se anuncia que el final de la guerra ha llevado a una oferta para que los prisioneros de guerra alemanes sean repatriados; Trautmann es libre de regresar a su casa en Bremen, pero elige quedarse para apoyar a su equipo.
La repatriación de varios prisioneros de guerra se dio gracias a los tratados que se firmaron durante la rendición de los países en conflicto; y para ello se clasificaron a los prisioneros en tres grupos: 1. Los que odiaban el régimen nazi; 2. Los que son apolíticos; y, 3. Los de desde los ocho años solo han conocido el nazismo como forma de vida política y social.
Bert era catalogado en el tercer grupo, por eso Trautmann rechazó la oferta de repatriación a Alemania y, tras su liberación en el año 1948, se estableció en Lancashire; aunque tras la Segunda Guerra Mundial se dio una migración masiva de alemanes, que fue una expulsión forzada de entre 12 y 14 millones de nacionales alemanes (Reichsdeutsche) y alemanes étnicos (Volksdeutsche) de los diversos Estados y territorios de Europa, en los tres años siguientes a la Segunda Guerra Mundial (1945-1948).
LA OPORTUNIDAD
El entrenador del Manchester City, Jock Thomson se acerca a Bert y le ofrece un lugar en su equipo de la ciudad para reemplazar al retirado Frank Swift; la conferencia de prensa por su llegada se vuelve hostil cuando la prensa de Manchester, que representa a una ciudad con una gran población judía, exige que Bert responda preguntas sobre sus antecedentes militares.
La decisión del equipo de contratar a un antiguo paracaidista leal a las fuerzas del Eje propició las protestas de los aficionados e incluso una manifestación en la que participaron 20 000 personas; estas multitudes protestaron fuera de Maine Road y los seguidores de la ciudad lo bombardean con abucheos.
El entrenador Thomson convence a sus jugadores, quienes lo aceptan y afirman que «no hay guerra en este vestidor».
Thomson y la junta de la ciudad tuvieron pláticas con los poseedores de boletos de temporada que pretendían sabotear al equipo; la intervención del influyente rabino Altmann fue decisiva, quien escribe una carta abierta a la ciudad publicada en un periódico local pidiéndoles que examinaran a todos los hombres individualmente sin prejuicios nacionales.
Con las continuas buenas actuaciones en el campo de juego, el estado de ánimo cambia y pronto Trautmann es bienvenido por jugadores de otros equipos de todo el país, hasta llegar esa histórica final de la Copa FA de 1956, en la cual Bert vuelve a ganar elogios por su magistral portería, cuando una peligrosa colisión con el jugador del Birmingham City, Peter Murphy, le rompe una vértebra en el cuello y casi le cuesta la vida; a falta de 20 minutos para el final del partido, y claramente en mal estado, Trautmann se niega a abandonar el campo y continúa haciendo varias paradas valientes, impidiendo que el Birmingham City marque más goles y, el Manchester City gana 3-1.
Trautmann fue nombrado futbolista del año por la Asociación de Escritores de Fútbol en 1956, permaneció en el Manchester City hasta 1964 y disputó un total de 545 partidos oficiales; fue nombrado Caballero de la Orden del Imperio británico por su contribución al entendimiento entre el Reino Unido y Alemania a través del fútbol.
Una épica historia de perdón al enemigo y de aceptación al gran ser humano que fue Bert Trautmann, pero ¿se requerirá de grandes actuaciones en lo deportivo para perdonar a un excombatiente de guerra?
La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…