Pocas Esperanzas de que en el Resto (Dos Años) Haya Cambios Benéficos

*Una Política Presidencial: Debilitar y Tácitamente Desaparecer a las Oposiciones

*Acostumbrado a Vivir en Campaña su Memoria Política Alcanza Cinco Presidentes

*Y Culpa a Mandatarios del Pasado del Explosivo Crecimiento de la Violencia

*El Fracaso de “Abrazos no Balazos”, Cubierto por los Casos Lozoya, Robles y Murillo Karam

*En el Filo de la Navaja la Relación con Estados Unidos por el Caso del T-MEC

*Las Obras del Gobierno Federal de “Seguridad Nacional” y la Violación a la Ley

JESÚS MICHEL NARVÁEZ

Pasado mañana, primero de septiembre, se habrán cumplido 3 años y 10 meses y transcurrido mil 95 días, 33 mil 768 horas y un millón 148 mil segundos. 

No, no se trata de tarea de matemáticas… aunque podría decirse que es “preliminar” el trabajo.

Porque aún faltan 730 días…

¿Para qué?

Iniciar otra vez la cuenta de desaparecidos, asesinados, de los empleos perdidos, del mediocre crecimiento económico, de la necesidad de mejorar tres pilares del país: salud, educación y alimentación, reiniciar una nueva etapa de la Nación, aunque no necesariamente distinta a la que ha vivido su población durante 3 años y 10 meses de la administración encabezada por Andrés Manuel López.

Bajo la premisa de haberse comenzado la cuarta transformación de la República, a la distancia de la toma del poder y la rendición del cuarto informe de gobierno, el oficial, aún se desconoce en qué consiste. Porque la postura de “primero los pobres”, que se entendió como atenderlos para incorporarlos a mejores niveles de vida, ha funcionado a la inversa: no se redujo la pobreza. Aumentó en casi 10 millones -cifras del Coneval- y la extrema pobreza va al alza. Podría decirse que la semilla está sembrada pero el árbol no florece.

Similar situación ocurre con la violencia, la criminalidad, los sembradíos de marihuana y amapola, la producción de drogas sintéticas, el trasiego. El narcotráfico a plenitud. Extorsiones, cobro por derecho de piso, participación abierta en elecciones y control de policías locales, estatales y federales. 

La política gubernamental de no frenar la creciente violencia, porque ahora se “ataca la raíz” y no como “antes”, ha producido un incremento de homicidios dolosos. Datos oficiales del Secretariado de Seguridad Pública, revelan que al mes de julio se contabilizaban 131 mil 712 homicidios dolosos, producto, según Palacio Nacional, de enfrentamientos entre los criminales. En el lapso referido líneas arriba, las desapariciones suman 34 mil. Y las aprehensiones de victimarios… ¡se desconocen!

En materia económica, el crecimiento del PIB ha sido más que mediocre. En el primer año de gobierno, el INEGI de Julio Santaella, salvó el escollo de la recesión al hacer público que se alcanzó un 0.01 por ciento del Producto Interno Bruto. Los siguientes 12 meses fueron dramáticos: la economía cayó 8,5 por ciento, a causa del cierre total de actividades no esenciales por la pandemia de Covid-19, desdeñada por el presidente y el responsable de atenderla, Hugo López-Gatell. Con datos oficiales se habla de 329 mil fallecimientos. “otros datos” exponen 900 mil. En 2021, hubo recuperación económica. Sin embargo, no alcanzó a cubrir lo perdido 12 meses antes. El presente, registrará en el mejor de los casos 1.8 por ciento. La historia de las últimas 3 décadas 

Son 46 meses de vivir en un México dividido, polarizado. El maniqueísmo presidencial, avalado y apoyado por quienes conforman el aparato del poder público, ha conducido a una, hasta ahora silenciosa, rebelión de los afectados. Recursos entregados a programas sociales, sin rendición de cuentas -lo hace público la auditoría Superior de la Federación al revisar las cuentas públicas de 2019, 2020 y 2021-, dispendio en las obras emblemáticas cuyos presupuestos iniciales han sido duplicados no obstante que participa el Ejército con miles de soldados y oficiales y paga los salarios de los castrenses.

Han sido 46 meses de engaños y mentiras. Aquellos compromisos de campaña (luego formalizados en los 100 que habría de cumplir en su mandato), de terminar con la escasez de medicamentos, de contar con un sistema de salud como el de Dinamarca o Canadá, terminar con la violencia en 6 meses, entre otros, están en la palabra, en el video, en el papel quizá, no en la realidad. El combate a la corrupción no aterriza y lo reconoce cuando señala: “…tienen mucho trabajo los que nos van a relevar, porque se está limpiando de arriba para abajo pero no se avanza, lo importante es seguir limpiando y esto está dando frutos. Están muy enojados, pero entre más me golpean más digno me siento”.

LOS ACIERTOS

POLÍTICOS

En materia política, el presidente López ha tenido aciertos, importantes, pero también desaciertos.

Lo positivo: la postulación de mujeres al Congreso de la Unión y a los gobiernos estatales. 

Por primera ocasión en la historia de México, 7 mujeres son gobernadoras y 6 de ellas alcanzaron el poder a través de las postulaciones de Morena y el aval presidencial.

Solamente el PAN cuenta con la otra gobernadora.

También por primera ocasión un partido de nueva creación alcanza 16 gubernaturas hasta antes de las elecciones de junio pasado en las que ganó 4 y suma 20, además de sus aliados del Verde y Encuentro Social, con uno cada partido.

Sin que pueda atribuirse a Morena la paridad de género en la Cámara de Diputados, sí influyó para que los otros institutos políticos postularan a mujeres para ocupar una curul en la Cámara de Diputados. En los 32 congresos estatales se elevó también el número de legisladoras.

En contraparte, durante estos 46 meses de gobierno, el presidente se empeñó en desprestigiar al INE no solo al consejero presidente, sino a toda la institución.

Bajo el argumento de que “ganan mucho y hacen poco”, Andrés Manuel López atacó abiertamente el trabajo del INE y del TEPJF. 

Propuso una iniciativa de reforma electoral -sostenida con alfileres en la Cámara de Diputados y en riesgo de caer en cualquier momento- en la que pretende que los consejeros electorales sean electos por “el pueblo” al igual que los magistrados del Tribunal; busca desaparecer a los organismos electorales estatales y desaparecer a los diputados de mayoría, para sustituirlos solamente por los de representación proporcional, además de reducir el número de legisladores de 500 a 300; el Senado se compondría por 96 congresista y no por 124 como en la actualidad.

En su exposición de motivos establece que se acabarían los fraudes electorales -no hay uno solo registrado en los comicios de 2018 y 2021-, se reduciría el gasto al compactar al INE que tendría la responsabilidad de organizar todas las elecciones que se realicen en el país. 

Aunque ha sido promotor, de palabra, de la reducción de las prerrogativas que se entregan a los partidos políticos con dinero público, en la iniciativa no contempla este rubro.

Sin embargo, su partido, ha insistido en que los institutos con registro nacional reciban el 50% de lo que en la actualidad.

En estos primeros tres años fiscales, Morena ha recibido cerca de 6 mil millones de pesos y para el 2023 el Consejo General del INE destina mil 900 millones de pesos.

Por la fórmula matemática establecida para las prerrogativas, los partidos las reciben calculando el número de votos obtenidos.

Desde el inicio de la administración, la política presidencial ha sido debilitar y de ser posible, desaparecer a las oposiciones. Le importan el PRI, el PAN y el PRD. Al primero lo ha reducido al máximo. Después de las elecciones pasadas, el que fuera considerado “Partido de Estado” por tener el control total de los estados, antes de finalizar el año tendrá solamente dos gobernadores y el próximo podría quedar sin ninguno. Su destino es incierto. Al PAN le arrebató 5 entidades, al PRD las dos únicas con las que contaba. El partido en donde Andrés Manuel López creció como político, corre el riesgo de desaparecer.

EL PASADO,

SU BOTÍN

Acostumbrado a vivir de campaña en campaña con los intervalos constitucionales, el presidente López encontró en el pasado el botín que le ha redituado enormes ganancias.

Su memoria política alcanza desde Carlos Salinas de Gortari hasta Enrique Peña Nieto. Su acérrimo rival, Felipe Calderón, tiene prioridad.

No olvida a Ernesto Zedillo Ponce de León y tampoco a Vicente Fox Quesada. Para quien hoy ocupa el Palacio Nacional como residencia oficial y personal, todos ellos, los 5 conformaron el eje del mal conocido por neoliberalismo. Se salva Miguel de la Madrid quizá por haber fallecido.

Sus héroes del siglo XX: Lázaro Cárdenas del Río y Luis Echeverría Álvarez. De los dos, toma ejemplos e incluso de Adolfo López Mateos. Al michoacano y al mexiquense, los utiliza para compararse con ellos en tratándose del petróleo y la energía eléctrica.

De Salinas, al que considera el “jefe de la mafia”, le recuerda que ganó la Presidencia de la República cuando se “cayó el sistema” y por ello derrotó a Cuauhtémoc Cárdenas. De Zedillo tiene en la memoria el surgimiento del Fobaproa y la entrega del sistema ferroviario y lo exhibe por haber sido consejero de las empresas ferrocarrileras que entregó.

A Fox lo acusa de haber traicionado la democracia al apoyar a Felipe Calderón para que lo sucediera, a pesar de que haber ganado con menos del uno por ciento.

Calderón es su “Borolas” favorito. Le atribuye el derramamiento de sangre en todo el país a causa de su “fallida” guerra contra el narco. Lo cuestionó en campaña por haber sacado al Ejército de sus cuarteles y se comprometió, con el pueblo, los ciudadanos, los votantes, que al llegar a Palacio Nacional los regresaría de inmediato. Jamás lo cumplió y, por el contrario, aumentó el número de efectivos haciendo actividades de “seguridad nacional”, no de “seguridad de la soberanía”.

Ante el fracaso de su política de abrazos no balazos, aprovechó que Genaro García Luna fue detenido en Estados Unidos por presuntos nexos con el crimen organizado y el narcotráfico -situaciones no compradas aún- y día a día lo menciona como el artífice del explosivo crecimiento de la violencia en México. Ha mencionado que Calderón sabía todo lo que hacía su jefe de policía federal. 

A Peña Nieto lo había salvaguardado hasta hace un mes cuando dio a conocer que la Fiscalía General de la República tenía abiertas carpetas de investigación por los presuntos delios de lavado de dinero, dinero de procedencia ilegal. El tema era esperado desde la aprehensión de Emilio Lozoya Austin, quien se coinvirtió en el primer exfuncionario de primer nivel en ser detenido. Durante los primeros 12 meses posteriores a su aprehensión ocurrida en España, el exdirctor de Pemex gozó del privilegio de ser “testigo colaborador”. Se esperaba que aportara datos confiables para solicitar órdenes de captura en contra de personajes como Luis Videgaray Caso y, de ser posible, del ahora expresidente. En los interrogatorios, según reveló Santiago Nieto, habrían sido mencionadas 72 personas que estuvieron ligadas a los fraudes de Odebrecht y la compra de Agronitrogenados. 

Después de la caída de Lozoya vendría la de Rosario Robles por lo delito de ejercicio indebido del servicio público. Tres años encarcelada y después en libertad.

El último, hasta ahora, en ser detenido es el exprocurador general de la República, Jesús Murillo Karam por haber “fraguado la verdad histórica” en el caso de los jóvenes de Ayotzinapa, secuestrados, desaparecidos y finalmente asesinados y el presidente le sugirió el pasado miércoles revelar quién le dio la orden de encubrir a los responsables.

La detención, pero en Estados Unidos, del general Salvador Cienfuegos por presuntos nexos con narcotraficantes de Nayarit, cimbró las estructuras políticas y militares. En un principio el presidente dejó en claro que su gobierno no cubriría ninguna acción ilegal y anunció que se investigaría a quienes estuvieron cerca del alto mando militar. Gestiones gubernamentales, nunca reconocidas oficialmente, lograron la liberación para ser investigado por la Fiscalía General de la República que informó no haber encontrado ningún elemento que involucrara al militar.

DEL NEOLIBERALISMO

AL NACIONALISMO

Durante los meses previos a su toma de posesión, el presidente electo López acordó con Peña Nieto que una delegación del nuevo gobierno se incorporara a las negociaciones del renovado T-MEC, petición concedida.

Con la representación del hombre que denodadamente buscó la Presidencia de la República en tres ocasiones, Jesús Seade formó parte de las negociaciones que, en su revisión, opuso resistencia por la redacción del capítulo 8n en donde se permitiría a extranjeros invertir para explotar hidrocarburos, modificación que fue aceptada por los negociadores de Estados Unidos y Canadá. Si bien se estableció la libertad de los países firmantes para modificar sus Constituciones, no se precisó nada relacionado con las concesiones y contratos para la generación energías limpias.  

Sin embargo, en 2021 la secretaria de Energía, Rocío Nahle publicó un decreto en el que cancelaba contratos relacionados tanto con explotación de hidrocarburos como generación de energías que son entregadas a la CFE.

Desde entonces, el presidente envió una iniciativa de ley para reformar la Constitución y borrar la reforma energética de 2013 en la materia. Los diputados de oposición impidieron que fuera aprobada y entonces se optó por modificar la Ley de la Industria Eléctrica argumentando que la energía eléctrica es de la nación, basado en la nacionalización decretada por Adolfo López Mateos en 1960.

Ante la aplicación de la ley, los afectados interpusieron amparos que les fueron concedidos y la LIE fue impugnada ante el Poder Judicial de la Federación que analizó en sesión pública el contenido. La votación de 7 a 4 por declararla inconstitucional no prosperó a falta un voto.

Sin embargo, el Gobierno “entendió” que la Corte había declarado “constitucional la ley” y apretó las sanciones en contra de los inversores privados.

Las agencias comerciales de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá interpusieron quejas para resolver, en primera instancia a través de consultas, el tema y, de fracasar, llegar a un panel de solución de controversias.

En este año, el presidente decretó la “nacionalización del litio” a través de una reforma a la Ley Minera. Canceló cuando menos tres concesiones de largo plazo otorgadas en gobiernos anteriores.

Y en el sentido nacionalista, también el gobierno decretó que todas las obras que realice el gobierno federal sean considerarlas de “seguridad nacional”, violando el contenido de la ley correspondiente.

EL INFORME CON

¿ALGO NUEVO?

A raíz de lo que Estados Unidos y Canadá consideran violatorio del T-MEC, el gobierno de la República endureció su postura frente a sus pares y ha dado a conocer que, si el mercado comercial más grande del mundo pone en riesgo la soberanía, será preferible abandonar el tratado.

“No somos colonia de nadie, somos una nación libre y soberana”, dijo el presidente López.

Mientras la disputa comercial tiene instaladas las mesas de consulta, las acciones de política interior están enfocadas a promover a las “corcholatas” que destapó el presidente López para encontrar el relevo generacional.

Afirma que no inclinará la balanza a favor de ninguno de los tres aspirantes oficiales: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López y que será el pueblo el que decida a través de una encuesta que organizará Morena.

Nada nuevo se conocerá en el cuarto informe respecto de los fideicomisos desaparecidos y cuyos recursos fueron puestos a disposición del Jefe del Ejecutivo federal, después de argumentar que se crearon para robar al pueblo.

Y la violencia continúa, el desempleo aumenta, la escasez de fármacos se mantiene, la pandemia sigue y la pobreza se incrementa.

 

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