¡Otro Engaño!

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

Sin asumir el papel nihilista, parece una burla la afirmación presidencial cuando habla de instalar internet.

“En los pueblos no hay internet, porque en las ciudades están los clientes, en los pueblos está la gente que no tiene posibilidad de pagar el servicio, por eso nos comprometimos a que iba a haber internet para todos y de manera gratuita en escuelas, centros de salud, en los Bancos del Bienestar, comunicar al país con internet”. 

Palabras divinas.

Sin duda que tener la conexión a la red a nivel nacional es un avance importante. Lo que produce incertidumbre es la afirmación, porque en los pueblos pobres a los que llegará la interconexión lo menos que tienen son computadoras. A lo mejor hay quienes posean celulares que, por los mínimos paquetes que pueden adquirir, sobre todo los jóvenes, no les alcanza para estar conectados en WhatsApp, Facebook, Tic-Toc, Instagram o correo electrónico. Sí, es una oportunidad de que los marginados sean incluidos y se incorporen a la modernidad.

El problema a la vista: sin computadoras propias, sin celulares suficientes ¿se priorizará la instalación de negocios particulares que tengan la conexión?

Al hablarle a los electricistas de la CFE -aunque no mencionó a los del SME, sus amigos y mecenas en diversos tiempos-m el presidente señaló: 

“Va a ser una gran contribución de ustedes porque imagínense llevar a un pueblo internet. Significa tener acceso a información valiosa para los estudios, los centros de salud; es una revolución que haya acceso a internet”.

Los centros de salud requieren de personal, equipamiento y ¡medicinas!

Los estudiantes necesitan una ¡computadora o Tablet!, lo que permita la conexión.

¿Cómo lograrlo?

Eso no se explica.

Con independencia de que la CFE está en desacato con el Instituto Federal de Telecomunicaciones que le prohibió tener la red de internet en las líneas de suministro de energía eléctrica, porque se convertiría en un competidor desleal, la medida no deja de ser buena, con buena intención, pero sin efecto práctico para los pueblos en donde la marginación forma parte de su vida cotidiana.

Quizá en el futuro cercano, si es que existe la división de los tiempos, los jóvenes obtengan el beneficio. Por ahora, con todo y que se “ataque la pobreza” -es un decir-, resulta una promesa más que implica la etiqueta de la casa: un engaño más.

Por supuesto, sería absurdo negar que la acción rendirá frutos y que la conectividad se hará una realidad. Por lo menos en los cables de la CFE, lo cual representa la oportunidad para los inversores privados, y como diría la canción de José Alfredo, si los dejan, de bajar a tierra firme la conectividad.

Porque los bancos de Bienestar no representan a la sociedad y aún y cuando lo hicieren, sería solamente la parte que forman los beneficiados de las becas y las pensiones. No más. No menos. 

¿O acaso serán los espacios públicos para que el pueblo se conecte con el mundo bizarro de las mañaneras? Es pregunta sin jiribilla dirigida al huésped de Palacio Nacional quién, por cierto, se refriteó otra frase del Echeverriísmo: haz patria.

Buenas intenciones y mala planeación.

E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: Jesús Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por RADIO CAÑÓN en el 760 de Amplitud Modulada.

 

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