Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Imposible dejar de comentar.
Todo indica que para las pensiones de los adultos mayores no habrá límite.
Con casi 16 millones de empadronados en el programa social del actual gobierno, éste busca garantizar su voto a favor de quien sea el candidato y, si hay apuro, hasta podría reelegirse a “petición de parte”.
No son solamente los adultos mayores los que estarán agradecidos. También los hijos y los nietos. Los primeros tienen derecho al voto y en los segundos, hay importante suma de “voluntades”.
El anuncio hecho por el huésped temporal -probablemente se quede porque es lo mejor para el país dirán sus voceros- en el sentido de un incremento en la pensión universal del 25% en 2023 y otro igual en 2924, pasó de noche y no deja duda de cuál es la razón y qué busca.
Concediendo sin aceptar que sea una “medida generosa, de buena fe y sin coaccionar el voto”, habría que reconocer que, de ser real la entrega del recurso a los adultos, por primera ocasión en la época moderna se está tratando de proteger lo que queda de vida a quienes ya rebasaron los 65 años y tienen ante sí la posibilidad de alcanzar los 80.
Matemáticamente si los incrementos programados se hacen realidad, la pensión alcanzaría hasta los 6 mil pesos bimestrales -3 mil mensuales, 100 peso diarios- en 2024.
Justo cuando ¡hay elecciones para suceder en el cargo al señor López, por lo cual adelanta asegurarse de que los “agradecidos y sus familiares” crucen la boleta electoral por el que, desde ya, será el o la sucesora.
El agradecimiento de aquellos sexagenarios con destino al séptimo piso o de éstos hacia el octavo, tendría, desde la óptica del Gobierno federal, manifestado en las urnas. Y la estrategia tiene sentido.
Solamente recordar lo que decía en campaña: acepten todo lo que les den… y voten en libertad.
Probablemente la “libertad” se circunscriba al recurso recibido durante 6 años. Escaso al principio y mayor al final del sexenio.
¡Qué bueno que los ancianos cuenten con dinero para comprar sus medicinas!
Mejor que tengan para comprar un kilo de tortillas y medio de huevo, un poco de jitomate, unos chiles serranos y, de vez en cuando, un kilo de frijol. Comerán, que es lo importante.
Todo sería plausible, digno de ovación, si la manipulación dejara de existir en este tipo de acciones. No son, por supuesto, privativas del mexicano que vive reclamando la conquista y habita en el Palacio del triunfador español. Acciones como esta se ejercen en todo el mundo en donde la pobreza es manifiesta.
El señor López afirma que su gobierno cuenta con los recursos suficientes para cumplir con el compromiso y sin endeudar al país.
Habría que conocer de dónde provienen los dineros, porque de los impuestos, no parece que puedan obtenerse cuando el crecimiento económico amenaza con llevarnos a una recesión.
Dejemos que el tiempo -25 meses- aclare el panorama y no se registre la sorpresa de que se “cancela la pensión” porque los adversarios metieron las manos y se ¡robaron todo! incluido el Bando del Bienestar con todo y los maltrechos cajeros.
Para los adultos mayores, es la última esperanza.
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