ALFREDO MEJÍA MONTOYA
Tema del cual obliga a reflexionar las actitudes del presidente Andrés Manuel López Obrador, es el relativo en lo general a la falta y carente aprecio por el Estado de Derecho, en diferentes rubros y de varias políticas públicas, donde pretende hacer imperar solo su criterio, su opinión, lo que él llega a pensar, y claro, siendo un autócrata es lo normal más no lo idóneo en una democracia representativa e incluyente.
Sin embargo, sus actitudes, sus golpeteos debajo de la mesa, no habían llegado a repercutir de una manera como está ocurriendo ahora, aumentado con esa soberbia que exigen las dictaduras.
No solo es el mal ejemplo para los gobernantes del futuro, también lo es para los miembros de su gabinete, que no hablan de los temas de su competencia, pero si, para atacar a las instituciones democráticamente establecidas. Arribando a la ruptura de los tres poderes, uno de los elementos de un Estado de Derecho, ya sea mediante la unión o complicidad con ellos o simplemente el dejar pasar los acontecimientos que plasman huellas graves para el país. La historia no es la misma del cómo ocurren los hechos, depende de quién la escriba, quién la cuente y quién la construya.
Si hubiera un momento para dilucidar si preservamos las instituciones erigidas democráticamente o regresamos a los tiempos en que no existían, es ahora, las formas importan y las decisiones también, pretender vivir o revivir el pasado es ir en contra de las nuevas formas de convivir en un Estado de Derecho.
Elementos de un Estado de Derecho: 1. Constitución escrita. 2. Separación de poderes. 3. Principio de legalidad. 4. Principio de garantía de los derechos fundamentales. 5. Seguridad jurídica y protección de la confianza. Luis Villar B.
En los últimos meses, hemos sido testigos del rompimiento de esos valores. Para el partido oficialista y del presidente Andrés Manuel López Obrador tal parece que dichos principios no se les dan e ignoran la ley con una facilidad pasmosa, cuando ellos llegaron al cargo que ostentan mediante la protección del imperio de la ley.
Y como se comenta, ya no solo es el mismo López Obrador, cuando de las obras insignia se trata, sino de algunos de sus colaboradores más cercanos, como lo es Adán Augusto López que estando en funciones, viaja a diversas plazas del interior de la República a promover la candidatura que le otorgó el destapador López, y como corcholata anda del tingo al tango y cuando le preguntan que si el INE está de acuerdo por tales acciones, manifiesta que no le interesa (violar la Ley) al cabo que el INE lo desaparecerá el Congreso de la Unión, o sea, la ley es vigente, él está actuando de manera futurista, como si el INE ya no existiera, lo cual es de dudarse, ya que esto solo puede ser mediante reformas a la Constitución.
Así las demás corcholatas como Ebrard, Sheinbaum, Monreal, en ese tenor, violentando la ley una y otra vez, con dinero público de los contribuyentes. Y eso lo observan todos, hasta la delincuencia organizada, porque si perciben que el gobierno desde el titular del ejecutivo, violentan una y otra vez la ley, con qué calidad moral podrán perseguirlos a ellos. De por si nunca lo han hecho, ahora, es probable que menos les interesan los abrazos, ya metido en plena sucesión, empantanado con el Tren Maya y para variar de romper ese Estado de Derecho, lo de las violaciones al T-MEC.
Respecto del Tren Maya es un hecho que rondará los anales de la historia, donde la suspensión definitiva por parte del Poder Judicial de la Federación ha sido violentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador argumentando que “está costando mucho la suspensión de obras” (sic) y ordenó que se continuara con la obra pese a la suspensión definitiva que pesa sobre el tramo 5 del total de la obra. Un hecho sin precedente alguno, y hasta la fecha la Suprema Corte de Justicia de la Nación no se ha pronunciado respecto del respeto al Estado de Derecho, en una clara complicidad con el titular del ejecutivo. Lo normal es de que el Poder Judicial de la Federación ejerza sus facultades, ante un evidente desacato judicial, ya en vía penal o en vía administrativa.
Si lo anterior no fuera de trascendencia, el tema de la violación al T-MEC (Tratado México-Estados Unidos-Canadá), podrá traer consecuencias más que funestas, principalmente a las exportaciones a las que se les podrá aplicar aranceles mayores, diferencial que llegará en forma automática al IRS (símil del SAT en México), que hará que los productos tengan una menor competitividad en el mercado internacional.
Si recordamos, ya como presidente electo López Obrador solicitó negociadores en la firma del renovado Tratado de Libre Comercio, llamado en México T-MEC, y con claridad meridiana se estableció en los capítulos 14, 15, 22 y 32 la apertura energética, como aceptación de incluir esta materia en el tratado, esto es, ya como gobierno, Andrés Manuel López Obrador se comprometió a permitir el acceso al mercado energético a empresas de Estados Unidos y Canadá, así como a proteger sus inversiones y brindar trato justo, dentro del marco de la ley, reglas existentes y preexistentes vigentes al momento de la firma del mismo.
López Obrador desestimó la presencia de la Vicepresidenta Kamala Harris, John Kerry y claro el embajador Ken Salazar, de que desistiera de cambiar las reglas con las que se habían firmado los contratos y compromisos de las empresas estadounidenses al amparo de la ley y del T-MEC. Y se lo repitieron en las visitas a la Casa Blanca en Washington, USA., y los ignoró, …
Para variar hizo caso omiso en una falsa defensa de patriotismo y soberanía, que en el caso nada tienen que ver, primero, porque solo son conceptos ideales para embaucar a sus fanáticos y seguidores y que no se negocian, que alguien hable con él y le diga que esos conceptos no están en el T-MEC y segundo, son compromisos que se firmaron y quedaron incluidos en el Tratado-México-Estados Unidos-Canadá.
No es de soslayar el temerario argumento que usa López Obrador en el que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió que todo lo relacionado con el auto abasto en generación de energía eléctrica es fraude legal”. Lo cual es falso, para variar una más de sus mentiras y engaños.
Así, el día 22 de julio, en Puerto Vallarta, recordó el fallo de la SCJN citado “acaba de resolver la Suprema Corte que es fraude legal lo del auto abasto” (sic) por lo que “legalmente no existe ninguna violación al tratado” entre México, EU y Canadá. (sic)
En realidad, la SCJN, no determinó si los contratos de auto abasto son ilegales ni que lo fuera la ley impugnada, tanto en una acción de inconstitucionalidad como en dos controversias constitucionales, ni que sea violatoria o no del T-MEC. Solo se pronunció sobre la validez de los artículos transitorios de la Ley de la Industria Eléctrica de 2021, que prevén la posibilidad de revocar permisos obtenidos en fraude a la ley, así como revisar, renegociar o terminar contratos suscritos con productores independientes. Pronunciamiento que arroja la carga de la prueba al gobierno mexicano, en el sentido de probar que hubo fraude en la consecución de dichos permisos.
La maldad del gobierno de López Obrador, con la resolución de la SCJN, que en abril se pronunció en contra de la inconstitucionalidad de la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, bastó para que, de inmediato, el gobierno decidiera revisar y revocar los permisos de autoabastecimiento considerándolos “irregulares” o “ilegales”, violentando el T-MEC y a sus beneficiarios. Por lo que las empresas multinacionales de EE. UU. y Canadá socios comerciales de México, se materializaron en una solicitud de revisión en el marco del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
Con voluntad política, para con los gobiernos de Canadá y EU se pueden resolver con una simple llamada a la Comisión Reguladora de Energía (CRE), donde por orden de López Obrador, detuvieron las nuevas autorizaciones para permisos tanto eléctricos como de hidrocarburos, y en su caso reabrir el trámite para su autorización de los anteriores, solo eso.
Así es. Es suficiente con que esos permisos fluyan para que se calmen los ánimos del otro lado de la frontera. Dicho por los propios comisionados que integran el organismo (sic), por el momento hay más de 100 solicitudes tan solo del sector eléctrico, tanto de nuevo permisos, como de modificación de estos, que aguardan por ser aprobados por el Órgano de Gobierno de la CRE, mismos que podrían irse liberando paulatinamente.
Sin embargo, la teoría de López obrador de dar un paso atrás en esta controversia de poderes representaría negar su naturaleza, de su falsa política de soberanía energética, y por supuesto, la imagen del Gobierno Federal quedaría debilitada de cara a las elecciones de los siguientes dos años. Obrador está haciendo lo contrario, usarlo y victimizarse del ataque de países extranjeros, todo para sus votantes.
Y sin importarle los costos, es capaz, por su intransigencia, soberbia y autocracia, de llevar a México a los paneles de controversia internacionales, que en un altísimo porcentaje le darán la razón a Canadá y Estados Unidos, con sanciones de hasta 30 o 40,000 mil millones de dólares, que podría ser seguro que se apliquen en aranceles más altos para diversas comodities y productos que México les exporta a ambos países. Por lo que, siendo realistas, así como es el inquilino de palacio llevará al país a la confrontación, abriendo grietas en la relación con ambos socios comerciales.
Sin embargo, la ley es la ley, y nada ni nadie por encima de su imperio.
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