Dinero Invisible

Punto de Vista

Por Jesús Michel Narváez

Concediendo sin aceptar que durante los 3 años de ejercicio fiscal -estamos en el cuarto y se cierra en diciembre- se hayan ahorrado 2 billones de pesos “gracias a la austeridad republicana”, es necesario exigir, sí, exigir la rendición de cuentas.

No hablamos de un robo de 7 mil millones de pesos -estafa maestra- o de la compra de una planta de agronitrogenados o, incluso, del sobreprecio que se pudiera haber aplicado al avión presidencial.

Vaya, para que cuadren los números: las cifras oficiales apuntan que el mini aeropuerto Felipe Ángeles costó 99 mil millones, el Tren Maya requerirá, hasta el último durmiente instalado, 120 mil millones; dos Bocas, con todo y los sobreprecios, la inflación y los moches, costará 320 mil millones; la compra de Der Park representó una erogación de mil millones. Súmele. Apenas si se llega a los 540 mil millones de pesos. Esto es, el costo total cuando las tres obras estén culminadas. Y toda la millonada sale del Presupuesto anual que aprueban los diputados.

¡La cuarta parte de los 2 billones ahorrados!

Nadie nos puede decir que el dinero se destinó a apoyar a los más pobres. El dinero que se dispersa entre la población beneficiada, está contemplado en el Presupuesto de Egresos de la Federación y al no existir, supuestamente, intermediarios llega completo a los adultos mayores, a los becarios, a los sembradores de vida etcétera. Luego, entones, no se usaron los ahorros para los programas sociales.

¿Dónde está el dinero?

Habría que añadir que durante la presente administración se utilizó todo el recurso que se encontraba en el Fondo Estabilizador de las Finanzas Pública y cuyo monto se registraba en 330 mil millones de pesos; la extinción de 95 fideicomisos permitió al gobierno disponer discrecionalmente de 68 mil millones de pesos. Las rifas del avión presidencial, de los terrenos incautados y las subastas de artículos, muebles inmuebles y muebles, joyas, dejaron dinero. ¿Dónde está?

Paréntesis: todavía hay escuelas que le “pegaron al gordo” del 15 de septiembre del año pasado y aún no reciben el pago.

Aquellos que utilizan las carreras de país, incluidas las autopistas que opera Caminos y Puentes Federales (Capufe), se encuentran abandonadas de mantenimiento. Las federales, peor. El Metro no gasta en mantenimiento. El Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, tampoco. Las escuelas están… bueno, están. Los salarios de la burocracia apenas si recibieron un incremento salarial del 7% retroactivo al primero de enero de este año; no se han creado nuevas plazas y se han cancelado miles. 

¿Dónde está el dinero?… ¿en qué se invirtieron 2 billones de pesos?

Estamos hablando del 33 por ciento del Presupuesto de Egresos de la Federación aprobado en los cuatro años años-calendario, ha sido superior a los 6 billones de pesos cada uno.

El presidente dice: el pueblo no es tonto, está informado. Cierto.

Por eso reclama saber el destino de ¡2 billones de pesos!

El huésped temporal de Palacio Nacional insiste en sus tres palabras: no robar, no mentir y no engañar. 

Con todo respeto, señor presidente, se le pide rinda cuentas de un dinero que no es suyo.

Es del ¡pueblo!

E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: Jesús Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños, martes y jueves de 16 a 17 horas por el 760 de Amplitud Modulada

 

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