Galaxia Política
*Ana Lilia Herrera vs Delfina Gómez ¿una Buena Apuesta?
*Riesgosa División en Morena; Zepeda, Apetitoso Bocado
JESÚS MICHEL NARVÁEZ
Aunque lejana la fecha de registro de candidatos al gobierno del Estado de México, la joya de la corona electoral, se apuntan desde hace un par de meses aquellos y aquellas que buscan suceder a Alfredo del Mazo Maza, quizá el último descendiente de la “casta divina” del “inexistente” Grupo Atlacomulco.
Nada fácil para el PRI conservar la gubernatura. Tampoco para Morena y aliados obtenerla es un flan. El solitario Movimiento Ciudadano tiene oportunidad.
Para el tricolor la alianza Va por México es, probablemente, la única opción de mantener, de manera compartida, el poder y prolongar por 6 años más su presencia. Perder representará la virtual desaparición de un partido cuyo control político a nivel nacional se extendió por 70 años.
La Alianza con el PAN y un PRD debilitado, no garantiza la victoria. Quizá la pelea se cierre por la división de los grupos de Morena, que esta semana dará a conocer la encuesta para iniciar el cernido y dejar en la carrera solamente a tres o cuatro.
En la alianza que encabezará el PRI, surgen dudas. La mayor: la aceptación de la dirigencia albiazul, léase Marko cortés Mendoza y Cecilia Patrón Laviada, para ceder el espacio a cualquiera de los 4 aspirantes para suceder a Del Mazo Maza. Acción Nacional promueve de manera directa al exalcalde de Huixquilucan, Enrique Vargas del Villar. El tricolor, que enfrenta fracturas internas y que muy probablemente no cuente con el respaldo del CEN que encabeza Alejandro Moreno y quien podría ya no estar para la elección, ha colocado en el tablero del ajedrez, a tres figuras y relegado a quien se apuntaba. Ana Lilia Herrera Anzaldo, Alejandra del Moral y Ricardo Aguilar. Ernesto Nemer está prácticamente descartado.
Entre las dos mujeres está la disputa por la candidatura. Herrera tiene más palmarés político-legislativo que Del Moral. Sin embargo, la expresidenta del PRI estatal cuenta con respaldo, según se dice, del mandatario. La primera, tiene en su haber el apoyo de tres exgobernadores: Arturo Montiel, con quien laboró en cargos de importancia que la catapultaron pagar el municipio de Metepec, cuyos antecesores militaron en el PT, Eruviel Ávila, la integró a su gabinete en dos Secretarías y Enrique Peña Nieto la apoyo rumbo a San Lázaro. Ha sido secretaria de Desarrollo Social en la entidad y lideresa del sector femenil; tres veces diputad federal y una senadora.
Es, hasta ahora, la más viable para encabezar la lucha electoral.
Ricardo Aguilar pareciera ser mencionado como “acompañamiento”. Su paso por la política se ha distinguido por los tonos grisáceos.
De Morena solo hay tres reales competidores, aunque se hayan registrado 67 para la competencia.
Delfina Gómez, secretaria de Educación Pública, senadora con licencia y excandidata al gobierno en 2017, en cuya elección estuvo cerca de derrotar a Alfredo del Mazo. Su paso como alcaldesa de Texcoco manchó su plumaje mal descubrirse la aplicación del “diezmo” a trabajadores del ayuntamiento bajo el argumento de “cooperar con Morena”.
Forjada por Higinio Martínez, cacique político del oriente de la entidad desde el poder que le otorgó el PRDS y más tarde Morena, Gómez mantiene el respaldo presidencial, aunque en el partido se tengan otras opciones.
Martínez se lanzó por la libre y colocó a Gómez en un segundo plano. Mario Delgado, dirigente del partido oficialista, no lo ve con buenos ojos y la relación entre ambos es de tensión.
El tercero en discordia, Horacio Duarte, carece de presencia estatal. Si bien es conocido por sus agresivas posturas en el Consejo General del INE y el silencio como Administrador General de Aduanas, no parece tener el talante para gobernar la Joya de la Corona.
En el solitario espacio, se ubica Juan Zepeda. Un político joven que surgió como el tercer candidato “fuerte” en la elección de hace 5 años, se desmoronó poco después. Surgido de las filas del PRD logró la diputación local y más tarde presidencia municipal de Nezahualcóyotl, en donde creció políticamente. Intentó ganar el municipio en la elección pasada y no tuvo éxito.
Sin embargo, el olfato de Dante Delgado, dueño de la franquicia naranja, lo colocó en la lista de aspirantes para gobernar la entidad y sus posibilidades se reducen a dos: quitarle votos a quien sea el abanderado (da) de Morena o convertirse en el tercer gobernador de Movimiento Ciudadano.
Su prestigio como luchador que no se deja vencer, nació cuando el hoy presidente de México le pidió declinar a favor de Delfina Gómez, a lo que se negó. Al cierre e la jornada electoral, 17 por ciento de los sufragios fueron a su favor. Haberse retirado de la contienda para sumarse a la abanderada guinda, le había dado el triunfo.
Para quienes siguen de cerca la carrera por el gobierno del Estado de México, está claro que en estos momentos no hay nada para nadie.
Morena ha echado toda la carne al asador rumbo a esa elección y conforme a los acuerdos del INE, puede o no ser mujer la abanderada. Ello complica la nominación para Coahuila, en donde Guillermo Anaya coquetea con Morena, aunque Armando Guadiana tiene mano.
Para el PRI las dos elecciones del próximo año representan su sobrevivencia política o la muerte inducida.