A la Vuelta de la Esquina

Y Ken Salazar Navega en el 

Ojo del Huracán…Diplomático

*Y Como el que Manda en Palacio Nacional Compra Todos los Boletos Ajenos… Todo Puede Suceder

IVÁN RUIZ FLORES

¿Resultó un error de la administración Biden enviar a un descendiente de hispanos como embajador de Estados Unidos en México?

Todo indica que algo raro flota en el ambiente de Washington, sobre todo porque el gobierno estadounidense siempre ha enviado como titular de su embajada en nuestro país a personajes que en su actuación son completamente diferentes a los diplomáticos de carrera que han sido los menos.

Quienes han representado a Estados Unidos en México, por lo general no son diplomáticos de carrera, sino personajes que, de acuerdo con los tiempos que corren en un sexenio específico en México en el momento son enviados como nuevo embajador ante nuestro gobierno.

De tal manera los ha habido de todo y muchos con ascendencia latina, hispana o mexicana.

Por ejemplo, en la década de los ochenta del siglo pasado Ronald Reagan envió a un actor de ascendencia mexicana. Sí, John A. Gavin (con gran “jalón” entre las damas de nuestro país) estuvo sin causar mayores problemas desde 1981 a 1986, la mayor parte durante el mandato de Miguel de la Madrid.

En ese cargo lo había precedido Julián Nava, también de ascendencia mexicana, quien fuera enviado por James Carter como embajador de EE.UU. en México entre 1980-1981. Hubo algunas desavenencias.

John Dimitri Negroponte (1989-1993), enviado por Georges Bush (Padre). El haber sido integrante de la CIA causó severo escozor en México durante del mandato de Carlos Salinas de Gortari, aunque no pasó a mayores.

Para cerrar el siglo XX los presidentes Bill Clinton y Georges Bush (hijo) tuvieron como embajador en México a Jeffrey S. Davidow, quien inició en 1998 y concluyó en 2002. Gobernaba México Vicente Fox Quezada.

En el actual siglo XXI enviado por Bush hijo, estuvo Tony Garza (2009-2011), de familia hispana. Nacido en Brownsville, Texas. Aseguran que sus cuatro abuelos habían nacido en México. Llegó soltero y se fue casado… aunque posteriormente se divorció. Fue en el mandato de Felipe Calderón su estadía como embajador.

Carlos Pascual (2009-2011) sería el siguiente embajador también durante el gobierno calderonista. Lo envió Barack Obama. De origen cubano-mexicano tuvo serios problemas al grado de que Calderón pidió fuera retirado, debido a cables publicados de Wikileaks.

Entonces llegó el siguiente Earl Anthony Wayne (2011-2015), enviado por Obama. 

Le seguiría Roberta Jacobson (2016-2018), también nombrada por Barack Obama: una mujer muy apreciada en México, quien a la llegada de Donald Trump terminó su encargo como embajadora ante el gobierno de Enrique Peña Nieto.

Y arribó Christopher Landau, cuyo encargo en la embajada estadounidense en México en el actual mandato de Andrés Manuel López Obrador (2019-2021). Fue cuando terminó el mandato de Trump que concluyó su encomienda.

Así, en el año 2021 llegó Ken Salazar, sobre quien hoy existen dudas (de acuerdo al New York Times) de parte de integrantes de la administración Biden, sobre su ejercicio diplomático, tras la estrecha relación que llevan el embajador y el Presidente de México. Se ha dicho en los círculos diplomáticos que no es lo mismo un diplomático de carrera en una embajada que un hombre de negocios. Así se está observando.

El actual embajador, tomó posesión el 26 de agosto de 2021. Ken tiene 67 años. Nació el 2 de marzo de 1955 en Alamosa, Colorado. Es hijo del matrimonio entre Henry Salazar y Emma M. Montoya Salazar, de ascendencia española (como Andrés Manuel López Obrador).

Este hombre no oculta el orgullo por su ascendencia. Inclusive, recién llegado a México como embajador exhibió en un tweet su orgullo presuntamente de “la conexión” de su familia con México desde hace siglos.

El asunto es que desde 1823 Estados Unidos tiene embajador en México. Efectivamente, el presidente Andrew Jackson envió al primero, el botánico y estadista Joel R. Poinsset. Sí, en 2023 se cumplirán 200 años de que el vecino del norte envió a un representante del gobierno en turno.

Así, han pasado decenas de personajes por el cargo en nuestro país, aunque con tres interrupciones en las relaciones, como resultado de conflictos armados, como fueron: la independencia de Texas, la primera intervención estadounidense en México y la segunda intervención en Veracruz.

¿NO ME DEFIENDAS

COMPADRE?

Hoy, en el ojo del huracán, el embajador Salazar tal vez diga aquella frase muy mexicana “no me defiendas compadre” luego de que Andrés Manuel López Obrador lo defendió de lo dicho por el New York Times y en “la mañanera” señaló abiertamente: “Sí, es mi amigo y es un hombre bueno, sensato, amigo del presidente Biden, un político muy responsable, de Colorado, que viene de abajo, de origen mexicano, además simpático, es muy amigo del presidente Biden y él es una gente buena y tenemos una extraordinaria relación.

Señaló: “Y es muy buena persona y son muy buenas las relaciones, pero, lo voy a decir, los conservadores reaccionarios quisieran tener un ‘halcón’ de embajador”.

Resaltó: “Hay un embajador estadounidense cuyo nombre es preferible olvidar, el peor embajador que ha habido en la historia de México, el embajador, lo voy a decir, Wilson, que fue el que preparó el golpe de Estado contra Francisco I. Madero, nuestro Apóstol de la Democracia”.

“Ya les voy a mandar a los del New York Times las memorias de Joseph Daniels, el embajador de Estados Unidos en México en la época del presidente Roosevelt, para que vean la diferencia entre Wilson y Daniels, un embajador, diría el mejor que hemos tenido de los embajadores de Estados Unidos en México”, explicó.

Además, agregó: “Y el embajador Ken Salazar es un hombre responsable, que defiende a su país. Estuvo conmigo casi una semana aquí recibiendo a 18 dueños de empresas estadounidenses, tratando caso por caso. Y es una gente de lo mejor, pero los del New York Times están con la idea de que Estados Unidos debe someternos, creen que somos colonia. No, México es un país independiente, libre, soberano, no se subordina a ninguna potencia, a ninguna hegemonía, a ningún gobierno del mundo, sean nuestros vecinos de Estados Unidos o sean de China o de Rusia”.

También aseguró: “Nosotros somos respetuosos de todos los países del mundo, por eso nuestra política de no intervención y de autodeterminación de los pueblos. Entonces, nuestro apoyo Ken, pero para que vea también lo que se siente”.

Y despectivo dijo: “No pasa nada, absolutamente. Antes un periodicazo así, ¡uf!, era demoledor, tremendo; ya no, ya no. Además, si no tienen razón, si es una falsedad, es una mentira. Antes, ya lo hemos dicho, la calumnia, cuando no manchaba, tiznaba; pero ahora no, aunque se trate del New York Times y el Washington Post”.

Y concluyó:

“A lo mejor se enojaron por lo de ayer de —aunque esto lo preparan con tiempo— lo de Assange, que eso es lo que debería de estar haciendo el New York Times, defendiendo a Assange, que esa es la defensa de la libertad, pero eso no lo tocan, no es nota, dirían aquí”.

 

 

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