A la Vuelta de la Esquina
IVÁN RUIZ FLORES
Hay quien dice que la verdadera pandemia que se vive en México es la obesidad. Y de cierta forma comparte la verdad con el Covid-19, del que ya sabemos como se las gasta. Pero también estamos enterados a fondo de lo que nos afecta ser obesos.
¿Quién no ha visto en las calles, los supermercados, los mercados, en los sitios de reunión y demás decenas de hombres y mujeres obesos, sobre todo los menores de 50 años? ¿Quién no ha sentido tristeza al darse cuenta de que ha sido el encierro y la ausencia de una dieta sana, así como la falta de ejercicio lo que se ha traducido en esta epidemia de obesidad?
De acuerdo a la agrupación mexicana Alianza por la Salud Alimentaria, México ocupaba (hasta marzo) el quinto lugar de obesidad en el mundo y se estimaba que la cifra aumentaría en 35 millones de adultos para la siguiente década, de acuerdo a la advertencia de la Federación Mundial de Obesidad.
Y es que, conforme al Atlas Mundial en la materia, publicado hace tres meses, “…más de mil millones de personas en todo el mundo vivirán con obesidad para 2030”. De ahí que la Alianza al hacer cuentas señale que una de cada cinco mujeres en el mundo y uno de cada siete hombres la padecerán.
No es todo, porque 13% de los niños y adolescentes, dice, se verán afectados. Además, aseguran que la cifra se duplicará con creces en los países de ingresos bajos y medianos en dicho periodo…como México.
Eso es lamentable, pero también su significado: que ningún país está en vías de cumplir el objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de detener la obesidad para 2025.
Era hasta cierto punto lógico. Hoy es real. Sobre todo cuando se sabe que las tasas más altas de obesidad se encuentran en América del Norte, América Latina y el Caribe. “Es probable que casi la mitad de las personas (47%) en Estados Unidos sean obesas para 2030”, dice la Alianza.
Y vea usted lector esta preocupante información:
“Actualmente, la mitad de todas las mujeres con obesidad viven en 11 países, mientras que la mitad de todos los hombres que viven con obesidad viven en 9 países. En ambos casos, México se encuentra en la lista. Se espera que la cifra global actual aumente en 150 millones para 2030”.
Además…
“México ocupa el 5º lugar de obesidad en el mundo, con 21 millones de mujeres que padecen obesidad, con un 41% de prevalencia, y 15 millones de hombres con una prevalencia del 31%. Se estima que para 2030, el 36.8% de las personas del país tengan obesidad, con un incremento anual del 1.6%. Esto equivale a más de 35 millones de adultos para la siguiente década. La Federación clasifica esta cifra como muy alto”.
Lamentablemente no es todo…
“Asimismo, es el 6º país con la mayor cantidad de adultos mayores de 20 años que viven con obesidad y el que tiene el porcentaje más alto de pérdida del producto interno bruto (5.3%) debido a ella.
“En las últimas dos décadas, el país ha visto un rápido aumento en la obesidad adulta, lo que puede explicarse en parte por el crecimiento exponencial de la prevalencia de la obesidad infantil, explica el informe. De continuar las tendencias actuales, se prevé que para 2030, el 42.9% de los niños de 5 a 19 años en México vivirán con obesidad”.
OBESIDAD Y LA
AUTOESTIMA
Desde hoy en el país, los problemas que viven los niños y adolescentes con sobrepeso no solamente son de salud, sino de autoestima y de vergüenza. Recientemente el caso del hijo menor del que manda en Palacio Nacional causó revuelo en las redes sociales, ante el exceso de peso del jovencito.
Será, de cierta manera, el futuro de muchos mexicanos, si no se pone un alto (mediante la Secretaría de Salud) al abuso de alimentos dañinos.
Por su parte la Alianza señala que en toda la región de las Américas, se prevé que el 23.12 % de los niños de 5 a 9 años y el 18.60 % de los adolescentes de 10 a 19 años se verán afectados para 2030, lo que suma un total de 44 millones de niños y adolescentes de 5 a 19 años en toda la región.
“México se encuentra entre los 7 países con mayor prevalencia, ya que para la siguiente década contará con 6.8 millones. El incremento anual en infantes es del 2.5%”, expone.
“Ante esto -agrega más de 175 expertos y defensores del mundo han firmado una carta abierta dirigida a los líderes mundiales, en la cual les solicitan que brinden su apoyo a un enfoque integral, cohesivo e integrado para prevenir y tratar la obesidad, en la Asamblea Mundial de la Salud en mayo de 2022”.
Pero, ¿cuáles han sido los factores que han permitido la expansión de esta epidemia de forma tan acelerada en los últimos 20 anos?
Sin duda son varios, pero dicen los expertos que especialmente dos: cambios en los hábitos de alimentación y disminución de la práctica del ejercicio físico.
Y ESTÁN A UN PASO
DE LA DIABETES
José Córdova Villalobos, ex titular de la Secretaría de Salud en su trabajo “La obesidad: la verdadera pandemia del siglo XXI” ya había señalado, por ejemplo:
“Durante el último quinquenio del siglo pasado se observó un patrón de compra de alimentos caracterizado por la disminución de la adquisición de frutas y verduras en un 29.3%, de leche en un 26.7% y de carne en un 18.8%, combinado con un aumento en la adquisición de azúcares refinados en un 6.3% y de refrescos o bebidas azucaradas en un 37.2%.
“Los hábitos de alimentación han cambiado y ahora tendemos más a las comidas rápidas, que en general contienen más calorías, más grasas saturadas, más azúcares anadidos y más sal; del mismo modo, con mucha frecuencia este tipo de alimentos vienen en grandes porciones, por lo que la ingesta calórica se incrementa considerablemente. Asimismo, se ha demostrado que la actividad física es baja y disminuye de forma progresiva con la edad tanto en hombres como en mujeres”.
Y además:
“En encuestas realizadas en el ámbito nacional se observa que la prevalencia de la actividad física es del 64% en hombres jóvenes de 12 a 14 años, porcentaje que disminuye al 34% de 25 a 29 años; esto es aún peor en el caso de las mujeres, que de una actividad física del 48% entre 12 y 14 años disminuye a un 15% en en aquellas entre 25 y 29 años de edad.
“Otras encuestas han demostrado que en la escuela la mayoría de los niños de primaria, prefieren durante el recreo sentarse a platicar y comer en lugar de tener alguna actividad física; estos niños con mucha frecuencia llegan a consumir hasta 1,200 calorías solo en el turno matutino…”
Lo peor es que está demostrado que la obesidad es un factor de riesgo para presentar diabetes mellitus tipo 2.
A juicio del doctor Córdova Villalobos:
“El tratamiento de la obesidad requiere de una visión multidisciplinaria, dado que es una enfermedad compleja y multifactorial, en la que, si bien una parte importante es el balance entre la ingesta y el gasto de energía, existen otros factores que inciden, como los entornos, la disponibilidad de alimentos y sus tipos y la cultura de la alimentación.
“Todo ello aunado a factores como edad, sexo, etnicidad, programación fetal, genética, metabolismo, actividad física, entre otros; es decir, se conjugan los factores ambientales con la predisposición biológica.
“Ello exige la participación de diversos profesionales de la salud en su manejo, como el nutriólogo clínico, el endocrinólogo, el psicólogo, el psiquiatra, el médico especialista en deporte, el endoscopista y el cirujano bariatra. Este equipo deberá realizar una valoración global, interpretar la información, establecer las estrategias de tratamiento, identificar factores modificables y sobre todo individualizar el tratamiento”.