La Autonomía de la FGR, sin Blindaje

*El Fiscal Atiende los Temas Prioritarios del Presidente

*Ha Resistido Todo Tipo de Escándalos y Está Respaldado

*Arturo Zaldívar y las Reuniones Privadas en Palacio Nacional

ALBERTO ALMAZÄN

Se entiende que el presidente de la República se reúna con el ministro Arturo Zaldívar y con el fiscal, Alejandro Gertz.

Nada extraño hay en tomar café, platicar, mirar el futuro.

Lo malo es que el presidente de México revele haber tenido reuniones privadas con ambos personajes, por separado y que al segundo le pidió acelerar las indagatorias sobre el caso de los desaparecidos de Ayotzinapa. 

¿Dónde quedó la autonomía de la Fiscalía General de la República?

¡En el cesto de la basura!

Por cuanto al ministro presidente de la Corte, no dio pistas de qué hablaron.

Con Fiscal general, dice el presidente, se habló del caso Lozoya.

“Hablamos en el caso del Fiscal con la necesidad de darle más celeridad a asuntos que la gente quiere solución o ya que se resuelvan”.

¿Cuáles son los asuntos que merecen atención prioritaria?

Lo saben dos personas, quizá tres. Nadie conoce qué “asuntos que la gente quiere solución”. Las pistas están cerradas. Y no por el banco de niebla, la granizada o la falta de energía eléctrica. (Para eso tiene a la poderosa CFE).

Especulaciones sobran. La gente, esto es verídico, se pregunta qué más debe hacer el fiscal para ser relevado. Porque el presidente tiene la facultad. 

Envuelto en escándalos que, en otras personas recibirían el cese inmediato, el fiscal goza del respaldo presidencial. Formalmente no es su jefe. Pero…

Todavía hay quien recuerda aquel chequezote con importe de 2 mil millones de pesos que el doctor Gertz Manero entregó en una mañanera. Un año después, el documento no se pudo depositar para el fin elegido por el fiscal. Se habló de que habría sido una acción ilegal.

Están vivas las palabras de las dos mujeres que acompañaron hasta su muerte, al hermano del fiscal. 

La decisión del Pleno la Suprema Corte de Justicia de la Nación., dejó mal parado al responsable de la procuración de justicia a nivel federal. 

Más tarde, la reyerta con Julio Scherer García, brincó los muros del silencio y entre uno y otro personaje se lanzaron misiles, no bombas molotov, que dieron en el blanco.

La acusación de la Fiscalía de que el ahora exconsejero jurídico de la Presidencia había tejido una red de abogados dedicados a la extorsión y el chantaje, cimbró los cimientos del virreinal edificio en donde habita el huésped temporal.

Parecería que llegarían a “los golpes”, figuradamente, y que habría mucha sangre derramada.

No fue así. Perdió el fiscal y los abogados fueron exonerados. Por supuesto, el no ejercicio de la acción penal benefició a Scherer.

Ahora hay nuevas acciones que involucran al fiscal. La difusión de audios en los que hay diálogo entre el doctor Gertz y el padre de Lozoya, no dejan de ser evidencia de algún acto de simulación o de un pretendido arreglo antes del encarcelamiento del junior.

Y como colofón del tema Lozoya, el que fuera primera abogado defensor, Javier Coello Trejo, ya anunció acciones legales en contra del doctor por haberlo llamado “abogadete” y “ladrón”.

¿Qué otro lodo salpicará al fiscal?

Por cuanto a don Arturo Zaldívar, hay necesidad de recordar la constante actividad asumida en las últimas semanas.  

Se ha convertido en el defensor de las mujeres y de la comunidad LGT+ y en mostrar que la Suprema Corte es, en efecto, un Poder Independiente, soberano y constitucional.

Ambos personajes tienen mucho que contar. Saben secretos que se guardan en el cajón de las siete llaves, hasta que algún cerrajero encuentre la combinación.

Tiempos atrás, el ministro presidente estuvo en el filo de la navaja con la aprobación del Congreso para una “ampliación de mandato” de dos años. Ha remontado, pero nadie olvida que esperó demasiado para rechazar la generosa oferta surgida desde el mismísimo Palacio Nacional, bajo el argumento de que era el único que podría avanzar en la reforma del Poder Judicial. La descalificación de los otros 10 ministros no cayó bien a los vecinos.

Por el rechazo, dejó de ser invitado a desayunar mensualmente en Palacio Nacional.

Hoy todo indica que las aguas volvieron a su cauce y que la relación entre Zaldívar y el presidente es “tersa”

Al final, lo que queda en duda y eso sí lo dice la gente, es hasta cuándo dejará el presidente de dar órdenes al fiscal.

 

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