Líderes de la OTAN definieron a Rusia como la “más significativa y directa amenaza” para su seguridad y consideraron a China por primera vez como un “desafío”, en la nueva estrategia para la próxima década que busca preparar a la Alianza ante un mundo “más peligroso”.
“Nos enfrentamos a un cambio radical en nuestro entorno de seguridad. Y la competencia estratégica está aumentando en todo el mundo”, resumió en una rueda de prensa el secretario general de la Organización Atlántica, Jens Stoltenberg, durante la cumbre de la Alianza en Madrid que se desarrolla entre este miércoles y jueves.
En reunión de trabao, los aliados dieron luz verde al “Concepto Estratégico de Madrid”, el documento en el que basan sus principios y que guiará sus políticas a lo largo de la próxima década.
La guerra de Rusia en Ucrania ha “hecho añicos” la paz en Europa, destacan en el texto, en el que cambian el enfoque de “socio estratégico” que mantenían de Moscú desde que aprobaron su último concepto en 2010, en una cumbre en Lisboa en la que incluso participó el expresidente ruso, Dimitri Medvédev.
En el documento, la OTAN menciona por primera vez a China.
Pekín se ha posicionado, alineándose con Moscú, en contra de la política de “puertas abiertas” de la Alianza, un elemento más que motivó el debate entre los aliados sobre si debían considerar a China una amenaza o simplemente un “desafío”, además del hecho de que ha disparado su inversión en defensa e incrementado su capacidad nuclear.
El nuevo Concepto Estratégico se ha decantado por esto último y advierte de que China “desafía nuestros intereses, seguridad y valores”, además de establecer una posición conjunta de los aliados contra el terrorismo y las amenazas cibernéticas e híbridas.
“China no es nuestro adversario, pero debemos estar al tanto de los graves retos que representa”, apuntó Stoltenberg