Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
El desconocimiento minimiza los hechos.
Sin embargo, hay los que nos iluminan y es cuando nos damos cuenta del tamaño de una tragedia.
“Es la quinta tragedia a nivel mundial en materia de migración”, me dice el doctor José María Ramos, director de vinculación e investigador del Colegio de la Frontera Norte.
Hablamos de los 50 fallecidos en la caja de un tráiler, en Texas y que se dirigía a San Antonio. De los fallecidos, 22 eran mexicanos.
¿Cómo logró cruzar la aduana de México y la de Estados Unidos?, le pregunto durante una entrevista realizada en el programa Misión, Periodismo sin Regaños que conduzco martes y jueves de 16 a 17 horas por ABC-Radio en el 760 de AM.
“Seguramente hubo corrupción en ambas garitas”, me responde.
Más allá de responsabilizar a alguien en particular, es imposible no especular. ¿Cómo los polleros, los traficantes de humanos, los criminales circulan libremente por las carreteras mexicanas?
El Gobierno federal ha sido incapaz de frenar las acciones criminales, aunque se enterque en una no-estrategia para combatir la violencia y se ampere en “estamos atendiendo el problema de raíz”.
Se presume que hay decenas de retenes, la presencia de la Guardia Nacional, de la Policía de Caminos -revivida-, patrullas estatales e incluso municipales recorriendo el asfalto de las carreteras nacionales y específicamente las que conducen a los diversos puntos de cruce con Estados Unidos.
No se trata de cuentos de fantasmas, pero ¿cómo se hacen invisibles los tráileres?
Los agentes del Instituto Nacional de Migración, el mismo que tiene como comisionado a Francisco Garduño Yáñez, quien asumió el cargo al inicio de la crisis migratoria centroamericana y su primera responsabilidad fue frenarla con el respaldo de la Guardia Nacional, mostraron el músculo en esos días y los subsecuentes. Lo mismo los elementos de la GN y ¿dónde estaban cuando el tráiler cruzo frente a sus narices?
Es lo mismo que lo ocurrido en Chiapas, en donde fallecieron 49 migrantes al chocar el autobús en la base de un puente. El chofer se quedó dormido. El vehículo pasó por tres retenes y nadie, ni los la migra ni los de la GN revisaron a quienes transportaban. Las versiones coincidieron: los responsables de los retenes estaban comiendo.
A nadie le importa revisar el contenido de las cajas que remoldan los tráileres. Una avanzada se entrevista con los agentes de Migración y con los comandantes o mandos al frente de los elementos de la Guardia Nacional y, como por arte de magia, las pesadas unidades se vuelven invisibles.
El señor Garduño Yáñez sigue en el cargo y los migrantes han presentado quejas por el maltrato que les dan en las estaciones a las que son confinados. Los agentes muestran que están preparados para frenar a los indefensos, pero no a los criminales que, guste o no, hacen lo que les viene en gana. Saben que les darán abrazos y no balazos y que pueden violar las leyes sin temor a ser capturados.
Actúan en la totalidad impunidad. Esa es la política impuesta desde que Donald Trump exigió el muro humano en la frontera sur.
¿Harán algo por lo ocurrido en Texas?
Seguramente la Secretaría de Relaciones Exteriores o la de Gobernación harán la coperacha para repatriarlos y sepultarlos en sus lugares de origen. Los 22 no se quedarán allá.
Otra tragedia y se hace costumbre.
E-mail: jesusmichelmp@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: Jesús Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por el 760 de Amplitud Modulada