El Viraje Presidencial en Materia del Medio Ambiente
*Un Decálogo de Compromisos que Deberá Cumplir
*Hacia el Exterior, México Avanza; Aquí, Retrocede más
JOEL ARMENDÁRIZ
Aunque algunos empresarios y/o representantes de ellos, protestaron por la asignación de contratos a 17 empresarios estadounidenses para participar en la generación de energías limpias, José Medina Mora, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana, considera como oportunidad para los inversionistas el cambio del Gobierno Federal.
“Hay que recordar que los amparos para combatir la Ley del Servicio Eléctrico siguen vivos y ahora con mayor conocimiento, porque los afectados recurren a los criterios de 7 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que votaron por la inconstitucionalidad de la LSE”, comenta a MISIÓN POLÍTICA.
El dirigente de Coparmex estima que todo indica que se ha entendido que la LSE al tener los mismos preceptos anteriores, es susceptible de ser controvertida ante el Poder Judicial de la Federación, por lo que los inversionistas que obtuvieron contratos o concesiones para generar energía, están protegidos.
El tema de fondo, sin duda, es el viraje presidencial que, en el afán de sentirse ganador en todo y después de que su iniciativa para reformar la Constitución en materia de energía, presumió -al parecer modificó el criterio- de que la Corte “declaró constitucional la ley del Servicio Eléctrico” -interpretación errónea- decidió platicar con 17 empresarios estadounidenses a quienes acompañó el embajador Ken Salazar, con quienes llegó a acuerdos que, conforme a la información oficial, beneficiará a ambas partes.
Hay que sumar la postura del presidente López ante el Enviado presidencial especial de los Estados Unidos para el Clima, John Kerry y días después en el Foro de las Principales Economías sobre Energía y Acción Climática que convocó el presidente Biden, en donde presentó el decálogo para reducir las emisiones contaminantes. En el evento virtual, el mandatario mexicano expuso que “apenas aceleramos diálogos y compromisos con 17 empresas estadounidenses del sector energético para garantizar inversiones destinadas a generar mil 854 megavatios (MW) a través de plantas solares y eólicas”, que mitigan el impacto al medioambiente por ser fuentes renovables.
El desdén con el que Andrés Manuel López había tratado de evadir su responsabilidad como Jefe de Estado, en materia de energías limpias, pareciera haber llegado a su fin.
En Washington, la prensa destacó las presiones de Biden para con México en la materia y prácticamente aplaudió el cambio que se ha dado, toda vez que con el fin de “fortalecer” a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en mayo de 2021 se publicó el decreto firmado por la secretaria de En3ergía, Rocío Nahle, en el que se cancelaban los contratos a generadores privados y los que quedaran funcionando serían los últimos en ser despachados por la empresa del Estado, con lo cual se estancaría la producción de energías limpias.
El argumento utilizado por la ingeniera Nahle fue que la “intermitencia” de la energía producida por privados, desestabilizaba la distribución.
Vinieron los amparos y algunos de los reclamantes obtuvieron suspensiones definitivas y mantienen sus plantas solares y eólicas en operación.
OPORTUNIDAD PARA
LA IP MEXICANA
El presidente de la Coparmex estima que respetar el Estado de Derecho generará nuevas y cuantiosas inversiones, nacionales y extranjeras, en el sector energético, especialmente en el de la producción de electricidad a través de plantas que aprovechan sol y aire.
Para los inversores nacional finalmente se abre la posibilidad de mantener los parques solares y eólicos que, por el decretazo, sufrieron afectaciones en sus operaciones.
Incluso, una docena de parques solares que estaban en construcción en diversos estados, como Tamaulipas, Nuevo León, Chihuahua entre otros, suspendieron las obras has que sus propietarios lograron los amparos.
El anuncio presidencial de que Pemex invertirá 2 mil millones de dólares para reducir las emisiones de gas invernadero y que la CFE abandonará la quema de combustóleo, parecen ser medidas eficientes y podrían ayudar a reducir en 35% las emisiones contaminantes para el año 2030, como se estableció en el Acuerdo de París, firmado por el entonces presidente Enrique Peña Nieto.
Durante los tres primeros años del gobierno actual, el tema del cambio climático y los programas de protección al medio ambiente mexicano, pasaron a tercer lugar. Las prioridades estaban definidas y al presidente de la República no le importó conocer las pruebas que aportaron científicos y académicos durante el parlamento abierto para enriquecer la Reforma Eléctrica que presentó ante el Congreso de la Unión y que finalmente fue desechada por el rechazo de 223 diputados de oposición.
Todo parece ir por buen camino para quedar bien con el vecino del norte.
Lo grave es que la construcción de tres obras emblemáticas del gobierno de la cuatroté: Tren Maya, Refinería Olmeca y Corredor Transísmico, selvas, bosques y lagos han sido devastados.
En el primer caso, se ha señalado que para el tramo 5 se derribaron 20 mil árboles que daban protección a la fauna y al ambiente. El gobierno respondió que se suplieron con 100 mil nuevos. Los ambientalistas observaron que las especies plantadas no corresponden a la región y tardarán años en desarrollarse: en el segundo, 200 hectáreas manglares fueron destruidas. Y en el tercero, árboles y lagos fueron afectados.
Ojalá y el criterio fuera parejo.