Los Dados de Dios
NIDIA MARIN
Y como si algo más faltara a los mexicanos que ya vivimos con el sobresalto económico en los bolsillos -sufrimiento que va para largo-, la situación tiende a empeorar no solamente por las erróneas políticas que desde Palacio Nacional se llevan a cabo, por capricho del elegido de los dioses, sino porque en el mundo de hoy después de la pandemia y en plena guerra que desató Rusia contra Ucrania, las naciones sufren.
Es el caso de Estados Unidos, nación que al parecer trae al santo de espaldas ya que, aseguran, es a la baja el resultado de sus perspectivas económicas y “…lleva consigo la posibilidad de una demanda externa más débil de lo previsto para nuestro país (México) en 2022”.
Sí, perooo… al afectar al vecino del norte, el del otro lado también paga los platos rotos -¿maaas?-. Así es.
Explican los expertos en el Senado de la República, a través del Instituto Belisario Domínguez para el cual investigan, sopesan y exponen los sucesos en México y en el mundo (sean económicos, políticos o sociales), que las proyecciones de crecimiento para Estados Unidos son… “5.7% en 2021, 3.7% en 2022 y 2.3% en 2023; mientras que para China se estima crecimientos de 8.1% en 2021, 4.4% en 2022 y 5.1% en 2023”.
¡Ufff!
Ante este futuro tan incierto, al que los especialistas denominan “un escenario internacional complejo”, el Fondo Monetario Internacional (FMI) lanza un recordatorio: que la cooperación multilateral es esencial para mejorar las perspectivas económicas para todos.
¿Escuchaste necio? Esta advertencia tiene un fundamento real y en el caso de México es inconveniente que desde la Silla del Águila estén lanzando sistemáticamente petardos hacia el otro lado de la frontera norte.
Pero, además, hay otra consideración: la armada que está asolando a Europa. Dicen los especialistas en política exterior y económica que la mencionada cooperación necesaria tiene otro aspecto: “… incluye como prioridad inmediata encontrar una solución pacífica a la guerra, cerrar la brecha entre las ambiciones anunciadas y las medidas de política implementadas en el ámbito climático, asegurar un acceso mundial equitativo a todas las herramientas disponibles para hacer frente al COVID-19 y encarar otras prioridades sanitarias mundiales”.
En tal sentido resaltan, que en los informes de Monitor Fiscal (publicado por el FMI en abril de 2022) el organismo considera que “a la política fiscal le toca desempeñar un papel especial ante la incertidumbre provocada por la pandemia de COVID-19 y que se trasladó a la guerra”.
Tal papel, agrega, “incluye proteger a los más vulnerables del impacto que tiene el elevado y creciente nivel de precios de los alimentos y de la energía en los presupuestos de los hogares. Lo anterior al considerar que, además de la pérdida de vidas, el sufrimiento y la destrucción de infraestructura provocadas por la guerra, también se está provocando un costoso desplazamiento de refugiados y una erosión del capital humano, trastocando los mercados de materias primas y atizando la inflación”.
Añade: “El respaldo a las economías más golpeadas por la guerra implica que la política fiscal tendrá que encarar la crisis humanitaria y los trastornos económicos centrándose en apoyar a los más afectados y en los ámbitos prioritarios. Ante un margen de maniobra acotado de la política económica, mejorar la focalización de los apoyos para hogares y empresas más afectados por los efectos de la pandemia y de la guerra será fundamental para mantener la sostenibilidad fiscal”.
SENSATEZ ES LA
CLAVE ACTUAL
Y como si no fuera suficiente…
“Adicionalmente, muchos países tendrán que mejorar su crecimiento y fortalecer sus ingresos tributarios para evitar el riesgo de situación crítica causada por el sobreendeudamiento. Por tanto, una posible solución sería ofrecer un apoyo focalizado, provisional y directo a los hogares vulnerables, permitiendo al mismo tiempo que se ajusten los precios internos”.
Al respecto, por cierto, México ya está tomando las medidas que el gobierno dice son las conducentes. Con el tiempo los expertos determinarán si fueron las adecuadas. Mientras, la consideración es que dicha estrategia sugerida “contendría las presiones fiscales, ya que muchos países enfrentan una creciente carga de deuda, y mantendrían los incentivos para que el sector privado amplíe la oferta de energía y alimentos”.
Los especialistas del Senado recuerdan que antes de la guerra, se había observado una escalada inflacionaria, debido al aumento de precios de las materias primas y los desequilibrios entre la oferta y demanda causados por la pandemia.
En la actualización de Perspectivas de la Economía Mundial del FMI, abril de 2022 se expone la revisión a la baja de las mismas, lo cual responde, “en gran medida, a la incertidumbre por un posible empeoramiento de la guerra en Ucrania; la intensificación de las sanciones aplicadas a Rusia; una desaceleración superior a la prevista en China, cuya estricta estrategia de cero casos de COVID está siendo puesta a prueba por la variante ómicron; y un renovado estallido de la pandemia en caso de que aparezca una nueva cepa más virulenta”.
En lo que se refiere al conflicto en Ucrania, aseguran que está avivando la inflación, sobre todo de alimentos y energía, y está perturbando el comercio internacional; toda vez que las perturbaciones de la producción de un país pueden propagarse con rapidez a escala mundial a través de las cadenas mundiales de suministro estrechamente integradas.
En este sentido, precisan los investigadores, en el informe se presentan estimaciones para la inflación, que en las economías avanzadas aumentó 1.8 pp para ubicarse en 5.7%; mientras que en las economías de mercados emergentes y en desarrollo el aumento fue de 2.7 pp, alcanzando un 8.6%.
Como se observa, hoy nada está escrito. Todo puede ocurrir y lo sensato es evitar las locuras que, consideramos, se están cometiendo desde el máximo foro político de la nación, por un personaje que, todo indica, nació para ser el único que tiene la razón en el universo.
Es de elogiar la labor que para contenerlo deben estar llevando a cabo desde la Secretaría de Hacienda.
No, no es fácil convencer a un ignorante y de remate terco.
Por cierto, México Evalúa, asegura que “el gobierno mantiene importantes renuncias a cobrar impuestos, la tributación pende de un hilo (de la recaudación secundaria: fiscalización de asalariados y grandes contribuyentes), mientras que la recaudación primaria, la cual es impulsada por la economía, se encuentra debilitada: el IVA muestra una caída de 9.3% (29.9 mmdp)”.
Añade: “¿Y a qué se refieren loa Números del Erario con ‘renuncias a cobrar impuestos’? A esto: la recaudación por IEPS fue de sólo 20.8 mmdp, una caída del 70.7% (50 mmdp) frente al mismo periodo de 2021 y el peor monto que se tenga registro desde 2015. Estas son las consecuencias…”