Punto de Vista
Jesús Michel Narváez
La definición de cretino es más que clara en sus tres acepciones: estúpido, majadero y necio.
Dirigirse con esa palabra a quienes cuestionamos su no estrategia para combatir la violencia, es una nueva falta de respeto hacia los gobernados de Andrés Manuel López.
En virtud de que presumo de ser respetuosos, diría que el necio es el huésped temporal de Palacio Nacional.
La ratificación no deja duda: “No, no voy a cambiar la estrategia -diríase la no estrategia- para combatir la violencia- porque nos está dando resultados”.
Újule, julita.
Ante eso no hay defensa.
Allá en Sinaloa, en la tierra del poderoso Cártel que comanda Ovidio Guzmán, el hombre que cobra como Presidente de la República, lanzó un speech que merece ser reproducido: «Nos da mucho gusto estar aquí, en este estado, progresista, dedicado a la producción de alimentos, con gente buena, gente trabajadora, nos da mucho gusto estar en Sinaloa».
Córcholis.
Un estado en donde además de maíz, jitomate y otras legumbres, se siembra y cosecha marihuana, cocaína, amapola y se desarrollan laboratorios clandestinos para producir fentanilo.
Y que se sepa, la cocaína, no se ofrece como taco en tortillas recién hechas. Tampoco la heroína se guisa con chicle morita. De la marihuana se puede decir que se usa en alcohol para curar el reumatismo. Claro, además de fumarse.
Por tanto, ante la afirmación presidencial, hay que exclamar:
Recontracórchiolis.
Anunciar en Culiacán que la próxima semana dará a conocer los “detalles” de la decisión que tomó el gabinete de seguridad, en ese tiempo coordinado y encabezado por Alfonso Durazo, para liberar al hijo del “señor Guzmán” -así le dice el presidente- y que después el presidente dijo que él dio la orden, seguramente tendrá los velos que impedirán la transparencia.
No se entiende al presidente. Tiene algo que todos suponemos es una relación insana y la muestra sin rumor alguno.
¿Qué le debe al Cártel de Sinaloa?
Ir a supervisar la carretera Badiraguato-Parral y Durango-Culiacán y el programa Sembrando Vida en el municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, conocido como el “Triángulo dorado” donde se siembra droga, parece una gira armada para saludar al personaje por el cual la DEA ofrece 5 millones de dólares de recompensa a quien aporte datos para su aprehensión.
Esta gira podría ser interpretada como un nuevo espaldarazo para los “seres humanos” que asesinan, descuartizan a sus víctimas, las ejecutan.
La necedad no es de quienes buscamos poner la mano, no el dedo, en la llaga de la violencia criminal que se vive en el país.
¿Cuáles han sido, hasta ahora, los resultados con su estrategia de abrazos no balazos?
Señor presidente, cuánta cretinez de su parte.
Colóquese la acepción que más le cuadre.
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