Del cine y las leyés
Más que un Feminicidio
HORACIO ARMANDO HERNÁNDEZ OROZCO
“Chicas Perdidas” (“Lost Girls”), película dramática dirigida por Liz Garbus; protagonizada por Amy Ryan (Mari Gilbert), Thomasin McKenzie (Sherre Gilbert), Gabriel Byrne (Richard Dormer), Oona Laurence (Sarra Gilbert) y Lola Kirke (Kim); fue estrenada en el Festival de Cine de Sundance el 28 de enero de 2020.
Mari Gilbert exige a las autoridades buscar a su hija desaparecida, descubriendo una ola de asesinatos no resueltos de jóvenes en las islas de la costa sur de Long Island, cometidos por un asesino en serie.
La cinta está basada en el libro de investigación de Robert Kolker, sobre hechos reales que se centran en la desaparición de una joven de Long Island y la incansable lucha de su madre y hermanas por encontrarla ya sea viva o muerta, como los cadáveres encontrados de otras mujeres en la misma zona.
LA VIOLENCIA DE
SER IGNORADA
Mari Gilbert recibe la llamada de su hija Shannan que irá a visitarla, pero nunca llegó; comienza una preocupación, porque no responde las llamadas para saber si está bien, así que Mari acude a la policía que muestra una pasividad total.
Ante un reporte de desaparición la actividad de la policía es vital para lograr ubicar a la persona, o en su caso recabar indicios y pruebas que sirvan para encontrarla con vida.
La cinta muestra la parsimonia con que actúa la policía local, y la falta de interés ante el caso, más cuando la propia madre les dice que ella obtuvo el registro de llamadas de su hija al 911, pero la policía tardo más de una hora en acudir al lugar donde ella se encontraba.
Además, les da los datos del chofer que llevó a su hija al lugar donde se le vio por última vez; información que no había sido recabada por las autoridades.
Se ha estimado que la violencia sobre las mujeres sólo es física, psicológica o económica, pero el ser ignorada también es una forma de violencia, más cuando existe una omisión de la autoridad de investigar la desaparición de una persona.
De hecho, la propia Mari sufre de este tipo de violencia, pues la policía no atiende a sus llamadas ni le dan avance a la investigación.
LA VIOLENCIA DE
SER ABANDONADA
El caso es asignado al investigador Richard Dormer, y declara al chofer, quien se ve sorprendido cuando le dicen que la madre de Shannan está preocupada por su hija, manifestando que ella la abandonó en varias ocasiones en hogares provisionales.
Esta información sorprende al agente, y se entera que Shannan se dedicaba a la prostitución, de lo que no fue informado por su madre; lo cual también ignorabanr las otras dos hijas Sherre y Sarra.
El abandono de los hijos es una forma de violencia, que a futuro puede traer consecuencias graves en la adolescencia o juventud de éstos; hay una escena metafórica de este evento cuando Mari arranca unas raíces de cuajo con la ayuda de una grúa en uno de sus trabajos, que simboliza la separación forzosa del hogar.
LA VIOLENCIA DE
SER VITUPERADA
Del audio de la llamada al 911 se advierte que Shannan pedía auxilio pues decía que la querían matar; las declaraciones de los testigos y del chofer señalan que estaba drogada y que corría de un lugar para otro; además, la policía y los medios de comunicación se refieren a ella como una prostituta.
La desaparición de una hija es dolorosa, y más cuando se denigra a la persona, nadie tiene derecho a difamar a una mujer, y menos cuando no puede defenderse de estos ataques, por eso Mari le exige al agente Richard Dormer que no la vuelva a llamar así.
Pero la película va más allá, pues Sherre cuestiona a su madre sobre su relación con Shannan y por qué no les comentó que su hermana se dedicaba a la prostitución, y que la abandonó; está trama sirve para reflexionar sobre qué significa ser una buena o mala madre y quién tiene el derecho de decidirlo; así como de la presión que ejerce la sociedad sobre las mujeres pobres, de madres solteras a jóvenes sin ayuda ni futuro, sobre la feminización de la pobreza.
Las protagonistas no son solo chicas «perdidas», sino también chicas malas: malas esposas que no pudieron mantener a un marido, malas madres que no supieron cómo mantener a sus hijas, malas ciudadanas que se lanzaron a la prostitución porque no veían salida.
Esas malas mujeres para las que se tarda una hora en responder a una llamada de auxilio, para las que los medios de comunicación solo tienen palabras de desprecio, para las que fallan y son crucificadas una y otra vez por ello.
LA VIOLENCIA DE
SER OLVIDADA
La policía encuentra cuatro cuerpos de mujeres con características en común con Shannan, las víctimas rondaban alrededor de los 20 años y se dedicaban a la prostitución, pero supuestamente no había coincidencias, y extraoficialmente dejaron de investigar.
Esas chicas también habían sido olvidadas por las autoridades, pues el hallazgo de estos cuerpos no fue porque los estuvieran buscando, sino porque un policía se detuvo en la carretera a orinar y su perro olfateó algo que resultó ser el cadáver de una mujer.
Un año después, la policía halló los restos de Shannan en una zona pantanosa de Oak Beach, un lugar donde no habían querido buscar.
Esta película destroza las convenciones del subgénero de true crime y mira a la cara a las víctimas colaterales; cuenta de la presión que ejerce la sociedad sobre las mujeres pobres, de madres solteras a jóvenes sin ayudas ni futuro, y sobre la feminización de la pobreza.
El nombre del filme va más allá de la connotación de que ha desaparecido alguien, pues implica que una mujer que ha quedado fuera de los márgenes de las normas sociales tradicionales, que es una prostituta, que se drogaba y por eso es una chica perdida.
Recientemente, en México se dio el triste y lamentable caso de una joven que fue reportada como desaparecida en Nuevo León, y presenta muchas semejanzas con el caso de la película, negligencia de la policía, denigración de su persona, un chofer que la dejó en lugar que desapareció, el hallazgo de su cadáver en donde no se buscó al inicio.
¿Coincidencia o indolencia hacia la mujer?
La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…