Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Jefe de Jefes”, permanecerá en la cárcel de por vida, luego de que un juez ratificó la sentencia de 37 años de prisión que se le dictó por el homicidio del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena.
La decisión fue del Juzgado Segundo de Distrito Especializado en Ejecución de Penas que rechazó un amparo promovido por la defensa del ex líder del Cártel de Guadalajara con la que buscaba evitar dicha sentencia.
La resolución del juzgado emana de la revisión del amparo 198/2019 a través de la cual la defensa legal de Miguel Ángel buscaba pagar en una sola sentencia dos procesos penales que pesan en su contra y con lo que buscaba una reducción de 10 años de prisión.
Félix Gallardo, quien actualmente tiene 76 años, está en prisión desde 1989 cumpliendo una sentencia de 40 años de cárcel en el penal de Puente Grande, Jalisco, acusado por los delitos de narcotráfico y acopio de armas, así como por introducir armas de manera ilegal a Estados Unidos, pena que terminará en 2029.
Durante este tiempo fue que el exlíder del Cártel recibió una segunda sentencia por 37 años por el asesinato del exagente de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) misma que su defensa buscó sumar a la pena que ya paga, pero que fue rechazada, por lo que ahora deberá iniciar con esos años una vez que finalice su primer proceso y terminarla hasta el año 2066.
Es de recordar que el marzo pasado la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) rechazó una solicitud realizada por Félix Gallardo con la que el capo buscaba pagar su pena de 40 años en prisión domiciliaria, argumentando problemas de salud derivado de su avanzada edad. Pese a lo anterior un juez aún podría concederle el beneficio de prisión domiciliaria bajo razones humanitarias.
Félix Gallardo es acusado de ser líder de uno de los ´carteles de drogas más grandes de México y el mundo en compañía de Rafael “Caro” Quintero y Ernesto “Don Neto” Fonseca Carrillo, quienes también están señalados por el asesinato del Enrique Camarena.
