Traición a la patria, ¿en serio?

De Fondo

Miguel Tirado Rasso

mitirasso@yahoo.com.mx

 “Los diputados y senadores 

son inviolables por las opiniones

que manifiesten en el desempeño

 de sus cargos, y jamás 

podrán ser reconvenidos por ellas.”

Art. 61. Constitución Política de los EUM

 

Sería interesante saber cuál es el concepto que se tiene en la 4T, sobre lo que es la democracia, lo que es un régimen democrático, porque la violenta reacción de dirigentes y funcionarios de Morena ante su primera gran derrota legislativa, propinada a su reforma constitucional en materia de electricidad, los ha llevado a extremos delicados y riesgosos, propios de un régimen autoritario.

Durante la LXlV Legislatura, una mayoría calificada en la Cámara de Diputados, le permitió a Morena sacar las iniciativas de Palacio “sin modificarles una coma”. Una circunstancia que les permitió ignorar, literalmente, a las bancadas de la oposición a las que, ni para cubrir las formas, tomaban en cuenta en el debate y, mucho menos, para negociar la aprobación de los proyectos de ley. 

Para la bancada de Morena en San Lázaro, durante los primeros tres años del actual régimen, su trabajo legislativo fue sencillo, cómodo y sin complicaciones. Las aprobaciones fast track se volvieron una práctica cotidiana y, todo esto, mal acostumbró al partido en el gobierno que, cuando perdió la mayoría calificada, en las elecciones de 2021, y tuvo que voltear a ver a las oposiciones en el Congreso, mostró su incompetencia en el debate, la negociación y la concertación de acuerdos con las bancadas de oposición que, sumado a una soberbia incapaz de aceptar cambios al proyecto original de ley, derivó en el rechazo de la citada reforma constitucional.

 

Habría que recordar, que, para el mejor análisis de la iniciativa de reforma eléctrica, los diputados promovieron la realización de un Parlamento Abierto en el que, funcionarios públicos, gobernadores, “personas interesadas en el tema, organizaciones académicas, entidades públicas y expertos en la materia,” durante mes y medio (enero 17 a 28 de febrero) discutieron sobre los pros y los contras de la reforma.

 

Pero al concluir este ejercicio democrático, como si después de los 25 foros del Parlamento y decenas de intervenciones, no hubiera habido alguna aportación digna de tomar en cuenta, la bancada de Morena decidió iniciar el debate del proceso parlamentario con un proyecto de ley inalterado que ellos presentarían. Ante la molestia y rechazo del bloque opositor, Morena aceptó, como negociación, incluir algunas modificaciones menores, que no modificaban el fondo de la reforma y ahí se atoró la iniciativa.

 

Llama pues la atención que, después de haberse realizado el Parlamento Abierto, al que el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, el morenista Sergio Gutiérrez Luna calificara de histórico, “ejercicios que involucran y escuchan la pluralidad de grupos y opiniones”, y que, por su parte, el coordinador de la bancada de Morena, Ignacio Mier, considerara como prioridad generar un amplio debate sobre la reforma, ellos mismos sean los que, ahora, acusen de traidores a la patria a los legisladores del bloque opositor por no haber apoyado su reforma. ¿Qué no se vale disentir en el Congreso? El debate ¿sólo es válido si lo gana Morena?

 

Como represalia por el nocaut a su reforma eléctrica, el presidente del partido del gobierno, Mario Delgado, ha encabezado una campaña de linchamiento en contra de los legisladores de oposición, exhibiendo sus fotos y nombres en plazas públicas, acusándolos de traidores a la Patria por “el delito” de haber votado en contra de esa ley. Una acción que movería a risa, por lo ilegal, absurdo e improcedente del planteamiento, si no fuera por que semejante ocurrencia pone en riesgo la seguridad de los legisladores, ante posibles agresiones de fanáticos de la 4T, lo cual ya ocurrió.  

 

Referirse a un “paredón pacífico” para que los legisladores de oposición sean “fusilados” con la pluma de la gente por traición a la Patria, resulta una muy desafortunada alegoría que incita a la violencia. Esto, además de amenazar con denunciarlos ante la Fiscalía General de la República (FGR), son parte de la campaña con la que Morena pretende desprestigiar a la oposición con fines electorales. Hay que recordar que, el próximo 5 de junio, habrá elecciones para gobernador en 6 estados de la República.

 

El dirigente Mario Delgado ha sufrido varios descalabros recientemente, que lo tienen muy preocupado y un tanto desesperado, lo que explica su ira con las oposiciones. Sus números en las elecciones para diputados en 2021, no fueron para presumir y, ni que decir de la decepcionante participación ciudadana en el ejercicio de ratificación de mandato (porque de revocación no tuvo nada), que, a pesar de la movilización oficial, los recursos invertidos y el apoyo de funcionarios del gobierno, no logró motivar al pueblo bueno y sabio que optó por la abstención. 

 

Habrá que recordarle a este dirigente que, en nuestra Constitución, existe una protección para los legisladores que se llama “fuero”, precisamente para que puedan realizar sus funciones sin la amenaza de ser juzgados por sus opiniones. El artículo 61 de la carta Magna señala: “Los diputados y senadores son inviolables por las opiniones que manifiesten en el desempeño de sus cargos, y jamás podrán ser reconvenidos por ellas. El presidente de cada Cámara, velará por el respeto al fuero constitucional de los miembros de la misma…” Por supuesto, esto incluye sus votos. 

 

Y pensar que don Mario ¡fue diputado!

 

Abril 28 de 2022

 

 

 

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