Y Tras el Nocaut, Cabalgando Sobre la Ira

Lithium ore falls from a chute onto a stockpile at a Talison Lithium Ltd. facility, a joint venture between Tianqi Lithium Corp. and Albemarle Corp., in Greenbushes, Australia, on Thursday, Aug. 3, 2017. Rising Chinese demand for lithium-ion batteries needed for electric vehicles and energy storage is driving significant price gains and an asset boom in Australia, already the world's largest lithium producer. Photographer: Carla Gottgens/Bloomberg

NIDIA MARIN

¿Y qué sucede después de un nocaut? Que permanecen en la lona por un buen tiempo. No se tiene contabilizado si son meses o años. Pero los científicos exponen que el tundido libera inmediatamente neurotransmisores, los cuales, son mensajeros químicos que transportan, impulsan y equilibran los mensajes entre neuronas y células en todo el cuerpo.

La excarcelación de los neurotransmisores, en este caso, es como la emancipación de Auschwitz en la Segunda Guerra Mundial. Sí, la actividad es plena y se advierte que, como consecuencia, se pueden producir cambios de humor e, inclusive, pérdida del lívido.

En el primer caso, los noqueados, como el aposentado en la Silla del Águila, pasa de la ira a la depresión, de la ansiedad a la irritabilidad, de la frustración a la molestia y a la iracundia. Sí, muchos sentimientos están a la orden del día, por lo cual los expertos recomiendan decir no a los arrumacos, no ver telenovelas para evitar lágrimas y sentimentalismos y mejor recurrir a las películas inocuas o tiradas de los pelos como “Charros Contra Gángsters”, del inmarcesible Juan Orol.

Es decir que, si la terquedad del noqueado continúa, es necesario una escaneada cerebral, quizás en el Hospital Militar.

También sería urgente ir al sanatorio si hay diarrea (verbal o gástrica), así como vómito y difícil respiración y las barbaridades discursivas toman serias posiciones en el organismo. 

¿Y cómo se mide la intensidad del nokaut y sus consecuencias? Depende, pero si se continúa en la necedad de “sin quitarle una coma” y se insiste en la terquedad de que los legisladores revisen ahora la norma en torno a la minería, los síntomas de la debilidad y el desconocimiento del zurdazo que no llegó, son de lágrima. 

Es lamentable el intento de izquierdazo, no lo salva ni aquello de la explotación del litio. Pero como se sabía en el Zócalo que la producción es nula actualmente y sólo hay tres zonas de exploración en Baja California, San Luis Potosí-Zacatecas y Sonora, sitios donde la producción más o menos importante ocurriría hasta los años treintas del siglo en marcha, simplemente fue utilizado como pantalla…  

Pero, la realidad es que cuando hay una combinación de derechazo e izquierdazo como los recientes, asestados el Domingo de Resurrección, quien o quienes lo reciben no saben ni para donde hacerse y, como es el caso, necean con lo del litio aunque el artículo 27 de la Constitución señale claramente:

Corresponde a la Nación el dominio directo de todos los recursos naturales de la plataforma continental y los zócalos submarinos de las islas; de todos los minerales o substancias que en vetas, mantos, masas o yacimientos, constituyan depósitos cuya naturaleza sea distinta de los componentes de los terrenos, tales como los minerales de los que se extraigan metales y metaloides utilizados en la industria; los yacimientos de piedras preciosas, de sal de gema y las salinas formadas directamente por las aguas marinas; los productos derivados de la descomposición de las rocas, cuando su explotación necesite trabajos subterráneos; los yacimientos minerales u orgánicos de materias susceptibles de ser utilizadas como fertilizantes; los combustibles minerales sólidos; el petróleo y todos los carburos de hidrógeno sólidos, líquidos o gaseosos; y el espacio situado sobre el territorio nacional, en la extensión y términos que fije el Derecho Internacional”.

Hoy se puede ilustrar que el principal uso del litio en México y en el mundo es en la manufactura de baterías, con el 39%; cerámica y vidrio, el 30%; grasas lubricantes, 8%; polvos fundentes de fundición en continuo y producción de polímeros, 5%; tratamiento del aire, 3%; y otros usos, el 10%. También explicar que hay potencias en esa materia y en el caso de México, en estos momentos, sería buscarle ubres a las hormigas. ¿Por qué tanta urgencia para quedar en la historia?

No, el noqueado debe serenarse. Peor resulta si se le borra el caset y ya no sabe para donde hacerse. Es mejor acudir con el neurólogo. 

Pero en el caso reciente que nos ocupa, es difícil que acate las instrucciones de los expertos, porque no obedece ni a sus instintos.

Sí, su plumaje es de esos…

 

 

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