“Enemigos: El Abogado/El Comisario”

DEL CINE Y LAS LEYES

El Estado de Derecho

HORACIO ARMANDO HERNÁNDEZ OROZCO

“Enemigos: El Abogado/El Comisario” (“Feinde-Das Geständnis/ Gegen die Zeit”) son dos películas producidas por la cadena de televisión pública alemana ARD, dirigidas por Nils Willbrandt, con la actuación de Klaus Maria Brandauer (Konrad Biegler), Bjarne Mädel (Peter Nadler) y Franz Hartwig (Georg Kelz), cuyo estreno fue en marzo de 2021.

El inspector Peter Nadler y el abogado defensor Konrad Biegler se enfrentan en juicio para discernir qué es lo correcto y qué es lo justo en relación a la tortura como método para la obtención de una confesión en un delito de secuestro.

Las películas están basadas en una novela del jurista alemán Ferdinand von Schirach, y es una misma historia con dos perspectivas: la del comisario de policía que utiliza métodos cuestionables para salvar a la menor secuestrada y la del abogado defensor, quien quiere defender a su cliente a toda costa.

EL SECUESTRO

La acción se desarrolla en Berlín, en pleno invierno; es un día cualquiera para la familia von Bode, su hija Lisa, una niña de doce años, es secuestrada al salir de su casa camino a la escuela; tras el rapto, su autor solicita a sus padres un rescate de varios millones de euros.

La cinta muestra a un autor material único, al menos no se ve la participación de otra persona, aunque en realidad no se sabe quién es el plagiario; pero ha planeado a detalle el secuestro, pues no ha dejado ninguna huella en el lugar del plagio ni donde ha sido retenida la víctima.

En la Van en que fue transportada la menor a la casa de seguridad, el secuestrador introdujo toda su ropa, inclusive los zapatos y la ha quemado en su totalidad, nunca uso su teléfono para llamar a los padres de la menor, sino que utilizó el celular de la niña para dejar un mensaje exigiendo el rescate y lo dejó en el interior del buzón de correo sin ser captado por las cámaras de seguridad de la casa.

Simplemente, no dejó ni un rastro ni huella que le incriminara.

LA INVESTIGACIÓN

El secuestrador pide que no informen a la policía y que el rescate sea pagado en criptomonedas, pero el abogado de la familia sugiere que denuncien el hecho, y así lo hacen.

Aquí interviene el experimentado inspector de policía Peter Nadler, quien dirige la investigación, y conforme a los hechos intuye que el secuestrador debe ser alguien que trabaja para la familia o que ha estado recientemente en la casa, por lo que pide una lista de todos los trabajadores y de todas las personas que hayan ido a la misma.

Su experiencia le permite dirigir una exhaustiva investigación, interrogar a cada posible sospechoso y en pocas horas llega a la convicción de que el autor del secuestro lo es Georg Kelz, quien a penas tiene cuatro meses trabajando como guardia de seguridad con la familia von Bode.

Pero ¿cómo es que llegó a esta conjetura? Sencillo, es el que tiene la coartada más débil y su perfil inconformista con su vida, revela el querer ambicionar más.

TÉCNICAS DE TORTURA 

JUSTIFICADA

Es cateada la casa de Georg Kelz, pero no se encuentra dato alguno que lo incrimine con el secuestro, lo único que lo involucra es que ha trabajado para la familia von Bode.

Se dice que los buenos policías tienen un instinto que los guía a los sospechosos, y el comisario Nadler sabe en su interior que Georg Kelz guarda un oscuro secreto, ha sido interrogado por su compañera, la oficial Judith Lansky, sin resultado alguno, e inclusive el propio Nadler lo ha interrogado y nada; así que le solicita a la Jefa de la Policía que pueda interrogarlo mediante tortura, lo cual evidentemente es negado, y se le indica que bajo ninguna circunstancia deberá ser violentado el detenido, pero ignora esta orden y lo tortura sin dejar huella de ello, hasta que logra arrancarle que le diga dónde está la menor.

En el juicio es interrogado como testigo el comisario Nadler, quien manifiesta que bajo circunstancias extremas se puede infligir dolor al culpable a lo que llama “tortura justificada”, pues aduce que si un secuestrador amenaza con matar al rehén y tiene el dedo en el gatillo, la ley autoriza a la policía matarlo para salvar a la víctima, pero si en un interrogatorio no confiesa en dónde está la persona secuestrada, la cual puede morir, entonces la ley no autoriza a tomar una medida menos drástica que matarlo, por eso piensa que hay una falla en el derecho.

PROHIBICIÓN 

DE LA TORTURA

El viejo abogado defensor Konrad Biegler le cuestiona al testigo sobre esas técnicas de investigación, y le manifiesta que los nazis llegaron a llamarlas “técnicas de interrogatorio mejorado”, pero Nadler le refuta diciéndole que ellos la utilizaron para matar gente, y en cambio en la tortura justificada lo que se busca es salvar vidas.

El tema central es la justificación o no del uso de la tortura por parte de la autoridad en determinados supuestos; alegando el abogado que algunas personas se creen con el derecho y con la capacidad de decidir quién es o no culpable de un delito, sin haber estudiado la carrera judicial y ejercer como magistrado en un tribunal; además, se consideran capacitados para resolver qué seres son depravados y cuáles de ellos merecen tratarse como objetos.

Continúa preguntándole al testigo que, si para obtener una confesión torturaría a la hija del secuestrador, a lo que el otro responde que no, porque ella es inocente; y agrega el defensor que el investigado también lo es bajo la presunción de inocencia.

La tortura atenta contra la dignidad del torturado y la dignidad de todo ser humano no admite excusas, pero ¿qué pasa con la dignidad de la víctima? también debe ser protegida.

El discurso del abogado defensor va más allá, al cuestionar si la tortura debe ser supervisada con un médico que autorice si se le puede cortar un dedo o no al detenido, o pregunta ¿si hay límites en la tortura? ¿si en la Academia de policía se debe enseñar a los cadetes, técnicas de tortura?

Al final, el abogado responde una pregunta del testigo: usted sería un héroe, ya que, al haber torturado a un hombre, ha sacrificado su futuro y el de su familia para salvar la vida de una menor, pero los héroes siempre fracasan.

Hay que buscar la verdad, pero no a cualquier precio, eso es precisamente lo que distingue al Estado de Derecho; lo que el abogado defiende es el “derecho a tener derechos” como la única garantía de que la sociedad funcione en todos sus niveles; la cinta busca distinguir entre lo qué es correcto y lo qué es justo; y claro que la sociedad quiere que se haga lo correcto y justo, pero, ¿estará dispuesta a permitir que se infrinja la ley para ello?

La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…

 

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