La llamada «moralmente derrotada» oposición arrojó a la congeladora de la Cámara de Diputados la reforma eléctrica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Morena y sus aliados no alcanzaron mayoría calificada de votos para modificar la Constitución.
Después de 12 horas de sesión, y con los recesos innecesarios, llegó la hora de la votación y la propuesta presidencial fue desechada.
Una dolorosa derrota para el presidente de la República quien durante meses intentó demostrar que la razón le asistía e incluso llamó a losm diputados del PRI a «rebelarse» y seguir los pasos de Lázaro Cárdenas y Adolfo López Mateos. De no hacerlo, se convertirían, lo dijo así, en traidores a la patria.
Los grupos parlamentarios de Morena, Partido del Trabajo (PT) y Partido Verde (PVEM) reunieron 275 votos, por lo que no alcanzaron la mayoría calificada de dos terceras partes de los diputados presentes, en total 499.
En tanto, el bloque opositor se mantuvo sin fracturas, y sus 223 legisladores votaron en contra, más uno del PVEM: 70 del Partido Revolucionario Institucional (PRI), 113 votos de Acción Nacional (PAN), 14 del Partido de la Revolución Democrática (PRD) –una está de licencia- y 25 de Movimiento Ciudadano.
Así el dictamen de las Comisiones Unidas de Puntos Constitucionales y de Energía, con Proyecto de Decreto por el que se reforman los artículos 4o., 25, 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de energía y de acceso a la energía eléctrica quedó totalmente desechado.
Después de la votación, terminó la sesión ordinaria y se citó para la siguiente que tendrá lugar el lunes 18 de abril a las 12:30 horas, en su modalidad semipresencial.