Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
La historia no miente, aunque sea la oficial. La democracia es un sistema en el que nada impide pensar diferente. Las tiranías ordenan la unanimidad de sus gobernados.
Imaginar que todos los mexicanos fuéramos obligados a leer el libro rojo de Mao, el Capital de Marx modificado por Stalin, Mi Mucha de Hitler o los legados de los triunviratos de Chile y Argentina, tendría como resultado la TIRANÍA.
Por el contrario, Sócrates y su discípulo más avanzado, Platón y dos décadas después Aristóteles, impulsaron la democracia y enfrentaban al emperador con argumentos claros en los que se privilegiaba la igualdad, la diferencia de pensamiento, la libertad de expresarse.
No pretendieron fomentar el clasismo. Buscaban, respetando las reglas imperiales, que el pueblo griego tuviera la oportunidad de hablar, de exponer y de seguir en libertad o vivo.
Es la diferencia entre la Democracia y la dictadura.
Sin embargo, en México se dan pasos para sepultar lo que hace 2.400 años vio la primera luz. Quizá por su vejez el presidente opina que los problemas de la actualidad se les deben a los de “antes”.
Baste leer lo que dijo ayer en respuesta a quienes no quieren la Revocación de Mandato y, la propuesta es: termina y te vas.
Al presidente Andrés Manuel López le calaron los insultos de la oposición y que lo califiquen como “el #kks“.
Como respuesta a quienes marcharon ayer, insistió en que los conservadores son hipócritas, groseros, clasistas, racistas”.
Por ello, cuestionó que sus detractores llamen a no participar en la consulta de revocación de mandato.
Expresó que el “conservadurismo hipócrita, según ellos son gentes de bien, se llegan a autonombrar ‘bien nacidos’ y se creen de la moronga azul, pero son groseros y muy clasistas y racistas, discriminatorios”.
Dijo que los conservadores son de los que tratan de manera despectiva a las trabajadoras domésticas, “es un prototipo, o sea muy individualistas y muy faltos de información, tienen como referentes para las letras, para la literatura, esos escritores de Best Seller, que convocó a esta marcha, Martín Moreno, líder intelectual de toda esa franja”. Habría que saber cómo trata a sus domésticas que, sin duda, tiene. Y conocer si están en el IMSS, tienen contrato y gozan de vacaciones y salario remunerador.
Imposible omitir su narrativa que mostró que le caló y mucho observar la camiseta cuya leyenda es: “Orgullosamente en contra del KKS”.
Para mostrar que el clasista está representada en su persona, el presidente López definió: “La gente pobre o quienes son de la clase media, forman parte de la clase media o llegaron a la clase media pero no se ladinizaron -probablemente porque no son indígenas?-, no le dieron la espalda al que se quedó atrás, al que sufre, no renegaron de su origen, al contrario, el que viene de abajo se vuelve racista, clasista y se siente superior, todo esto está emergiendo y es muy bueno, mucho muy bueno, tenemos que garantizar que se puedan ejercer a plenitud las libertades, prohibido prohibir, nada de represión, nada de censura, libertad y es muy bueno el debate, mucho muy enriquecedor”. Contradictorio: el de abajo se ladiniza o se vuelven, cuando menos, superiores.
Su persona es un ejemplo sólido: de abajó llegó a Palacio Nacional en donde día con día muestra lo que cree que lo hace superior: el abuso de poder.
¿En serio hay libertad y está prohibido prohibir?
Llamar a quienes lo cuestionan por sus actos de gobierno, “conservadores” que se “se creen de la moronga azul” es compáralos con cuadrúpedos, porque de ellos sale la sangre que después se convierte en morcilla, lo pinta de cuerpo completo como un clasista.
¿Quién es el clasista y quien ignora la historia?
Usted saque sus conclusiones. En lo personal, tengo la mía.
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