*El Texto de Scherer Ibarra Exhibe la Forma en que se Gobierna al País
*La Justicia se Utiliza a Conveniencia y los Expedientes Confeccionados a Modo
*Hoy se Vive el Episodio Vinculado al Tráfico de Influencias Ante la Corte
*Y Como Gertz Dijo a Legisladores que son Servidores Públicos Quienes lo Espiaron…
*La Cadena de Intrigas Confirman Luchas Intestinas sin Cuartel y las Venganzas
*También los Rencores y Falta de Ética en Desempeño de la Función Pública
ALEJANDRO ZAPATA PEROGORDO
Las declaraciones del exconsejero jurídico de la Presidencia, Julio Scherer, publicadas en la Revista Proceso, han desatado un bochornoso escándalo al involucrar a personajes cercanos al titular del Poder Ejecutivo, apareciendo en carácter de principal protagonista el Fiscal, Alejandro Gertz, seguido por la actual Presidenta de la mesa Directiva del Senado de la República, Olga Sánchez, cuando se desempeñó como Secretaria de Gobernación.
En realidad, el texto exhibe la forma en que se gobierna al país, utilizando los cargos y la confianza del Presidente para utilizar la justicia a conveniencia, expedientes que van y vienen confeccionados a modo según los intereses personales de cada uno, con el objetivo de concentrar poder político y económico sin importar los medios.
Se desprende de la narrativa un modus operandi desde las altas élites del poder, apuntando nuevamente a la fiscalía comandada por su titular Gertz Manero, personaje que fue invitado a rendir cuentas ante el Senado de la República, ahora que se desató el episodió vinculado con tráfico de influencias ante la Corte, y desde luego, como era de esperarse, la reunión se dio a puerta cerrada, sólo unos cuantos pudieron escuchar lo que buena parte de México quería oír.
No obstante, se filtró uno de los comentarios hechos por el Fiscal, quien confesó tener identificados a quienes grabaron sus conversaciones telefónicas, adelantando que son servidores públicos quienes lo espiaron, acusación que levanta ámpula y se suma a la ola de escándalos.
Esas conductas invitan a reflexionar sobre las reglas impuestas por López Obrador a sus funcionarios: no robar, no traicionar y no mentir. Además de haber sido elegidos considerando en primer lugar su lealtad, no sabemos si a la persona o al país, ya que es evidente la utilización de las instituciones a su cargo, para fines personales.
La cadena de intrigas y reciprocas acusaciones vienen a confirmar lo que desde hace tiempo se ventila en los medios de comunicación, las luchas intestinas sin cuartel, las venganzas, los rencores y la falta de ética en el desempeño de la función pública han afectado el buen funcionamiento de las instituciones.
La hebra de la madeja es una clara muestra que identifica la peculiar forma de gobernar y conducirse de buena parte de los ideólogos de la cuarta transformación, ya que precisamente los protagonistas que hoy salen a la luz pública acompañaron desde su inicio el movimiento social que ahora se encuentra al frente de la administración.
El Presidente, como de costumbre cuando se trata de personas cercanas, evade el tema y pone distancia, sin embargo, el desorden prevalece. Sus funcionarios de mayor confianza están envueltos en permanentes pleitos internos, que no solamente afectan la administración que encabeza, sino al país entero.
Se han deteriorado las instituciones, así como la imagen del país, la corrupción persiste, la inseguridad en su apogeo, la economía con dificultades, la democracia socavada y los responsables de las dependencias en constantes conflictos personales, pleitos y extorsiones. ¡que buen cambio!