Con efecto inmediato Suiza congeló los activos del presidente de Rusia, Vladimir Putin, de su primer ministro, Mijaíl Michoustine, de su ministro de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, y de otros miembros de su gobierno.
De esta forma, Suiza ha aceptado aplicar de forma integral el paquete de sanciones dictadas por la Unión Europea contra responsables políticos y militares rusos, que hasta ahora había asumido solo de forma parcial para garantizar que el país no fuese utilizado como plataforma para evadir las sanciones. La medida también afecta a eventuales bienes y cuentas bancarias que puedan tener los individuos sancionados en Suiza.
La invasión y la guerra que ha lanzado Rusia contra su vecino es “inaceptable desde el punto de vista del derecho internacional, de la política y de la moral”, dijo el presidente de Suiza, Ignzio Cassis, al comunicar en una conferencia de prensa la congelación de los activos rusos
“Se trata de una medida de gran alcance para Suiza”, reconoció el presidente, quien explicó que el gobierno se tomó los dos últimos días para examinar sus consecuencias en vista del aparente choque que implicaba con el principio de neutralidad en el que se funda la política exterior del país.
“Damos este paso con convicción, de forma reflexionada y sin equívoco”, dijo a los periodistas, tras asegurar que “el principio de neutralidad no se modifica con esta decisión”.
Horas antes, en Bruselas, un portavoz de la Comisión Europea había pedido a Suiza “estar a la altura de las circunstancias” y sumarse plenamente a las sanciones financieras a Rusia, que además de la UE también han tomado Estados Unidos y el Reino Unido.
Cassis reconoció que esta decisión “no tiende un puente de simpatía con Rusia” y reduce las posibilidades de que Suiza sea escenario de conversaciones de paz o actúe como mediador en este conflicto.
Agencias