Cuentas al Ganso

Yo Campesino 

*A Loret le Pagan por su Trabajo; el Ganso se Paga y Gasta el Presupuesto a su Antojo ¿Quién lo Audita?

MIGUEL A. ROCHA VALENCIA

Más allá de si el periodista Carlos Loret de Mola gana 1.5 millones de dólares anuales, que con cuatro presentaciones en Estados Unidos se llevan artistas como “El Buki” o le sirve para propinas a un pelotero de grandes ligas, una estrella de NFL o la NBA, está que lo hacen con su trabajo, mientras el Ganso se lleva dos millones de pesos del presupuesto público como agitador social, por destruir y someter instituciones, hundir al país en la crisis más profunda de los últimos años en todos los rubros y regalar contratos y concesiones a los suyos.

Pero, además, los primeros ganan su dinero de la iniciativa privada, mientras el último, se autoimpuso lo que cobra del erario público del cual, además, dispone a su antojo y al menos cuenta con 380 mil millones de pesos para otorgar contratos (el 76 por ciento de ellos) a quien se le da la gana, precisamente como se hizo con la empresa Baker Hughes, que, de percibir 66 millones de dólares, en noviembre pasado subió a 343 millones de dólares.

De esos contratos, si ocurre como con otros que se negocian con una empresa “conciliadora” con sede en Tabasco, el 10 por ciento de comisión para el intermediario, serían 34.3 millones de dólares. Una bonita cantidad que bien podría servir para comprarse una casita en Houston, pent-house en el mero Central Park, equiparse con cochecitos de lujo y aun quedaría lana para darse unas vueltas a Aspen, Dubái o cualquier centro turístico exclusivo del mundo.

Solo basta mencionar lo de las tres empresas vinculadas al exjefe de compras del IMSS Gamaliel Barriga Simonín, a quien entre 2018 y 2021, le dieron 821 millones de las delegaciones de Tabasco y Veracruz, de los cuales, 400 millones se otorgaron en 2021, según reporte de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad.

Pero eso es “pecata minuta”, lo importante es la opacidad de contratos sin licitación que se otorgan y que autoriza el mesías tropical porque como él dice, los “grandes negocios” se hacen con conocimiento del presidente de la República, en donde tendrían que inscribirse los casi 750 de Sedena a empresas fantasma y los mil 693 a las de Barriga Simonín, cuyo domicilio está en Villahermosa, Tabasco.

O los del Banco de Bienestar no sólo para la construcción de sucursales sino la compra de software y equipamientos. Ahí hay más de 12 mil millones en la “oscuridad” y que son ejemplo del por qué México continúa con retroceso en transparencia, ubicándose a nivel internacional en el sitio 124 de 180 países evaluados, sólo con 31 puntos a favor de 100 posibles.

México obtiene una calificación de 31 puntos en el #IPC2021 (la mejor calificación posible es 100 puntos) y se ubica en la posición 124 de 180 países evaluados, según apunta el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, en tanto que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) nos coloca en el último lugar de 38 países y en el G-20 somos el número 18 de 19.

Ahora, con el escándalo distractor con el cual el profeta de la 4T pretende descalificar al periodista Carlos Loret, justo el día en que asesinaron al quinto periodista de este año y se sumó a los 50 de este sexenio, seguramente caeremos en el Índice Democrático que publicó The Economist, cuyo equipo de inteligencia nos colocó como un régimen híbrido, el cual se ubica entre democracia defectuosa y el autoritarismo.

Eso fue antes de que el caudillo de Macuspana se atreviera a revelar los ingresos del periodista y colocarlo en el centro del tiro al blanco de la delincuencia y de sus seguidores por ganar supuestamente 35 millones de pesos al año, lo cual de entrada es mentira pues Loret de Mola hace dos años no trabaja para Televisa, y si le pagaran será por su trabajo y es dinero privado, no público como del que se despacha el pejelagarto por miles de millones.

El año próximo, seguramente estaremos en la lona a nivel internacional con la etiqueta de corruptos y sometidos por un autócrata pues bajaremos del 5.57 de diez puntos de la escala.

Porque la corrupción de la actual administración no para, la justifica el profeta, quien en vez de exigir a sus hijos y hermanos transparenten los ingresos y bienes denunciados y por lo cual no existe ninguna justificación fiscal, presume que quien trabaja para la iniciativa privada es corrupto y le pagan para complotar en contra del régimen.

El mismo mesías tropical tendría que explicar con respaldo fiscal o estados de cuenta de que vivió y sostuvo a su boyante familia, él mismo y lustros de campaña política con estructuras humanas y físicas, mítines, movilizaciones, creación de “exitosas” empresas, sostenimiento de su propio medio de comunicación, pero, sobre todo, dónde está la explicación de las observaciones de la ya capada Auditoría Superior de la Federación.

Loret rinde cuentas al fisco, lo del profeta de la 4T, su familia y nuevos integrantes de la mafia en el poder no, a pesar de nutrirse del presupuesto público. Esta explicación la debe dar por ley, lo mismo que sus ligas con el difunto empresario huachicolero con Morena y otros delincuentes.

 

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