Por Nidia Marín
Pésimo inicio de año vive México, con su presidente infectado por segunda ocasión de Covid-19. Malos son los augurios para este 2022 cuando en Palacio Nacional puede más la vanidad que la sensatez y su máximo jefe no usa cubrebocas, cuando pesa más el “aquí sólo mis chicharrones truenan”, es decir la necedad, que las medidas sanitarias, cuando no se quiere entender que los de la 4t no están hechos de pasta celestial, sino de la misma terrenal que todos los seres humanos.
Terrible inicio de año, sin un solo indicio que nos diga que va a mejorar en el transcurso y por el contrario Integralia Consultores advierte lo que se avecina: más problemas debido a los caprichos y maldad desatadas que se distribuyen desde el Zócalo.
Muy estresante pues, pinta este segundo año de la década de los 20’s del siglo XXI. Eso sí, no será uno cualquiera. Tampoco fácil de vivir para los mexicanos, no solamente por la pandemia recrudecida y golpeando a la mayoría de los estados de la República, sino por las situaciones políticas que se vivirán, con un gobierno que todo lo aprovecha para dividir más a los ciudadanos y por el avance sin precedentes de la criminalidad.
Y por supuesto no lo digo yo. No. Se trata del reporte dado a conocer ayer por la mencionada empresa, aunque aclara que el riesgo no es predicción y el nivel de probabilidad puede cambiar en el transcurso.
Ojalá cambiara para bien, decimos nosotros, pero los especialistas con gran experiencia y certidumbre señalan por ejemplo, que es muy alta la probabilidad de que el presidente (con todo y “covidcito”) recrudezca su política de movilización y polarización en torno a temas prioritarios de su agenda de gobierno.
Ello, consideran los expertos, “aumenta los riesgos de concentración de poder, incertidumbre jurídica e ineficacia gubernamental”.
Porque en el reporte se hace notar que, en 2022, habrá tres temas prioritarios en la agenda política del oficialismo: a) revocación de mandato, b) reforma eléctrica y c) una posible reforma político-electoral, además de otra serie de asuntos relevantes.
Y ojo opositores y periodistas, el reporte resalta: “Es de esperarse que la coalición gobernante intensifique los ataques reputacionales contra quienes se opongan a su agenda”
Expone, por ejemplo:
“En el caso de la reforma energética, el presidente recurrirá a la movilización social como mecanismo de presión sobre legisladores de oposición para que aprueben los cambios propuestos. Asimismo, intensificará su retórica nacionalista y de combate a los “abusos del neoliberalismo”.
Señala que, todo eso contribuirá al recrudecimiento de la polarización política en 2022, “lo que puede fomentar el desgaste de algunas instituciones (como el INE y el Congreso) y aumentar los riesgos de incertidumbre jurídica, concentración de poder e ineficacia gubernamental”.
Y como el discurso gubernamental ha subido de tono en el marco del proceso de la consulta de revocación de mandato, tal tendencia, consideran, se acentuará en 2022 con cuatro momentos clave:
1.- Verificación de firmas.
“Es previsible que se logren los requisitos que marca la ley para activar la revocación de mandato (3% de la lista nominal equivalente a 2.7 millones de firmas); sin embargo, durante la verificación -que podría extenderse hasta el 4 de febrero-, el INE observará irregularidades en la captación de los apoyos y el oficialismo reaccionará con ataques a la autoridad electoral”.
2.- Conflicto presupuestario
“Con base en una sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación que revoca el aplazamiento de la organización de la consulta, el INE deberá -en adición a una reasignación de 1,503 mdp para fondear la consulta hecha hace algunas semanas- realizar adecuaciones adicionales a su presupuesto y, una vez con la nueva estimación de los recursos faltantes (el INE estimó un costo global de 3 mil 830 mdp), solicitar -si fuese el caso- recursos adicionales a la Secretaría de Hacienda, la que deberá fundamentar y motivar su respuesta para hacer efectivo el derecho político de participación de la ciudadanía en el proceso de revocación de mandato. Esto deberá ocurrir antes de que termine enero”.
3.- Promoción de la revocación de mandato
Una vez que se emita la convocatoria para la revocación de mandato (máximo el 4 de febrero), el INE es la única entidad autorizada para promover la participación de la ciudadanía en el ejercicio. Sin embargo, habrá actores políticos -sobre todo el presidente de la República- que impulsarán campañas a favor de la misma.
4.- Baja participación el 10 de abril
Se prevé una baja participación de la ciudadanía en la consulta (menor al 40% necesario para que sus resultados sean vinculantes). Ante ello, el oficialismo, por un lado, sostendrá que el pueblo ratificó el mandato del presidente y, por el otro, culpará al INE de no haber promocionado la consulta, lo que derivará en una coyuntura propicia para impulsar la reforma político-electoral. Cabe resaltar que la baja participación se agudizará porque el INE, ante la falta de los recursos suficientes, deberá ajustar el número de casillas instaladas.
De las 10 posibilidades que maneja Integralia, las de probabilidad más alta de que ocurran son:
1.- El presidente recrudece su política de movilización y polarización en torno a temas prioritarios de su agenda de gobierno.
2.- Se agudizan embates contra el Instituto Nacional Electoral (INE)
3.- El crimen organizado interfiere activamente en el proceso electoral de 2022.
4.- Aumenta el riesgo de concentración de poder por el triunfo de Morena en la mayoría de las gubernaturas en disputa en 2022
5.- Se extiende la discusión de la reforma eléctrica.
6.- Se mantienen tasas altas de homicidio, extorsión y robo, y se siguen fortaleciendo grupos del crimen organizado.
7.- Sigue aumentando el número de facultades, responsabilidades y presupuesto (ajenos a la seguridad nacional) asignados a las Fuerzas Armadas.
8.- Prevalecen finanzas públicas frágiles.
9.- La inexperiencia de la nueva titular del Banco de México pone en duda la capacidad de respuesta de la institución.
10.- Incrementa la probabilidad de cooptación de integrantes de la SCJN y aumentan la presión y los ataques reputacionales sobre el Poder Judicial de la Federación.
Por lo tanto, es de esperarse que sobre todo los seis primeros meses del año vivamos con la angustia y los nervios a flor de piel. Sinceramente ojalá no sea así.
