“Imperdonable”

Del Cine y las Leyes

Estigmatización Carcelaria

Por Horacio Armando Hernández Orozco

“Imperdonable” (“The Unforgivable”) película dramática dirigida por Nora Fingscheidt; con la actuación de Sandra Bullock (Ruth Slater), Vincent D’Onofrio (John Ingram), Viola Davis (Liz Ingram), Aisling Franciosi (Katherine “Katie” Malcolm), Rob Morgan (Vincent Cross) y Jon Bernthal (Blake); tuvo un estreno limitado el 24 de noviembre de 2021, antes de comenzar a ser transmitida por Netflix el 10 de diciembre de 2021.

Tras cumplir su condena, Ruth sale de prisión y vuelve a una sociedad que se niega a olvidar su pasado; el hostil recibimiento le hace ver que su única esperanza para redimirse es encontrar a su hermana pequeña, a quien se vio obligada a abandonar el tiempo que estuvo en prisión.

La cinta es una adaptación de la miniserie británica “Unforgiven”, que se emitió en 2009; la trama gira en torno a lo difícil que es la redención con la sociedad para un ex convicto y más cuando se le estigmatiza como ‘mata policías’.

TRAUMA POST LIBERATORIO

Ruth sale de la cárcel y el agente supervisor Vincent Cross le advierte que es conveniente aceptar un trabajo en una planta de empaquetado de pescado y que debe respetar todas las reglas de la libertad condicional o regresara al centro de reinserción social.

Esta escena inicial acompañada de varios flashbacks de la vida de la protagonista muestra que existe una preocupación de cómo será su reinserción social, más cuando se ha estado 20 años alejada la sociedad sin ninguna visita familiar.

Son pocos los sistemas carcelarios que se ocupan de preparar psicológicamente a los internos para su regreso a la sociedad; la privación de la libertad de forma prolongada crea un trauma psicológico en los internos, pero de igual forma existe ese shock al momento de verse libres sin estar preparados para ello.

La reinserción social se basa en la educación, la capacitación para el trabajo, el deporte y la salud; siendo precisamente la salud mental un tema de atención en el sistema carcelario.

TRAUMA DE SEPARACIÓN FAMILIAR

Ese mismo día, en otro lugar, Katie acaba en el hospital por un accidente de tráfico; ella es hermana menor de Ruth, pero tienen 20 años de estar distanciadas, pues ni siquiera recuerda que tiene una hermana mayor.

En la cinta se menciona que un juez declaró la pérdida de todo derecho civil de Ruth frente a su hermana de tan sólo cinco años, por lo que la niña es adoptada por una familia, y aunque ella sabe sobre la adopción, lo cierto es que no tiene recuerdo de su anterior familia.

Katie también tiene un problema psicológico no tratado, cuyo origen es el evento delictivo por el cual Ruth fue condenada, aunque también fue factor la separación familiar que sufrió en su niñez.

El sistema de derecho penal se ocupa de las víctimas directas del delito, pero olvida a las victimas indirectas como lo son los hijos del delincuente que en muchas ocasiones son ajenos a la actividad delictiva de su familiar, y que quedan en desamparo.

Katie es feliz, pero hay algo que la inquieta y no la deja dormir, ese trauma infantil de separación familiar se manifiesta como pesadillas.

TRAUMA DEL ABANDONO INFANTIL

Sin que Ruth lo sepa, los hijos del policía al que mató, Steve y Keith, se han enterado de su reciente liberación y quieren vengarse; por ello la siguen de cerca buscando la oportunidad para hacerlo.

Uno de los temas que toca la cinta es la salud mental de los involucrados en un hecho delictivo, ya sea como entes presenciales del mismo, o de las consecuencias de ese delito; y es así como pareciera que todos los personajes de la película parecen estarlo pasando francamente mal.

Steve y Keith eran sólo unos niños cuando sucedió el homicidio de su padre, y no tuvieron apoyo de su madre, quien no supo cómo afrontar la ausencia de su esposo y se dio al alcoholismo, lo cual generó otro trauma: el del niño abandonado, que se presenta cuando un infante crece sin la presencia física y emocional de sus padres.

Trauma que aparentemente Steve había superado, pero la idea de venganza que le transmitió su hermano Keith hizo resurgir el trauma no tratado.

UNA SOCIEDAD TRAUMADA

“Ni siquiera 20 años en prisión a veces resultan suficientes para que la sociedad pueda perdonar a alguien que cometió un delito”, así reza la publicidad de la cinta y ese es el tema central: la redención del sentenciado.

El estigma de ser un ex convicto es de mayor peso a la misma pena de prisión; dentro de la cárcel se está rodeado de personas en condiciones similares y estigmatizar a alguien carece de sentido, pero una vez que se ha recobrado la libertad, la sociedad es la más cruel contra esa persona que espera una segunda oportunidad.

La primera persona que debe considerar la validez de esa segunda oportunidad es el propio ex convicto; Ruth no cree merecer la redención, pues ha matado a un alguacil del condado, a la cara más visible del aparato de seguridad del Estado.

Ruth sufre el rechazo de Blake, otro ex convicto, porque por absurdo que parezca, la ley no permite que una persona en libertad condicional se junte con otro ex convicto.

También es rechazada por los padres adoptivos de Katie, quienes no quieren que se ponga en contacto con ella; es más desde que estaba en prisión nunca entregaron las cartas que recibían para la menor.

De igual forma, Liz Ingram se muestra indiferente cuando Ruth le implora ayuda remarcando que “¡fui a prisión la mitad de mi vida y creo que ya pagué por esto!”.

La narrativa de redención de la cinta busca que el público se solidarice con la dañada protagonista, lo cual es sencillo desde una butaca, pero ¿en la vida real ese espectador estará a favor de dar una segunda oportunidad a los ex convictos que son regresados a la sociedad?

La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…

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