Por Alberto F. Mena Mallen
Mientras que en el extranjero ya aplican acciones y medidas preventivas para evitar más olas de contagio del Covid-19, así como mensajes congruentes principalmente del denominado Omnicron entre la población, en México continúan las señales y mensajes encontrados, como desde un principio lo hizo tanto el presidente Andrés Manuel López Obrador como su subsecretario estrella, Hugo López Gatell, a quien ya calificaron como el “doctor muerte”, por lograr el cuarto lugar mundial en fallecimientos por este virus.
Tal vez, emiten mensajes muy dramáticos, inquietantes y preocupantes y acciones drásticas en contra de la población y la economía, pero preventivos y que quizá provocan que la ciudadanía se preocupe y respete las medidas sanitarias que se tienen desde el inicio de la pandemia. Pero en México, los mensajes son, como lo conocemos, para no generar pánico, que los cubrebocas no son importantes, -el primer mandatario solo se lo pone cuando viaje en avión-, que se puede uno abrazar, que habrá magnas concentraciones, una de ellas en el Zócalo para rendirle pleitesía a su majestad, el presidente de la República.
Hay mensajes que no corresponden a la realidad que vivimos. En diversos países, como en el Reino Unido, su primer ministro Boris Johnson, reconoció que la nueva variante Omicron se transmite con mayor rapidez entre la población por lo que urgió a tomar medidas para evitar un nuevo pico de contagios.
Agregó que con el fin de “reforzar nuestra protección contra esta variante del coronavirus”, se volverá a usar el cubrebocas en las tiendas a diferencia de los transportes públicos. A pesar de que aún no se conoce la eficacia de la vacuna contra este virus, la campaña se intensificará. Se reducirá el tiempo necesario entre la segunda y tercera dosis y se ampliarán los grupos elegibles tanto como sea posible.
Dijo que las medidas adoptadas, se revisarán cada seis semanas, “son temporales y prudentes”, y las calificó como un “medio de acción responsable para frenar la propagación del virus”. Es decir, buscan prevenir, adelantarse a las posibles consecuencias que podrá generar la nueva variante del Covid-19 y no esperar a que les provoque graves problemas como en la economía, al tener que cerrar negocios y empresas.
Aquí en México, el doctor López Gatell, destacó que el Omicron tiene una mayor transmisibilidad que las variantes previamente conocidas, pero se ha exagerado su peligrosidad quien, además, pidió esperar a que se realicen los estudios requeridos a la variante para determinar su peligrosidad. Es decir, hay que esperar a que mueran más y quienes tienen que morirse, tal y como ha sido su estrategia para no saturar los hospitales.
“Las restricciones de viajes o cierres de fronteras son medidas poco útiles; afectan la economía y el bienestar de los pueblos. La información difundida sobre los riesgos de la nueva variante es desproporcionada respecto a lo que muestra la evidencia científica existente”, sentenció López Gatell en su mensaje en redes sociales. Pero, ni aplican las vacunas en un ritmo más rápido, aparte de que hay muchos millones de dosis en el almacén, algo que no explican adecuadamente a la población.
Las últimas noticias del coronavirus en el mundo señalan que España confirma el primer caso de variante ómicron en Madrid; Biden considera la nueva variante “motivo de preocupación, pero no de pánico” y descarta medidas adicionales en EE UU; la autoridad sanitaria del Reino Unido recomienda la dosis de refuerzo para los mayores de 18 años y aquí apenas se considera.
Este virus se presenta ya en muchos países, Portugal con catorce casos, Canadá con dos por lo que prohibió la entrada en el país de extranjeros procedentes de siete países del sur de África, aunque ya detectó a 375 personas que viajaron desde esas naciones y las autoridades quieren aplicar un test obligatorio a todos los viajeros que lleguen a ese país. Aquí, nada de nada.
La alerta de la Organización Mundial de la Salud señala que la comunidad científica todavía no tiene la certeza de que esta versión del virus sea más transmisible y escape las vacunas, pero los primeros indicios y las más de 30 mutaciones detectadas en esta variante han precipitado una reacción en cadena en medio mundo para frenar la expansión de la ómicron: países de la Unión Europea, Estados Unidos, Israel y Marruecos, entre otros, han cerrado sus fronteras a los vuelos procedentes del sur de África, aunque el virus ya ha penetrado en varios estados europeos.
Los ministros de Sanidad del G-7 impulsan un mayor intercambio de información frente a la amenaza de la variante ómicron, mientras España ya supera los 4.6 millones de terceras dosis de la vacuna contra el Covid; el G-7 se comprometió a respaldar la creación de una “red de vigilancia internacional de patógenos”, bajo el marco institucional de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En nuestro país, el presidente no quiere alarmar a los mexicanos ya que afirmó que México “está preparado y atento ante la llegada de una nueva variante de Covid-19”, por lo que exhortó a los mexicanos a no alarmarse, por la nueva cepa que ya fue detectada en varias naciones. “Estamos preparados para todo, atentos siempre, cuidando a la población, porque ese es nuestro trabajo: cuidar a los mexicanos”, dijo López Obrador quien agregó que su gobierno no prevé el cierre de actividades por esta situación.
Y siguió con su positivismo al destacar que “decirles a todos los mexicanos que estamos llevando a cabo un seguimiento, que no hay elementos para preocuparnos, no hay motivos de riesgo y todavía no hay suficientes evidencias, de acuerdo con los reportes que me han entregado los especialistas”, señaló.
El director general de la Organización Mundial de la Salud, el biólogo etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que la ausencia de inmunidad en las regiones más pobres facilita la aparición de nuevas variantes. La teoría es sencilla. El coronavirus no para de mutar, como todos los virus: acumula unos dos cambios al mes en sus 30.000 letras. Cuantas más personas infectadas haya en el mundo, mayor probabilidad de que surja por azar una versión más contagiosa o virulenta. Y cada semana todavía se registran más de tres millones de nuevos casos confirmados. Adhanom Ghebreyesus ha instado hasta la saciedad a aumentar el ritmo de vacunación en todo el planeta, citando razones “morales, epidemiológicas y económicas”.