*Sheinbaum: la Descalificación de Reclamos Femeninos
*Vive de la Política, no en la Política, Diría Max Weber
*Simplismo: Toda Manifestación es Producto del Complot
Por Ezequiel Gaytán
El pasado 25 de noviembre se conmemoró el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia en Contra de las Mujeres. En México las celebraciones fueron académicas, culturales y mediante marchas y manifestaciones. La marcha ocurrida en la capital de la república tuvo hechos de violencia. Al respecto, la señora Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, tuvo a bien lamentar, por un lado, los desmanes acaecidos y, por el otro lado, señaló que una funcionaria panista fue una de las azuzadoras del vandalismo y ensañamiento. Por supuesto que también pudo decir que la mano que meció la cuna provino de la Cancillería o del Senado, pero se guardó de hacerlo.
En esencia todos estamos de acuerdo con la tesis de que en una democracia la violencia no es el mejor medio con el propósito de lograr la consecución de los intereses de un movimiento social. En eso coincido con la señora. Lo que me sorprendió fue su análisis político. Para ella la política es una construcción de titiriteros que manipulan a las masas y que detrás de una manifestación existen turbios intereses que utilizan a los reclamantes en calidad de carne de cañón.
Es cierto que es común la manipulación en muchos movimientos sociales. Ella lo sabe y lo argumenta porque tácita y cínicamente acaba de reconocer que durante años esa función fue parte de su activismo político. De ahí reconoce y sabe acerca de provocaciones y, en su caso, capitalizar los errores desde el gobierno. Aún más, ahora que es cantinera sostiene que detrás de la manifestación del día 25 hubo infiltradas, pero no puede demostrarlo.
Pero el análisis político tiene otras dimensiones, otra estatura y otra interpretación que va más allá de la tesis del manipulador o que basta con identificar a un “titiritero” para suponer que en eso consiste la Ciencia Política. De entrada, hay que decir lo acontecido el viernes tuvo, en efecto, infiltraciones, pero fueron muchas más las mujeres que acudieron con el fin de manifestarse y exigir que la gobernante capitalina asuma sus responsabilidades en materia de seguridad pública.
La teoría de la Política se enseña y estudia en las instituciones de educación superior, pues el poder es para algunos, objeto de estudio y, a la vez para otros, es objeto de conquista. Por lo que ya quedó claro que, por vocación académica, la jefa del gobierno capitalino no es estudiosa de la política, sino una activista pragmática que desea el poder. Al respecto, Max Webber el sociólogo alemán sostenía que hay gente que vive para la política y otra que vive de la política y la señora es del segundo grupo.
Es muy posible que ella sea la candidata del partido Morena a la presidencia de la República. También tiene probabilidades de éxito. Eso no lo pongo en duda. Ojalá, si acaso ocupa la primera magistratura del país, sea competente, capaz y atienda las manifestaciones sociales con criterios abiertos y no caiga en el simplismo de que toda manifestación es producto del complot y la confabulación. Habrá mítines manipulados y habrá otros que no lo son y deberá distinguir unos de otros, pues de no hacerlo caerá en la esquizofrenia política y verá al mundo como su enemigo.
Las declaraciones de la señora Sheinbaum envían el mensaje de que tiene detectados a quienes mueven la cuna y que sabrá responder, pues lo que está en juego es la silla presidencial. Tiene un equipo de asesores que se ha dedicado a eso desde hace años, es decir a utilizar de carne de cañón a las masas y, no lo dudo, la guerra de lodo intra Morena continuará a menos que el presidente de la República detenga esa estrategia.
Sin embargo, quisiera precisar que también hay movilizaciones sociales genuinas que se manifiestan debido a que sus demandas y necesidades son legítimas. Esas concentraciones honestas, sin que las manipulen, son la chispa que enciende el bosque y, de no ser atendidas, buscarán apoyos en la oposición. De ser el caso, no nos sorprenda que esta ciudad capital siga votando en contra del partido en el poder.
