El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pidió a los gobernadores que inician mandatos en distintos estados del país que no sean “tapaderas” en actos de corrupción de administraciones pasadas.
López Obrador dijo esto tras ser cuestionado sobre el caso del exgobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, quien es acusado por el actual Gobierno estatal de un presunto fraude de cinco mil 186 millones de pesos.
Aseguró que aunque su postura desde su llegada a la presidencia fue la de no perseguir a sus opositores ni cobrar venganzas “pues no se puede utilizar el Gobierno” para ello, consideró que el actual gobernador michoacano, Alfredo Ramírez, “hace bien” al no encubrir este tipo de delitos.
Hace unos días, Ramírez Bedolla denunció que la Auditoría Superior de Michoacán (ASM) investiga el presunto fraude por cinco mil 186 millones de pesos (unos 240 millones de dólares), en la construcción, arrendamiento y la compra final de los cuarteles regionales de la Policía estatal de Michoacán en los municipios de Apatzingán, Lázaro Cárdenas, Coalcomán, Jiquilpan, Zitácuaro, Uruapan y Huetamo, en donde tendría participación Aureoles.
El presidente López Obrador dijo que su Gobierno no está promoviendo ninguna denuncia. Sin embargo, pidió presentar las acusaciones correspondientes ante la Fiscalía General de la República (FGR).
Asimismo, pidió que no se estigmatice a nadie, que no haya linchamientos políticos que se presenten pruebas y que se sostengan las denuncias.
Finalmente, dijo que si hay encubrimiento, este tipo de desfalcos se reflejarán después y “no va a haber presupuesto ni para pagar la nómina en algunos casos”.
Y señaló que esto tiene que ser un asunto “ético y responsable”.