La antes secretaria de Turismo de Ciudad de México, Paola Félix, dimitió por un polémico viaje a Guatemala y la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, aseguró que “no hay privilegios para los servidores públicos”.
“No lo vamos a permitir, luchamos durante muchos años para que un servidor público no llegara al Gobierno de la Ciudad a querer seguir actuando como actuaban los anteriores gobiernos, eso se acabó. En el Gobierno de la Ciudad, nada de usar aviones privados, aquí somos ciudadanos gobernando ciudadanos”, dijo la alcaldesa durante un evento con empresas.
Por su parte, el Gobierno de la capital presentó un escueto comunicado en el que recordó los principios de la austeridad republicana que, dijo, “son fundamentales para el Gobierno capitalino, por lo que refrenda su compromiso con la honradez y transparencia”.
Sheinbaum dijo que aunque Félix fue una servidora “muy eficiente”, todos los funcionarios deben viajar en avión comercial, como lo hace el presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo, y no en avión privado, como hizo la ahora exsecretaria.
Félix presentó el sábado su renuncia al cargo tras ser expuesta por un periodista que dijo que había viajado a Guatemala donde la habían detenido por portar demasiado dinero en efectivo.
Ella respondió presentando la renuncia y asegurando que no había sido detenida ni había cometido “ninguna actividad ilícita”, pero que sí había acudido a un evento social.
Según informaron medios locales, el evento al que acudió fue la boda entre Carla Humphrey, consejera del Instituto Nacional Electoral (INE). organismo electoral, y Santiago Nieto, director de la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF),
Sheinbaum dijo este domingo que el dinero que se encontraba en el avión no era de la exsecretaria pero no dio mayores explicaciones.
Félix había ostentado antes de dicho cargo otros dentro del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y también fue diputada por el Partido Verde.