Políticas Públicas Ineficientes, no Otorgan Bienestar al Pueblo

Por Alfredo Mejía Montoya

La historia del México es vasta en infinidad de malos gobiernos, de traidores, de pacifistas, expropiadores y genocidas, de todo hemos tenido; individuos que pretenden salvar al país de lo que dicen que han hecho otros, los que están, siempre culpan a los anteriores de su desgracia, dicen que el país está desecho en sus instituciones, en su organización y en su política, y la historia se repite una y otra vez, en la pasada, en la contemporánea y en la presente, ¡no entendemos…!

Los actos de gobierno, del Ejecutivo, están sometidos a constante escrutinio del pueblo, de instituciones autónomás, de los medios y de los otros Poderes de la Unión. Las políticas públicas requieren de la colaboración intensa y sostenida entre organizaciones publicas y privadas para su ejecución.

Las políticas públicas como acciones estratégicas buscan generar cambios en la forma de gobierno para impulsar el bienestar de la sociedad. Estas acciones deben ser previamente analizadas y planificadas de acuerdo con lo que la ciudadanía demanda para lograr un gobierno eficiente y eficaz.

Las políticas públicas no se manejan con palabras, sino con acciones de gobierno previamente establecidas en la ley. Las más importantes suelen ser la Política Pública de Seguridad, de Salud y Económica. ¿El presidente Andrés Manuel López Obrador en cuál ha fallado, o en cuál más que otra? Solo de estas tres.

Dilema, si que es un dilema, porque en las tres, en tres años, los resultados son devastadores en relación con otras administraciones si las quisiéramos comparar, y si no las comparamos, . . . también, por sí solas han roto récords negativos. En seguridad, más muertos, más masacres, más robos, nadie nos sentimos seguros, el mismo presidente López Obrador no usaba camionetas blindadas, ahora las usa, ¿por qué?; en salud, la desaparición del Seguro Popular y la atención a niños menores de 5 años, más el manejo criminal de la pandemia, con más de 430,000 muertos “oficiales”, datos de Secretaria de Salud (SS) y el INEGI por muertes en Actas de Defunción por Covid-19 como causa; en economía, el manejo de esta no tiene pies ni cabeza, las estrategias, si es que las hay, en tres años han paralizado al país, está estancado, no se han creado empleos nuevos desde A.C. (antes del covid); meses atrás, en plena recesión; en 2019 y 2020 con crecimientos negativos. Cuando el país venia de un crecimiento ligeramente sostenido de un 2.5% promedio, bajo sí, pero al fin crecimiento que mantenía una planta productiva abierta y empleos formales en relación a las plazas laborales o por lo menos mejor que el que tenemos ahora a la mitad del camino.

El manejo de las políticas públicas en materia económica ha sido pésimo, cierto, sin embargo, no se vislumbra un cambio de timón. Titulares de varias Secretarías de Estado no se notan en el panorama nacional, mucho menos en el internacional; el Banco de México como organismo autónomo ha pretendido controlar el flujo de inversiones internas y externas, pero las declaraciones del inquilino de Palacio, rompen con la certidumbre que deben tener los mercados y flujos de capital; su política monetaria restrictiva, no ha permeado en la economía cotidiana, y su pronostico de inflación del 3% para 2021, se ha disparado en un 100% +, al 30 de septiembre, la medición del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) señala ya un índice general de inflación del 6%, una Inflación Subyacente de 4.92% y No subyacente de 9.37%.

Consideremos que la Inflación es el aumento sostenido y generalizado de los precios de los bienes y servicios de una economía a lo largo del tiempo. Que el aumento de un sólo bien o servicio no se considera como inflación. Si todos los precios de la economía aumentan tan solo una vez tampoco eso es inflación. La Inflación Subyacente es un indicador que muestra la variabilidad de los precios de consumo a corto plazo más precisa, ya que no incluye los precios de energéticos (inestables) ni los alimentos no elaborados. Y ahora mismo el precio del petróleo es alto, ello genera una espiral en el aumento generalizado de precios, al ser éste un insumo que se utiliza en múltiples productos manufacturados, provocando inflación que ascenderá gravemente en los próximos meses.

La Política Pública en materia económica ha sido temeraria e incierta, afectando negativamente el desarrollo económico, alterando el adecuado funcionamiento de los mercados, entre las causas de la inflación no seguidas por el gobierno federal y que determinan la inflación a corto y largo plazo son: 1) el exceso de dinero. Donde el Banco Central controla la oferta de dinero, esto es, la cantidad de dinero disponible para la compra de bienes y servicios en una economía. Por lo que no es conveniente crear dinero más allá de lo que el público demanda, el crecimiento de la oferta de dinero aumenta lo cual conlleva a un aumento en el nivel de precios y por lo tanto a un incremento en la inflación. 2) el déficit fiscal, donde los gastos de un gobierno son mayores que sus ingresos; 3) políticas inconsistentes, como la indexación de algún determinante de la inflación a la inflación pasada, como cuando los salarios se indexan a la inflación; 4) la contracción de la oferta agregada, el volumen total de los bienes y servicios producidos por una economía; que fue lo que ocurrió en el caso de las medicinas, al pretender controlar López Obrador la compra de las medicinas e insumos quirúrgicos, provocando inflación, la falta de tratamientos o la muerte; 5) el incremento de la demanda agregada, que es el volumen de bienes y servicios requeridos por una economía, y el subejercicio presupuestal de 2019, 2020 y parte del 2021, con la desaparición del Seguro Popular (SP), la política de no compra de medicinas por la SS y el IMSS ha sido criminal para los pacientes de no contar con las medicinas a tiempo en sus tratamientos, sobre todo los enfermos de cáncer; para los laboratorios nacionales productores de medicinas, los insumos que inciden en el concepto medicina, los frascos, cajas, etiquetas, transportes, fletes, empleos, ingresos todas ellas cadenas de valor, dejaron de funcionar perdiéndose empleos e ingresos.; 6) la tasa de interés, herramienta usada por el Banco Central para controlar el crecimiento de dinero y por lo tanto de la inflación, una mayor tasa de interés reduce la demanda agregada desincentivando la inversión y el consumo, aumentando el ahorro de las personas.

Considerando lo anterior, los programas prioritarios del gobierno federal, donde López Obrador entrega las ayudas y apoyos en efectivo a los beneficiarios, incide en los efectos distributivos, donde la inflación disminuye el valor real del dinero (billetes y monedas), por lo que es considerado uno de los impuestos más regresivos –sin ser impuesto-, pues afecta más a los grupos de población de menores recursos y que por lo general tienden a mantener la mayor parte de sus ingresos en efectivo, qué paradoja: la política pública en materia económica perjudica a los que supuestamente más protege, a los pobres. Si a eso se le suma el impuesto al valor agregado, el impuesto especial de producción y servicios, el beneficiario gasta propiamente dicho IVA 16%, el IEPS varía de acuerdo con el producto, ya sea gasolina, cerveza, refrescos, tabaco, alcohol. Ejemplo: en tabacos labrados el IEPS es de hasta el 150%, en cervezas y bebidas refrescantes 25%, Brandy hasta 43%, Tequila hasta el 60% +, más IVA 16% y el aumento de precios, ¿qué les queda?

Claro que la inflación tiene costos sociales, ya que reduce el valor real del dinero, es decir, disminuye la cantidad de bienes y servicios que el dinero puede adquirir, afectando así el poder de compra de las personas con ingresos fijos, desincentivando también el ahorro.

La inflación distorsiona el mecanismo de precios e induce una asignación ineficiente de recursos, cuando se registran niveles altos de inflación, los consumidores y las empresas no tienen suficiente información sobre los niveles de precios relativos, lo que hace más difícil comparar el valor nominal de los bienes y servicios entre periodos. Así, la inflación complica las decisiones sobre los productos a comprar y a producir, aumentando la incertidumbre para consumir e invertir a futuro, cuestiones que López Obrador y su equipo pensaron que podían controlar y no fue así, está entretenido en problemas menores y particulares.

La inflación provoca una redistribución arbitraria de la riqueza entre acreedores y deudores, ellos pactan a una tasa de interés nominal, es decir, una tasa de interés sin ajuste por inflación. Debido a que la inflación afecta el valor real de lo que se recibe o se paga.

En consecuencia, por un lado, el exceso de dinero no solo se circunscribe a la creación de dinero por parte del Banco Central, sino al dinero que proviene del presupuesto sin tener ningún respaldo en infraestructura, y que se entrega en efectivo a los beneficiarios de los programas prioritarios del gobierno federal. Y por otro, las remesas que para 2021 el pronóstico es de 49,400 mdd, dicho dinero tampoco tiene soporte en infraestructura, provocando estas dos causas un exceso de dinero o de masa monetaria en el mercado. Resultado: inflación o aumento de esta.

Por lo tanto, las políticas públicas en esta administración han sido insuficientes e ineficaces, y el aumento de los pobres por los que el inquilino de Palacio dice luchar, ha roto todos los récords en la historia moderna del país. Y el Tren Maya, la Refinería de Dos Bocas y el Nuevo Aeropuerto no son infraestructuras que vayan a ayudar a la gente que vive en pobreza y menos en pobreza extrema. ¡Seguro que no!

a2m8m@yahoo.com.mx

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