El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció este lunes que el Día de la Revolución Mexicana celebrado el 20 de noviembre será el primer gran evento político del Zócalo capitalino en el que podrá asistir el público desde el inicio de la pandemia de COVID-19.
El mandatario subrayó que en octubre todos los adultos habrán recibido al menos una dosis de la vacuna, aseguró que “ya está bajando el número de contagios” de COVID-19 y opinó que “la gente ya quiere más participación” en la vida pública.
Desde el inicio de la pandemia en febrero de 2020, los grandes eventos políticos del Zócalo se han hecho a puerta cerrada, como los dos últimos Gritos de la Independencia, en lo que López Obrador conmemoró la secesión mexicana frente a una plaza vacía.
López Obrador, reacio a usar mascarilla en público, dijo que “quienes quieran de todas formas protegerse aún más pueden llevar cubrebocas” al acto del Zócalo y subrayó: “Ya hace falta congregarnos, reunirnos”.
El presidente recordó que el 20 de noviembre se conmemora el llamado de Francisco I. Madero a “tomar las armas para derrocar al dictador Porfirio Díaz” en 1910.
Calificó la gesta revolucionaria como un “evento histórico extraordinario mundial” y reprochó a los “conservadores neoliberales” que “quisieran olvidarla”.
México acumula 3.7 millones de contagios y 279 mil decesos confirmados, la cuarta cifra más alta del mundo después de Estados Unidos, Brasil y la India.
La semana pasada, el Gobierno mexicano aseguró que la tercera ola de COVID-19 que afecta al país desde hace más de tres meses alcanzó ocho semanas de reducción.
Hasta ahora, 46 de sus 126 millones de habitantes han completado el esquema de vacunación.