Por Iván Ruiz Flores
Si hay una persona que ha dividido a fondo a los científicos mexicanos, es la nefasta peleonera María Elena Álvarez-Buyllá Roces. ¿Será verdad que por donde pasa no crece la hierba?
No tanto, porque ella para lograr obtener el premio Nacional de Ciencias 2017 (que otorga el gobierno de la República) llevó adelante un trabajo científico en la UNAM durante varias décadas, en el cual logró amalgamar sus objetivos científicos en el área de la genética molecular y el desarrollo y evolución de plantas, con un compromiso social en la defensa de las variedades nativas de maíz y de los campesinos mexicanos.
Por ello se considera que no debió llegar como titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. Es una gran científica y una pésima dirigente que ha logrado dividir a los científicos y peor aun a las instituciones universitarias con sus pleitos de arrabal y la manipulación que ha realizado a partir de su encomienda para favorecer nada menos que al fiscal General de la República en su ingreso al Sistema Nacional de Investigadores.
He aquí que por un lado un funcionario del actual gobernó hace trampa, misma que fue avalada por la titular del Conacyt.
Lo más grave es la persecución de científicos llevada adelante por la FGR contra 25 de ellos que laboraron en la mencionada institución y que ha sido impulsada y vista con buenos ojos por la señora Álvarez-Buylla.
Este conflicto, donde abundan las trampas, la ira, la revancha y el rechazo, ha escalado a estaturas inconmensurables, a tal grado que investigadores y académicos de instituciones como la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y el Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), así como el Sindicato del Personal Académico de la UAM (SPAUAM) exigen el cese de amenazas en contra de 31 científicos y académicos.
Era previsible que así sucediera ya que desde antes de que tomara posesión el 3 de diciembre de 2018, la señora ya estaba causando problemas. Sí, en septiembre de ese año solicitó una investigación de la institución, desapareció las becas y empezó con su labor de zapa en contra de los científicos.
Es de pena ajena todo lo que sucede en una institución que fue fundada durante el gobierno de Luis Echeverría Álvarez. Sí, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) fue creado el 27 de diciembre de 1970 por Ley del Congreso de la Unión publicada en el Diario Oficial de la Federación el 29 de diciembre del mismo año, y reformada por Decreto expedido el 27 de diciembre de 1974.
Su misión es impulsar y fortalecer el desarrollo científico y la modernización tecnológica de México, mediante la formación de recursos humanos de alto nivel, la promoción y el sostenimiento de proyectos específicos de investigación y la difusión de la información científica y tecnológica.
Aseguran que las políticas, acciones y criterios mediante los cuales el Conacyt fomenta la investigación científica y el desarrollo tecnológico en los últimos años están contenidos en el Programa de Ciencia y Tecnología sexenal.
Las principales líneas de acción del Consejo se refieren a la organización de un sistema de otorgamiento de becas-crédito para estudios de posgrado en el país o en el extranjero, al impulso a la investigación científica, al fomento para el desarrollo y modernización tecnológica, a la promoción del desarrollo científico y tecnológico regional, a la coordinación del Sistema Nacional de Investigadores y a la difusión de la información científica y tecnológica.
Por lo pronto las becas ya no existen y el Sistema Nacional de Investigadores está en crisis. Sí, a 51 años está de capa caída gracias a la acción de una señora sumamente irresponsable.
De conformidad con el artículo 4 de la Ley Orgánica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y 9 del Estatuto Orgánico del Conacyt, la administración del mismo recae en su Director General y en la Junta de Gobierno, misma que, con fundamento en el artículo 5 de la Ley Orgánica del Conacyt y 10 del Estatuto Orgánico, está integrada por 13 miembros que serán:
1-Un representante de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público;
2- Un representante de la Secretaría de Economía;
3- Un representante de la Secretaría de Educación Pública;
4- Un representante de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales;
5- Un representante de la Secretaría de Energía;
6- Un representante de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, y
7- Un representante de la Secretaría de Salud.
Además: El Secretario General de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior; un miembro del Foro Consultivo Científico y Tecnológico; dos investigadores en funciones preferentemente de los dos niveles superiores del Sistema Nacional de Investigadores, y; dos representantes del sector productivo, los cuales serán propuestos por el Director General del Conacyt.
¿Dónde están? Sí es verdad que tienen esa responsabilidad, su obligación es frenar el declive del Conacyt y detener la beligerancia de la señora Álvarez-Buyllá.
Por lo pronto, las declaraciones del rector de la UNAM, Enrique Graue contra la persecución de científicos, la nueva decisión de un juez de no ordenar la captura ante la necedad de la FGR, son un aliento no sólo para los perseguidos, sino para la comunidad científica de México y el mundo.