Por Jesús Michel Narváez
Desde el inicio del gobierno actual, el presidente personalmente anunció que ningún funcionario traería escoltas. “Eso es cosa del pasado”. E incluso, como es del dominio público “desapareció en el pale” al Estado Mayor Presidencial porque, argumentó, “a mi me cuida el pueblo”.
Sin embargo, en la realidad, cuando se realizan eventos como la reunión de la Celac, aparecen los militares que resguardaron a todos los Presidentes de México desde 1888, cuando lo instituyó Porfirio Díaz, hasta el arribo de Andrés Manuel López.
La orden presidencial de que nadie de su gabinete tendría escoltas para su seguridad personal y personal ubicado en sus residencias, quedó guardada en el cajón de las necesidades.
La madruga del sábado, elementos de la Guardia Nacional fueron emboscados en el paso a desnivel de Avenida Oceanía y Circuito Interior. Escoltaban una camioneta que no ha sido identificada.
Los integrantes de la escolta, se habla de dos, pero se desconoce el número real, fueron sorprendidos por un grupo fuertemente armados, del cual se ignora cuántos lo formaban y dispararon no a quien o quienes iban en el vehículo sino a la unidad de la Guardia Nacional. Por la poca información disponible, no se explica cómo el vehículo en custodia no fue el blanco.
En el ataque, que los militares pretendieron repeler sin lograr su objetivo, falleció una persona y otra resultó con heridas de gravedad.
No se trata de descalificar a los miembros de la Guardia Nacional, pero no están en una corporación cuyas funciones sean las de actuar como escoltas. La Ley Orgánica es muy clara en los propósitos para la cual fue creada.
De acuerdo con el decreto que le dio vida a la GN, sus integrantes serían civiles apoyados por miembros de las policías Militares del Ejército y la Marina, además de aquellos agentes que formaron parte de la Policía Federal hasta en tanto se integrara totalmente por civiles.
(El tema ya fue abortado por órdenes presidenciales que busca que la Guardia Nacional sea la cuarta unidad de la Secretaría de la Defensa Nacional e incluso ya la dependencia modificó su estructura y creó el Estado Mayor Conjunto del Cuartel General Superior del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos).
La Guardia Nacional surge ante la cancelación de la Policía Federal bajo el mando de la Secretaría de Seguridad Público, hoy Ciudadana, y su principal función es la de apoyar las acciones en contra del crimen organizado y el narcotráfico. Actúa en todo el país y hasta ahora ha sido víctima de ataques que, por instrucciones superiores, léase del Comandante Suprema de las Fuerzas Armadas, no deben disparar para repelerlos.
Hasta el momento de escribir esta entrega no había ninguna información por parte del comandante de la Guardia Nacional, Luis Rodríguez Bucio. Tampoco hay explicación del porque elementos de la corporación escoltaban el vehículo.
Sería saludable para la corporación y por salud pública, oxigenar qué o a quién custodiaban los elementos. Ocultar el hecho, en el que pierde la vida un elemento y no por servir a la patria o garantizar la seguridad de los mexicanos, a nadie beneficiará y, por el contrario, generará informaciones que probablemente no se apeguen a la verdad.
La hipótesis es que se trataba de un personaje de “suma importancia” o de la custodia de droga decomisada.
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