*Mario Delgado y la Pérdida de Confianza
*Barbosa Irrita al Jefe de la Guardia Nacional
Por Jesús Michel Narváez
Semana de alto riesgo. El anuncio del vocero sanitario del gobierno federal de que a partir del viernes inicia el pico de la pandemia Covid-19, lo que representa la infección exponencial de miles de personas y pone a prueba el sistema de salud nacional –público y privado-, sí será el mayor reto para la administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
Al final de abril e inicio de mayo, el número de contagiados aumentó y el de fallecidos superó los 2 mil casos. Aunque Hugo López-Gatell y su segundo jefe –el primero y al que obedece ciegamente es el Presidente- el secretario de Salud, Jorge Alcocer, han señalado que la capacidad instalada en todos los hospitales es suficiente para atender a los probables infectados, lo cierto es que se carece de ventiladores, personal capacitado y protegido y medidas sanitarias que impidan la expansión del letal virus.
Si concedemos el privilegio del acierto –bastante ausente en 70 días de haberse conocido el primer caso-, los hospitales y clínicas del sector público serán insuficientes, tal y como ya lo demostró el sector privado al rechazar a nuevos infectados desde la tercera semana de abril.
La alerta de que la pandemia incrementará los contagios exponencialmente, ha sido considerada tardía porque las experiencias en el resto de países que la han padecido mostraron otros tiempos. Con todo y ello, aquí se ha intentado minimizar el efecto y el Covit-19 está dispuesto a sepultar el engaño y las mentiras con las que se ha buscado desdeñar los graves daños que causa.
Deseable, por supuesto, que las personas no “caigan como moscas muertas”, como lo expresó el coloquial gobernador de Baja California, Jaime Bonilla, pero las condiciones parecen estar dadas para que ocurra.
La mala comunicación producida desde las instancias federales es uno de los factores que tiene a México en vilo.
No bastan las conferencias –si se les puede llamar así- matutinas ni las nocturnas para solamente dar cifras y seguir machaconamente con las medidas que deben seguirse. Los contagios se han multiplicado porque más del 70 por ciento de las personas –palabras de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y del propio López-Gatell- no han acatado el aislamiento voluntario y tampoco guardado la sana distancia.
La reacción de quienes tienen algún familiar hospitalizado ha llevado a la agresión constante en contra del personal médico. Lo ocurrido en el Hospital de las Américas, ubicado en Ecatepec -además de otros nosocomios- que fue “tomado por asalto por personas armadas- y los ataques en contra de médicos, enfermeras, camilleros y hasta personal de limpieza, son producto de la mala comunicación que reciben.
Si en los próximos 10 días, estimados como los más graves por la expansión del virus, no hay una contención real de la gente, la pandemia podrá causar que la violencia se exacerbe y no bastará la Guardia Civil “protegiendo” los hospitales tanto del sector público como privado.
La información es vital. Lo ha sido siempre pero hasta ahora no ha llegado a los recipiendarios que somos todos.
Semana, luego entonces, de superar la prueba de fuego o que los cremados no solamente serán los cadáveres de los que murieron por la infección. Serán otros: los que cobran en la nómina gubernamental.
METEORITOS
Haber enviado a la congeladora legislativa la iniciativa presidencial para otorgarle mayor poder al Presidente de la República en la disposición de recursos del Presupuesto de Egresos de la Federación, es un salto para atrás del jefe político de Morena en la Cámara de Diputados. Mario Delgado no logró el consenso. Ah, pero en el periodo ordinario que inicia en septiembre, se emparejará y quedará bien con su jefe. Y es que el diputado quiere regresar a su tierra natal pero como gobernador. Habrá que esperar si el ánimo de quien decide lo favorece. *** Revisar la encuesta que realiza Roy Campos sobre el posicionamiento de los mandatarios estatales, pone al descubierto que los gobernadores del PRI están a la baja. Sus bonos son como los de Pemex: basura. Ello implicaría que no se han aplicado frente a sus gobernados y que no han entendido que ahora son de la oposición. Allá ellos. *** Dolores Padierna se ha convertido en el blanco de burlas por parte de quienes sí saben de energéticos. Sus mensajes en la cuenta de twitter encuentran eco en sus críticos. Quizá conozca del tema pero la manera abyecta de “adorar a su Presidente” y sus intentos de convencer a miles de usuarios de las redes sociales, la colocan en el oleaje destructor del tsunami. *** Mal y de malas anda Miguel Barbosa. Mostrar la tarjeta roja a elementos de la Guardia Nacional no gustó nada a Luis Rodríguez Bucio y tampoco a su amigo, el residente de Palacio Nacional. En Puebla hay una pregunta: ¿cuándo comenzará a gobernar? Para colmo: ordenar que se impida el acceso a sus conferencias de los periodistas que lo cuestionan, se llama censura.
BRILLA EL SOL
Porfirio Muñoz Ledo no ha perdido el fino olfato político. Durante una entrevista con este columnista, expresó: “No va a pasar (la iniciativa presidencial) porque no es necesaria”. Horas antes de ser instalada la Comisión Permanente, Mario Delgado había descalificado a Muñoz Ledo. La razón se impuso sobre la “mayoría”. *** Y sobre el tema también hubo charla con Marko Cortés, jefe nacional del PAN y confirmó que todos los dirigentes partidistas “estamos unidos y seguiremos así ante iniciativas que pretendan romper el marco jurídico del Estado”. Oposición y contención que se perderá en las elecciones de 2021. Porque esos serán otros tiempos. *** A Manuel Añorve ya le llegó el síndrome tabasqueño. La soberbia con la que anunció que los senadores del PRI en la Permanente “somos Claudia Ruiz Massieu y yo” cuando se hablaba de Miguel Ángel Osorio Chong, dejó mal sabor de boca. Como diría el clásico: ¿Pero qué necesidad? *** El que ha mostrado oficio político es Ricardo Monreal. El jefe de Morena en el Senado ha hecho valer la ley u las matemáticas. Y no es obsequioso con las propuestas del presidente López Obrador, aunque tampoco su enemigo.
