Luego del sismo registrado la noche del martes 7 de septiembre, se documenta el desprendimiento de algunas partes de la fachada del edificio ubicado en el número 128 de la calle José María Marroquí, en el Centro de la Ciudad de México.
Pese a los pedazos de concreto en el piso, los habitantes se muestran despreocupados pues consideran que no existe riesgo de un colapso al solo tratarse de una capa de revestimiento.
Hay que recordar que un fuerte terremoto de magnitud 7,1 con epicentro cerca del puerto de Acapulco, provocó escasos daños el martes por la noche en el centro (Ciudad de México y su zona metropolitana)y sur de México, a pesar de la intensidad del sismo.
El gobernador del estado de Guerrero, Héctor Astudillo, informó de que una persona falleció por la caída de un poste de la luz en el municipio de Coyuca de Benítez como consecuencia del sismo, sin que se hayan reportado por ahora daños de consideración ni más víctimas.
En el municipio de Coyuca de Benítez, cercano a Acapulco, donde se produjo el único fallecido, se pudo apreciar la caída de estructuras metálicas y cristales rotos en algunos establecimientos, además del desmoronamiento de una parte de una fachada de una vivienda.
Por otro lado el terremoto activó la alerta sísmica en la Ciudad de México, donde miles de personas salieron de casas y edificios como medida de seguridad y prevención, y donde en varios barrios se han producido cortes de electricidad.
El sismo de anoche ocurrió en la misma fecha en la que hace cuatro años -el 7 de septiembre de 2017- se registró un terremoto de magnitud 8,2 el cual tuvo su epicentro en el Golfo de Tehuantepec y afectó principalmente los estados de Oaxaca y Chiapas, donde 98 personas perdieron la vida, 78 de ellas en Oaxaca, 16 en Chiapas y cuatro en Tabasco.
