Las vacunas de Moderna producidas en España que fueron bloqueadas en Japón tras hallarse impurezas en los viales contenían «partículas de acero», según anunció hoy la compañía farmacéutica, que añadió que la anomalía no representa un riesgo sanitario.
El laboratorio estadounidense enfrenta importantes reveses en Japón, que suspendió más de 1,6 millones de dosis de la vacuna de Moderna tras detectar sustancias extrañas.
Estas son las conclusiones de la investigación y los análisis de laboratorio conducidos por la farmacéutica estadounidense y su distribuidora en Japón, Takeda, a raíz de la decisión del Gobierno nipón de bloquear 1,63 millones de dosis de la vacuna tras detectarse sustancias extrañas en algunos frascos.
En una declaración conjunta con su socio japonés Takeda, Moderna dijo que la contaminación en uno de los tres lotes suspendidos se remonta a fallas en la línea de producción de una fábrica dirigida por su contratista español, ROVI Pharma Industrial Services.
«El acero inoxidable se usa habitualmente en válvulas cardíacas, prótesis de articulaciones, suturas y grapas metálicas. Como tal, no se espera que la inyección de las partículas identificadas en estos lotes en Japón resulte en un riesgo médico mayor», señaló.
Moderna agregó que, por el momento, no hay evidencia de que las dos muertes estén relacionadas con la vacuna y «actualmente se considera que se trata de una coincidencia». Se está llevando a cabo una investigación.
Cerca del 46 por ciento de la población de Japón fue completamente inmunizada contra el coronavirus, en momentos en que el país atraviesa un aumento récord de contagios debido a la variante delta, más contagiosa. La pandemia deja en unos 16 mil muertos en Japón, que aplica duras restricciones en grandes partes del país.