*Cuando Mire los Platones, Floreros, Macetas y Alcancías de Cochinito no Podrá Evitarlo
*La Cerámica “de Talavera” o Mayólica lo Dejará Embrujado (a) con sus Colores
*Y aun más Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla y Gallaga Mondarte Villaseñor
Por Susana Vega López
DOLORES HIDALGO, Gto.- Artesanal, colorida, espectacular, luce en diversos artículos la cerámica del Pueblo Mágico de Dolores Hidalgo que va de la mano con la talavera pero que al no tener la denominación de origen, lucha porque se le reconozca como mayólica.
También es conocida como cerámica vidriada, una técnica traída a México por los españoles a mediados del siglo XVI, época desde la cual los artesanos dolorenses han dedicado su tiempo y amor a crear, a imaginar, los dibujos que plasmarán en platones, floreros, mantequilleros, macetas, tazones, azucareras, tortilleros, paneras, marcos de espejo, entre otros, así como los clásicos cochinitos decorativos o de alcancías de todos los tamaños que la gente usa para ahorrar y que, después de algún tiempo, la rompe para sacar las monedas y alguno que otro billete.
Como se sabe, en la talavera -que tiene su reconocimiento en los estados de Tlaxcala y Puebla- predominan los colores azul y blanco en tanto que la mayólica no tiene límite en el colorido que plasman en su cerámica de barro o arcilla que, combinado con otras sustancias, se quema para lograr el acabado.
Los artículos son decorados con diversos colores y temas. Los favoritos para pintar las piezas son flores, frutas, bodegones y paisajes, entre otros.
Todavía los dolorenses le llaman talavera, pero la Secretaría de Turismo del Estado les insiste en que deben llamarla mayólica, un término al que no se acostumbran, como señaló Don Jesús, artesano de muchos años que vende su producto en la calle. “Es talavera, yo la hago y doy el precio justo para que la compren”, dijo a Misión Política y comentó que desde hace tiempo que no se usa el plomo en la alfarería porque daña la salud.
A Don Jesús lo acompaña su nieto porque poco a poco ha perdido el oído y no escucha bien. La gente le pregunta, el joven responde, aunque la última palabra la tiene el señor de edad que ofrece una rebaja en el precio para que la gente se anime y porque sabe que la situación en pandemia ha provocado que las ventas se vengan abajo.
Cabe señalar que el uso de arcilla para realizar objetos tiene sus orígenes hace miles de años en Japón, cuando las vasijas eran hechas con tan sólo aplastar, estrujar, restregar, golpear, amasar la tierra y moldear el barro; desde la prehistoria los hombres se las ingeniaron para crear sus propios productos que le sirvieran para tomar agua o servir la comida.
En la calle principal de Dolores Hidalgo se encuentra un centenar de talleres de cerámica que espera a los visitantes para que se enamoren de alguna pieza por su diseño y colores varios donde resalta el verde, el azul marino, naranja, amarillo, negro.
Se estima que existen más de dos mil talleres de cerámica que aportan el 80 por ciento de la economía del lugar, la principal actividad económica.
A esta ciudad se le reconoce como Cuna de la Independencia Nacional porque en el atrio de su parroquia el cura Miguel Hidalgo y Costilla convocó al pueblo para dar inicio a la insurrección contra la Corona de España hartos de las injusticias del régimen virreinal.
En su plaza principal, el Jardín Independencia, ubicada frente a la Parroquia, resalta el hecho de que no cuenta con un kiosco al centro si no a un lado porque le dan más importancia y resaltan con un monumento la figura de Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla y Gallaga Mondarte Villaseñor. Dice un letrero: “Aquí nació México”.
En las esquinas se observan puestos de nieve que han hecho famoso al lugar porque, además de los sabores tradicionales, venden nieves de garambullo, borrachita, maracuyá, camarón con pulpo, zanahoria, cerveza, mole, aguacate, tequila, plátano, lavanda y vino tinto, entre otros.
El platillo que destaca es la vitualla, un guiso a base de garbanzo, zanahoria y col que se sirve en bodas y fiestas en general. Son típicos los chiles de chorro rellenos, que son una variedad de chile de la región que se rellenan de carne, frijoles, queso, así como los duros (chicharrón de cerdo cubierto en salsa martajada con limón), las tortas de carnita, las orejas de cerdo en vinagre o escabeche y las enchiladas mineras.
Historia hay mucha, como por ejemplo que en Cocomacan, una posada frente al parque, se hospedó Benito Juárez; que por la calle Jalisco salió el Ejército Insurgente, el 16 de septiembre de 1810; en la casa Pozo del Rayo (donde existe un pozo y cayó un rayo) Mariano Escobedo mandó dos cartas al presidente Juárez donde le informa de los movimientos tácticos que realizan los enemigos en Querétaro; aquí se hospedan los integrantes de la comisión enviada por el presidente de la República Porfirio Díaz en 1896 encargada del traslado de la campana de Dolores a la Ciudad de México pues quería tocar la campana original en Palacio Nacional.
En ese entonces Francisco González Caballero fungía como jefe político de la demarcación y les hizo saber que estaba enojado porque le quitaban, despojaban a los dolorenses, su patrimonio histórico, a lo que el general Sóstenes Rocha, como líder de los comisionados le dijo: “licenciado no vengo a ver si me la entrega (la campana), ¡vengo por ella!, así es que usted decide, ya cuando usted esté muerto de todas formas me la voy a llevar”.
Dolores Hidalgo cuenta con el Jardín Compositores; en las calles de Puebla y Jalisco se encuentra el Monumento al Insurgente Desconocido; al frente una iglesia donde la gente espera, afuera, que le den la comunión, pues en esta temporada de pandemia, las parroquias sólo permiten determinado número de feligreses y el resto espera en la calle donde escucha la misa y el sacerdote sale a ofrecer la comunión y da la ostia.
La mayoría de los habitantes sale a la calle con cubre bocas, en los establecimientos se ofrece gel antibacterial y constantemente sanitizan la zona para que el turista esté protegido.
¡Descubre y enamórate de este destino que ofrece gastronomía, artesanía, y mucha, mucha historia!