Por Jesús Michel Narváez
Es extraño que a 5 años de distancia se haga la revelación y que se acuse a el exgobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, de haber pactado compra de enseres y despensas con la cadena Soriana por un monto que alcanzó los 500 millones de pesos -no se indica la fecha, pero se presume que podría haber sido en septiembre de 2017 a causa del huracán Danielle- sin que la deuda hubiera sido cubierta, por lo que la empresa demandó al gobierno de Cuitláhuac García para tratar de recuperar el dinero.
García, sucesor de Yunes, afirma que la discrecionalidad en el uso de los recursos hizo que se perdieran. No explica cómo y dónde se perdieron los artículos y productos adquiridos o si se refiere a los 500 millones que pudieron haber llegado a través del Fonden, hoy sepultado por órdenes del presidente de la República.
Sin entrar en defensa de Yunes ni atosigar a García, resulta extraño que cuando el huracán Grace le pega a Veracruz, salga el tema. Sin Fonden, el actual mandatario debe pedirle a su papá político recursos para atender a la población afectada. Y seguramente obtendrá dinero que no justificará, porque “se entrega directo” a las personas afectadas por desastres como el huracán Grace y permiten la llegada de apoyo de manera efectiva (dixt. presidente López).
Con el Fondo de Desastres Naturales, los gobiernos estatales estaban obligados a justificar la aplicación de los recursos recibidos y si bien había “ciertas desviaciones” el mayor monto se utilizaba para atender a los damnificados. Hoy no será así. Se entregará el dinero de manera discrecional sin que exista la firma de un documento que confirme que el afectado recibió equis cantidad o determinados enseres y artículos.
También resulta extraño que durante la entrega-recepción del gobierno de Yunes al de García, no se detectara el mal maneo y que los contadores y financieros de la actual administración trabajen con la lentitud de los quelonios.
¿Por qué en las cuentas públicas de los dos años de gobierno de Yunes no se encontraron las compras no pagadas?
En tratándose de fondos federales, habría correspondido a la Auditoría Superior de la Federación hurgar hasta encontrar el destino de los recursos otorgados. Sin embargo, se desconoce desvío alguno. Lo de las cuentas por cobrar, es otro tema. Porque están contabilizadas y se encuentran en los archivos de la Secretaría de Finanzas. Salvo, claro está, que no se deba nada o la empresa saque ahora un adeudo inexistente.
Es un asunto nada menor y no por la cantidad, de suyo importante pero que no empobrece a la hacienda pública, sino porque se acusa a un exgobernador del PAN, como si todos los delitos cometidos, o presuntamente cometidos, solamente correspondan a militantes de Acción Nacional.
Se observa un tufo de persecución política, aunque en el caso de Yunes no es novedad que aflores supuestos malos manejos. Se le señaló de disponer de mil 500 millones de pesos cuando fue director del ISSSTE y hasta el momento nada se actuó en su contra y todo quedó en la denuncia mediática.
Y ahora el grisáceo mandatario, cuya virtud es ser amigo del presidente, sale con las quejas y amarguras que le dejó su antecesor.
¿Por qué tardó 5 años para dar a conocer el adeudo y qué tazón tuvo para no denunciar a Yunes si su gobierno ya estaba notificado del adeudo con Soriana?
Conociendo los hechos y no denunciarlos lo hace presunto cómplice.
Huele mal. Y no por los gases que se queman en Poza Rica.
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