*Arrasó con los Senadores de Todos los Partidos
*La Consentida del Profesor es, Acaso ¿Daltónica)
Por Gerardo Lavalle
A.- Sin duda el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación se ha convertido en el símbolo de la desinformación. Es raro que un personaje de esa estatura y en un Poder cuya función es prácticamente la secrecía, ofrezca conferencias de prensa, conceda entrevistas para radio y televisión y eventualmente para un medio impreso.
De una de sus muchas entrevistas encontré la perla que podría provenir de Majorca: el presidente nunca ha sugerido la disolución de la Corte.
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, quien parecería jugar con la Constitución de la que, junto con otros 7 ministros y 3 ministras, es garante de la constitucionalidad, distrae la atención y permite que las interpretaciones se tomen a la ligera o a profundidad, cual sea el caso.
Mientras el presidente de la República se irrita y apunta hacia casi todos los integrantes del máximo tribunal de justicia, su líder -¿cómo se le podría llamar a quien no lo es y ocupa el espacio?- y, como el refrán, el que calla otorga.
Acepta tácitamente la existencia de la corrupción en el Poder Judicial de la Federación y es incapaz de salir en defensa de los suyos (hipotéticamente hablando) y con su inacción permite que las acusaciones permeen en el imaginario colectivo.
Es probable que algún ministro o ministra haya tenido actitudes que pudieran ser calificadas en el marco del influyentismo y terminaran en corrupción. Si ese fuera el caso, lo políticamente correcto en un presunto mundo de estado de derecho, quien acusa podría hacerlo ante el Consejo de la Judicatura o, incluso, en la Fiscalía General de la República y si se quiere desaforar a alguno de ellos, recurrir a la Cámara de Diputados. No se conoce ninguna acusación formal que emane de los otros datos que siempre posee el presidente López.
La perla de hallada hace dudar del ministro presidente porque, o es ingenuo o desconoce el entramado político.
Alguien que está aferrado a quedarse en el cargo para el que fue electo por tiempo determinado, en este caso por 5 años y 10 meses, no comentaría ni con sus más cercanos colaboradores las intenciones que tiene para desaparecer los Poderes de la Unión y declararse PRESIDENTE hasta que el “creador me lo permita”.
Llamar corruptos o empleados del régimen anterior -que se sepa, en México el régimen de gobierno es presidencialista y con SEPARACION DE PODERES- a casi todos los integrantes de la Corte “con honrosas excepciones”, es el lenguaje de un tirano… o que quiere convertirse en algo similar sin tener los arrestos de reconocerlo. Y es en donde uno tiene que preguntar: ¿Por qué calla y no responde, el ministro Zaldívar?
Desde el púlpito presidencial sale la arenga: que renuncien todos los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, porque no han sido demócratas y han cometido muchas faltas. “Tengo pruebas”, dice el presidente. Uno tiene que volver a preguntar: ¿Cuáles, en dónde están, por qué las oculta? Si las tiene en su poder y no denuncia formalmente, es cómplice de las irregularidades.
Todo parece una cortina de humo denso, por cierto, para cubrir las deficiencias del gobierno. Las fallas continúan y no se advierte la intención siquiera de corregirlas.
Y allá en las redes sociales, el camarógrafo metido en el fanatismo -su razón la tiene clara: 150 millones de pesos en crédito autorizado por el huésped temporal de Palacio Nacional- difunde en su cuenta de Twitter: “La suerte de la democracia no puede estar en manos de magistrados y magistradas que no juegan limpio y actúan por consigna. Yo con @lopezobrador_ pienso (luego existe, acotación personal) que es preciso que “SeVayanTodosYa. Llamo al Congreso de la República a disolver y refundar el Tribunal Electoral. ¿Y tú? Hasta ahí su texto.
¿Consigna de quién o de dónde?
Disolver y refundar un ente que pertenece al Poder Judicial de la Federación es, en verdad, un nuevo despropósito del gobierno de la cuatroté.
B.- La amargura conjuntada con la furia no es un buen coctel en política.
El presidente López, irritado como pocas veces, reprochó a los senadores no haber incluido en el periodo extraordinario, convocado para el desafuero de los diputados Samuel Huerta y Mauricio Toledo, la iniciativa de la Ley Reglamentaria de la Revocación de Mandato que, sin ella, no se podrá realizar la consulta a la que se aferra.
Quizá los asesores y juristas que tiene la Presidencia de la República no conocen o no le hacen saber a su jefe, el procedimiento jurídico para que las iniciativas transiten.
Para la Ley citada, hay tres iniciativas: 1.- Ricardo Monreal, 2.- Damián Zepeda y, 3.- Claudia Ruiz Massieu (desde febrero pasado) pero ninguna tiene dictamen. Subir al Pleno una propuesta de Ley sin dictamen no está permitido. Y por ello, las oposiciones no cedieron el espacio para que se incluyera en el que será, seguramente, el último periodo extraordinario de la LXVI Legislatura.
Llama la atención que, en su reclamo, López habló de todos los senadores. El miércoles pasado expresó: “Ayer me entero de que se reúnen los senadores de todos los partidos y convocan a un extraordinario para tratar el desafuero de unos, sí, funcionarios o políticos, pero no incluyen en el orden del día lo de la aprobación de la ley para llevar a cabo la revocación del mandato”.
Al dirigirse a “todos senadores de todos los partidos”, están los de Morena que coordina Ricardo Monreal, un personaje que ha tenido distanciamientos con el presidente por respetar la Constitución y la independencia del Poder Legislativo.
¿Ya va contra los suyos? Es pregunta.
C.- La consentida de su profesor, se mostró alarmada por la “desaparición” del semáforo epidemiológico.
Claro, horas antes había recibido el respaldo de su profesor de que el semáforo para la ciudad de México era y es NARANJA.
Además de violar la facultad del Consejo de Salubridad General, ahora ambos personajes requieren de oftalmólogos especialistas en daltonismo.
