Por Juan José Barrientos
Aunque aún no se publica la convocatoria para el registro de candidatos a la rectoría de la Universidad Veracruzana, algunos académicos ya han manifestado sus aspiraciones, como el neurólogo Jorge Manzo Denes, quien ya se postuló hace cuatro años y ha enfatizado que “la universidad debe mejorar su nivel”, y que quien ocupe la rectoría tiene que convertirse en un gestor, para obtener recursos, pues por ejemplo al CONACYT le llama COMECYT, Consejo Metropolitano, porque todo lo dejan en la capital del país. En cuanto a la universidad, “uno tiene la impresión de que hay dos, la de los académicos y la de los administrativos”, pues “hay una contienda”, y actualmente quienes toman las decisiones imponen sus criterios, y los procesos son “prolongados”. Entre otros proyectos, propone un Hospital Universitario y la apertura del área de artes en otros campus, pues actualmente solo funciona en Xalapa.
También el historiador Martin Aguilar considera que se debe reorientar la relación entre la administración y la academia, pues hay una creciente burocratización y lentitud en la ejecución de proyectos y aboga por una mayor descentralización; además, expresó preocupación por la convivencia y el respeto a los derechos humanos.
Ambos coinciden en la necesidad de relanzar el proceso de academización impulsado por Víctor Arredondo y Arias Lovillo, que les permitió a cientos de académicos obtener doctorados, pero perdió impulso en el periodo de Sarita Ladrón, que se concentró en obtener la certificación de algunos programas.
La universidad no se encuentra, en efecto, en las mejores condiciones, y el personal académico ya rebasa el 50%, como señalé en una nota, y sigue aumentando, mientras cientos (o miles) de académicos trabajan por horas.
En los próximos días se darán a conocer otras candidaturas, y hay quienes consideran que las mujeres merecen otra oportunidad, pues Sarita no ha sido la mejor representante de su género; en todo caso, no le supo dar un toque femenino a su administración, pues resulto bastante áspera de trato; es muy empecinada, y si eso le sirvió para enfrentarse al Gobernador Duarte, cuando se requirió, en otras circunstancias mostró falta de agilidad para negociar. En general, olvidó que un político debe sumar, no restar, y se mostró excluyente.