La agencia calificadora Moody’s descartó que los resultados de las elecciones intermedias del 6 de junio en México y el posterior relevo del secretario de Hacienda provoquen cambios profundos en la política económica del país.
“En nuestra opinión, los cambios propuestos en el equipo económico y los resultados de las elecciones intermedias no dan lugar a un cambio material en la dirección de las políticas macroeconómicas y fiscales”, expresó Moody’s en un comunicado.
El partido Morena del presidente Andrés Manuel López Obrador y sus aliados retuvieron la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, si bien perdieron la mayoría calificada de dos tercios para modificar la Constitución.
Días después de los comicios, López Obrador anunció que propondrá como nuevo gobernador del Banco de México a su secretario de Hacienda, Arturo Herrera, quien será reemplazado en el Ejecutivo por el economista Rogelio Ramírez de la O.
“Incluso con Herrera como gobernador, esperamos que el banco central mantenga su independencia, un factor importante que respalda la credibilidad y la eficacia de la política monetaria”, dijo Moody’s.
La agencia destacó que Herrera apuesta por una “política moderada” y que se opone a aumentar las tasas de interés en un corto plazo, además de que pretende “aumentar la transparencia” sobre cómo Banxico calcula sus ganancias y gestiona sus reservas.
Sobre el nuevo secretario de Hacienda, Moody’s subrayó que Ramírez de la O “ha sido asesor de López Obrador durante dos décadas”.
“Aunque Ramírez de la O puede adoptar una postura más independiente en su manejo de los asuntos económicos y fiscales en comparación con Herrera, esperamos que mantenga la postura fiscal austera que ha caracterizado a la Administración”, expresó.
La calificadora predijo que Ramírez de la O estará “muy involucrado” en la elaboración de los presupuestos para 2021 y en una reforma tributaria que “se centrará más en cuestiones administrativas” que en aumentos de impuestos.
Tras las elecciones, “la oposición tendrá una presencia más fuerte a partir de septiembre” en la Cámara de Diputados, aunque la coalición gobernante tendrá suficiente mayoría para “cumplir con sus objetivos de política clave, incluido su apoyo a Pemex, cambios a programas sociales, así como aprobar el presupuesto 2022”.
“La pérdida de la mayoría calificada disminuye el riesgo de cambios constitucionales radicales, especialmente aquellos relativo al sector energético”, destacó la calificadora.